Martha Ruffini y María Ytati Valle son las autoras del capítulo rionegrino de “Historiografía argentina: modelo para armar”, un interesante libro recién publicado que relata el proceso de construcción de las imágenes del pasado nacional en las provincias.
La evolución de la mirada de los historiadores rionegrinos sobre los pueblos indígenas es uno de los aspectos más interesantes narrados por Martha Ruffini y María Ytati Valle en “Historiografía argentina: modelo para armar”, un libro con autores de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires que relata los procesos de profesionalización de la escritura de la historia, las políticas de memoria impulsadas en cada provincia y las formas en que se construyeron las imágenes del pasado nacional.
El libro fue coordinado por las doctoras en Historia Marta Philp y María Silvia Leoni y el Licenciado en Historia Daniel Guzmán, y editado por Imago Mundi. En el capítulo dedicado a Río Negro, Martha Ruffini (Doctora en Historia por la Universidad Nacional de La Plata con formación posdoctoral en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad Nacional de Córdoba, Investigadora Principal del CONICET, profesora de la Universidad Nacional de Quilmes) y María Ytati Valle (Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Quilmes y profesora de la Universidad Nacional del Comahue), plantean algunos momentos bisagra de la historiografía provincial.
1. En 1976 se presentó el libro “Río Negro, mi provincia”, del maestro normal Marcelino Castro García, que fue recomendado por el Consejo Provincial de Educación en las escuelas. Allí se consolida la narrativa de los pueblos originarios como extintos y la legitimación del denominado discurso de araucanización de las pampas que definió al pueblo tehuelche como pueblo originario, auténtico, frente al mapuche como extranjero.
“Esto nos ayuda a pensar el discurso historiográfico en función del peso de la ´Campaña del Desierto´ como mito fundacional que se legitima en gobiernos con distintos posicionamientos políticos”, dice Valle en diálogo con Al Margen.
“Marca también una acefalía con la actualidad, con respecto a la divulgación de la historia en escuelas primarias y secundarias con discursos que retomen toda la investigación actual sobre la historia de nuestra provincia”, agrega.
2. En 1979, el gobierno nacional encomendó a la Academia Nacional de la Historia la realización de un Congreso de Historia Nacional en la ciudad de General Roca en conmemoración del centenario de la “Campaña del Desierto”. Las distintas alocuciones del Congreso sostuvieron la reivindicación de la “gesta civilizatoria”.
“En ese Congreso multitudinario convergió un mosaico de investigadores: los primeros de la etapa provincial; quienes protagonizaron la profesionalización desde los ´70; y nuevos referentes que protagonizarán la renovación de los ´90. Fue un momento clave, en el que se presentó el himno de Rio Negro cuya letra fue modificada en 2010”, dice Ruffini.
“La estrofa que decía ´Ha dejado atrás el tiempo. Ahora marcha rumbo al sol. Sobre el alma del tehuelche puso el sello el español´, se consideró discriminatoria y violenta contra las comunidades originarias, y fue reemplazada por ´Patagónica su tierra. Junto al mar es bendición. Sus riquezas para todos. Construyendo la Nación´”, relatan las autoras en el libro.
3. Entre los historiadores rionegrinos fue Pedro Navarro Floria quien instaló la idea de genocidio indígena a través de sus escritos y de la difusión que tuvo la polémica que mantuvo con Juan José Cresto, presidente de la Academia Argentina de Ciencias y del Museo Histórico Nacional a fines de los ’90.
“La idea del genocidio tiene que ver con las modificaciones en la construcción historiográfica de la campaña militar genocida y también con los avances de las investigaciones: diez años atrás desconocíamos la existencia de campos de concentración indígenas en Junín, Valcheta, Viedma”, cuenta Ruffini.
El contexto de aquella nueva interpretación fue la movilización de los pueblos originarios e hitos jurídicos logrados como la Ley integral del indígena de 1988, señalan las autoras.
“Los ´90 son un momento clave, además, porque determinadas cuestiones singulares de los anteriores territorios nacionales del nordeste y la Patagonia, se insertaron finalmente en la historiografía nacional. Eso fue fruto del trabajo de los investigadores”, explica Ruffini.
“Historiografía argentina: modelo para armar” se consigue en librerías y también en internet: https://cutt.ly/QVvfPwY.
Por Pablo Bassi
Foto portada: Ale Fau
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen