Este 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, la Marea Verde saldrá una vez más a las calles de todo el país para defender los derechos conquistados frente al avance de las derechas fascistas y negacionistas. ¿Por qué urge salir masivamente y en unidad? En esta nota, Ruth Zurbriggen y Verónica Gago analizan las tareas y desafíos que tienen los feminismos en este escenario donde, además, se conjugan dos componentes claves: la cruda crisis económica y la deuda con el FMI.
El resultado de las PASO fue una sorpresa para muchxs. Ni las encuestas, ni los medios lo predijeron y casi ningún analista la vio venir. No parecía haber señales visibles hasta el momento de ese movimiento, que se gestaba de manera subterránea, y daría como ganador al candidato de ultraderecha, Javier Milei.
Para los feminismos también fue una señal de alarma: los derechos conseguidos en este tiempo efectivamente corren riesgo. Pero si de algo sabe el movimiento feminista por la larga historia de lucha que tiene en nuestro país, es de defenderlos. Juntas, juntes y en las calles.
“La convocatoria al 28 de septiembre surge de una asamblea convocada por el colectivo Ni Una Menos (NUM) después del resultado de las PASO. Ahí sale la idea de recuperar esa fecha instalada como Día de Acción Global por el Derecho al Aborto, pero también con la premisa de desbordarla, que se entrecruce con la coyuntura de avance de la ultra derecha”, cuenta Verónica Gago, militante feminista, investigadora e integrante de NUM.
Esta asamblea realizada en la Ciudad de Buenos Aires, que pasó de un espacio cerrado a la calle por la cantidad de gente que era, fue espacio de reflexiones urgentes, donde se compartió el diagnóstico feminista del resultado electoral pero también, agrega Gago, “lo que está implicando la crisis económica para volver insegura la vida cotidiana, cómo están afectando la inflación, los condicionamientos de la deuda externa sobre la devaluación de los ingresos, el encarecimiento brutal y la crisis de la vivienda en alquiler. Estos son los principales problemas que afectan a la precariedad de la vida misma”.
Así, el primer encuentro de NUM se convirtió en una inspiración para que las asambleas se repliquen en otros puntos del país. Uno de ellos fue la provincia de Neuquén, donde convocó La Revuelta.
“La primera fue el 8 y la segunda el 19 de septiembre. En ambos casos fueron asambleas nutridísimas de organizaciones, tanto feministas como de movimientos sociales, pero también de compas que no están organizades pero se sienten atraides por el movimiento feminista y transfeminista”, detalla Ruth Zurbriggen, docente, investigadora y activista feminista de La Revuelta y Socorristas en Red.
Desde Socorristas en Red también comenzaron a organizarse de cara a este 28 de septiembre con asambleas en distintos lugares como en San Juan, Buenos Aires, Río Negro, Chubut y San Luis.
La agenda feminista, una deuda en la campaña
Un componente importante dentro del electorado de Milei son los varones que encuentran en esa narrativa un espacio donde expresar su “bronca” por las conquistas feministas. Sin embargo, lejos de fortalecer la agenda de los feminismos que se traducen en más derechos para todas las personas, los temas que la integran aparecen poco y nada en el oficialismo y como objeto de ataque de las derechas.
“Me preocupa cómo hay sectores que incluso apoyaron las agendas que instalamos, que hoy sienten, piensan, discuten que es mejor que esas agendas no estén a la orden del día. Es una mala decisión porque si algo tenemos desde las políticas feministas, desde las propuestas transfeministas, es que aportamos a pensar medidas que traigan bienestar, que mejoren la vida de las personas”, analiza Ruth.
En el mismo sentido, Verónica Gago añade que “se está poniendo a la agenda feminista debajo de la alfombra e incluso de modo más regresiva se lo hace con la explicación de que no seguir ahuyentando votos, lo cual me parece un error total”.
“Otro octubre es posible”
En la nota “PASO 2023: un análisis feminista del rugido del león”, publicada en Tiempo Argentino a un día de la elección, Verónica Gago y Luci Cavallero dieron algunas pistas feministas para analizar el resultado electoral. “No se trata de acusar a los votantes de Milei de fascistas”, señalaron, sino de “entender” a quienes votan por esa fuerza política desde “la economía doméstica”.
En este escenario de crisis económica, donde el acuerdo con el FMI genera cada vez más inflación, más devaluación, donde cada vez se hace más difícil alquilar, donde la derecha encuentra su caldo de cultivo para pregonar el ajuste y el retroceso de derechos: ¿Qué estrategias se darán los feminismos y transfeminismos, un movimiento que ha sabido instalar agenda y movilizar cambios profundos desde la lucha en calles? ¿Qué tareas hay por delante?
“Las tareas fundamentales para este tiempo es la de convencer, con esa capilaridad que tenemos como movimiento, que otro octubre es posible”, asegura Ruth. “Insistir en que acá estamos, que las libertades son nuestras, que el ajuste y el acuerdo con el FMI precariza nuestras vidas. Que ese acuerdo trae mayor empobrecimiento y también un caldo de cultivo especial para el desarrollo de más violencias machistas y más sometimiento”.
Desde NUM, se definió que una de las tareas fundamentales para este 28 de septiembre es la “demostración de fuerza colectiva, volver a tomar las calles”, dice Gago. “Disputar los sentidos de la libertad, que es lo que la ultraderecha intenta capturar con su significado estrictamente neoliberal e individualista”.
La activista de La Revuelta agrega: “Las libertades que planteamos desde el feminismo son siempre libertades colectivas, que se consiguen por las redes, por las luchas callejeras, por la lucha en todos los lugares por donde transitamos”.
Así, este 28 de septiembre, una fecha donde a nivel global se despliegan acciones por la despenalización y legalización del aborto en todo el mundo, en Argentina tendrá la potencia de un movimiento que buscará desbordar las calles en defensa de todos los derechos conseguidos, de la ESI, la educación y la salud pública. Contra la deuda y el FMI.
Por Camila Vautier
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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