El dirigente del MTE y el Frente Patria Grande realizó una asamblea en la UNCo con trabajadores, profesionales, dirigentes y militantes barilochenses. Es el séptimo encuentro que realiza en el país para diseñar un plan junto al ministro del Interior, Wado de Pedro.
Juan Grabois llegó a la sede de la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche, donde lo esperaba una sala llena de personas, entre ellas, trabajadores de la economía popular con remeras del MTE y militantes con remeras del Frente Patria Grande. Sobre el escenario una bandera enorme decía Unidad, Tierra, Techo, Trabajo. Otra sobre una mesa decía Séptima Asamblea por un Desarrollo Integral para una Argentina Humana y Federal, el nombre elegido para estos encuentros antes realizados en otras ciudades, en los que Grabois recoge propuestas de gobierno que planifica con el ministro Wado de Pedro y el gobernador Axel Kicillof.
“Como dice Papa Francisco, hay exceso de diagnósticos. Lo que faltan son propuestas”, dijo Grabois. Y explicó cómo se fue acercando a de Pedro, al que le gustaría ver presidente.
“Ocurre que desde una oficina en capital no se resuelven los problemas”, dijo. “Hay que escuchar desde la periferia hacia el centro, desde abajo hacia arriba. El próximo gobierno debería tomar estas propuestas como programa de gobierno”.
Sobre el escenario estaban sentados Pablo Giles, Subsecretario de Relaciones Municipales del Ministerio del Interior que conduce de Pedro; José Paredes, de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores de Viedma; Felisa Curamil, del Parlamento Mapuche Tehuelche; y Micaela Triulzi, militante de La Cámpora en la Universidad de Río Negro.
En pocas cifras, Grabois radiografió el drama argentino y los efectos de lo que llamó “la ruptura del contrato electoral de Alberto Fernández”, que arroja más pobres y menos políticas sociales: 11 millones de personas sin casa propia, 5 millones y medio de personas viviendo en barrios populares, 2000 lotes adquiridos en Bariloche por cooperativas donde sólo viven 40 personas porque no hay luz ni agua, mitad de las comunidades indígenas campesinas sin relevar.
“Escuchar a nuestros funcionarios enorgullecerse de haber construido 50.000 casas en tres años es lamentable”, disparó.
De a una, entonces, fueron surgiendo propuestas de personas del público sobre políticas laborales, ambientales, estudiantiles, educativas, jurídicas, sanitarias, indigenistas. “¡Cómo puede ser que desde 2006 no se hayan terminado todos los relevamientos de la ley 26.160! Las autoridades del INAI en todas las etapas debieran hacer una autocrítica”, volvió a disparar.
Hablaron también Ezequiel Palavecino, presidente de la APDH Bariloche; Federico Ingaramo, de Fundación Gente Nueva; Celeste Ratto, directora del Centro Científico Tecnológico CONICET Patagonia Norte; Belén Echeverri, de Proyecto Erre; el ex juez Rubén Marigo. Estaba presente la candidata a legisladora provincial por Nos Une Río Negro Ana Marks y la concejala Roxana Ferreyra.
Gonzalo Santos, del MTE, propuso un espacio de comercialización en Bariloche para productores de la línea sur; Andrea Reuque, presidenta de la cooperativa Katawain Newen de Estacionamiento Medido, la implementación de ese sistema de cogestión con municipalidades en todo el país; Elida Cañumil, de la rama Construcción del MTE, pidió la aceleración de la integración de barrios populares con dotación de servicios. En Bariloche sólo hubo avances de obras en cuatro de más de 30 barrios.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen