La suba de precios acumulada en 2022 alcanza el 59,2% y la interanual el 77,8%. Los salarios no logran recuperar su poder adquisitivo.
La Dirección de Estadísticas y Censos de Río Negro registró en agosto una evolución de precios respecto a julio del 8,05%, la más alta en lo que va del año. Este porcentaje impulsó la inflación acumulada en 2022 al 59,2% y la de los últimos doce meses al 77,8%. Si bien la medición se realiza sólo en Viedma, es la más proyectable a toda la provincia.
Los alimentos volvieron a encabezar el ranking con subas muy por encima del promedio de rubros: cebolla 39,89%, papa 28,56%, zapallo amarillo 24,03% banana 26,09%, azúcar 26,63%, puré de tomate 26,4%, harina 21,02%, huevos 16,83%, carne picada vacuna 12,01%, aceite envasado 9,19%, dentífrico 19,64%.
El índice provincial es superior al registrado por el INDEC en todo el país en relación a agosto (8,05% contra 7%) y en lo que va del año (59,2% contra 56,4%), aunque se encuentra por debajo del porcentaje acumulado en el último año (77,8% contra 78,5%).
Uno de los factores que inciden en el acelerado aumento de precios, es el rol de los intermediarios. Un informe nacional elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), señala que en agosto los consumidores pagaron 5,9 veces más que lo cobrado por productores de frutas y verduras, mientras que los precios de la leche, los huevos, pollo, carne de novillo y cerdo se multiplicaron por 2,8 desde el campo a la góndola.
A este ritmo, los aumentos de sueldo no logran recuperar su poder adquisitivo. El salario registrado en los sectores público y privado en relación a la inflación, con una base de 100 puntos a diciembre de 2019, se encontraba en junio de este año en el mismo nivel que entonces, según el Centro CIFRA. Hasta el nuevo salto inflacionario de julio por la renuncia del ministro Martín Guzmán, los haberes se ubicaban tan bajo como los dejó Mauricio Macri. En su gobierno, las remuneraciones formales ya habían perdido un 19,6%.
Apenas conocido el índice de precios de agosto, el sindicato de trabajadores públicos ATE -cuyos salarios suelen ser variable de ajuste- anunció la realización de un paro general en la administración nacional y en las administraciones provinciales y municipales. El 60% de los 3,5 millones de estatales percibe ingresos por debajo de la línea de la pobreza. De ese total, el 66% corresponde a las administraciones provinciales y el 13% a las municipales, ambos sectores con ingresos más bajos.
En el fondo de la tabla de ingresos se encuentra el salario mínimo vital y móvil cuyo 50% rige el haber garantizado de los trabajadores de la economía popular. En lo que va del año creció apenas un 49%. En agosto fue de $47.850.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen