Comenzó la cuenta regresiva para este multitudinario e histórico encuentro de mujeres y disidencias. Este evento es inédito en el mundo. Cada año desde 1986 las mujeres viajan de todos los rincones del país y de Latinoamérica para juntarse a debatir cómo las utopías pueden hacerse realidad.
Hay tres formas de ser parte de este gran acontecimiento. La primera consiste en participar de los talleres que se despliegan en escuelas y universidades. La segunda es deambular por todo lo que pasa por fuera de las aulas. La tercera es dejarse llevar por el fervor de la marcha que cierra el encuentro.
Esta es la primera vez que el encuentro se define plurinacional y su lema o idea fuerza es “unidxs en la diversidad”. La elección de nuestra ciudad como sede tuvo que ver con la represión que sufrieron las mujeres e infancias mapuche de la comunidad Lafken Winkul Mapu el pasado 4 de octubre y que determinó la renuncia de la ministra de Género y diversidad. “Un grupo de mujeres de Bariloche que habíamos viajado al encuentro de San Luis recogimos el guante y asumimos esta enorme responsabilidad”, dice Claudia Quiroga, integrante de la comisión organizadora.
Los talleres son el corazón del encuentro. Son 114 espacios de debate que están organizados por las más variadas temáticas. Empiezan cuando el aula está llena: una facilitadora ordena la palabra y las secretarías toman nota de las inquietudes, deseos y necesidades que emergen del intercambio. No hay guion ni consignas, se trata de escuchar las voces que cuentan sobre las distintas realidades de las provincias de nuestro país y de la región y desde ahí pensar juntas posibles soluciones. El último día se elaboran las conclusiones del taller que luego son leídas en el acto de cierre y luego publicadas como registro histórico de la memoria del movimiento de mujeres y disidencias. Es en esta instancia donde lo federal, la horizontalidad y la autogestión se vuelve una experiencia. “A una semana de las elecciones generales, el encuentro –dice Claudia Quiroga– va a estar teñido de la preocupación por quienes pretenden gobernar la Argentina y desterrar los derechos conquistados por la lucha feminista. La problemática política, social y económica va a atravesar los ejes de los debates”.
Otra forma de vivir el encuentro es recorrer las actividades culturales que suceden más allá de los talleres. En la calle va a pasar de todo. El centro cívico va a ser una exposición de arte a cielo abierto. Las murgueras, tamboreras y kultruneras van a darle ritmo mientras la gente pasea por los stands con libros de famosas feministas y de editoriales independientes donde se puede conseguir publicaciones singulares como El Principito en lenguaje inclusivo. La plaza Belgrano se va a llenar de mantas con ropa, stickers, artesanías y carritos de comida de todo el país. En el Puerto San Carlos y La Llave: teatro, recitales, danza. En cafés y cervecerías: muestras fotográficas y proyecciones de películas. También hay charlas a cargo de las mujeres Católicas por el Derecho a Decidir, las trabajadoras sexuales de AMMAR -asociación mujeres meretrices de argentina- y el colectivo feminista del Abya Yala. Éste último va a conversar sobre el juicio ético popular a los ecocidas. La Lof Millalonco Ranquehue va a abrir sus puertas para compartir una ronda de poesía y canto mapuche con toda la comunidad.
Lxs más chicxs pueden participar del taller de infancias libres -un espacio para que debatan sobre las cosas que a ellos les importan-, la lectura activa de la editorial Chirimbote con su liga de antiprincesas y del circo. Una grilla artística sin fin. Y si todavía tenés energías, el sábado a la noche está la clásica Festitorta y el domingo, toca Cumbia Queer y hay peña.
Lo último y lo más espectacular es la marcha: una corriente eléctrica que va a encender a Bariloche. “No me voy a olvidar la fuerza de estar caminando y cantando junto a tantas mujeres desconocidas a las que me sentí unida por algo más grande” -cuenta una joven feminista acerca de su primera marcha. En este momento de incertidumbres, sumergirse en un río caudaloso para revitalizar las fuerzas para los desafíos que nos esperan, es una invitación que vale la pena probar.
Detrás de esta gran movida hay mujeres que se organizan de forma autogestiva para que esto suceda. Es importante inscribirse al encuentro y colaborar con un aporte de 1000 pesos. Va a ser una fiesta inolvidable. ¡No te la pierdas!
Por Verónica Battaglia
Foto portada: Irene Rassetto
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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