Convocados por la Cátedra de Medicina Infantil de la UNCo, un grupo de estudiantes visita todos los años Los Menucos y parajes de la zona para realizar tareas de prevención y promoción de la salud junto a agentes sanitarios y educativos de la Línea Sur. Mónica Reyna, coordinadora del proyecto, ofrece detalles de una experiencia única en el país.
Los parajes Comicó y Prahuaniyeu se encuentran a más de 70 kilómetros del hospital de Los Menucos por camino de ripio y tierra donde la nieve aísla a los pueblos y entonces, en esos parajes, sólo vecinos que saben de atención primaria y prevención de salud pueden cuidar a su comunidad. En épocas sin nieve, un médico y un enfermero visitan Comicó y Prahuaniyeu una vez al mes. Y una o dos veces al año, el hospital de Los Menucos -que no tiene pediatra- recibe a un grupo de estudiantes de la carrera de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Comahue para tratar patologías.
Esta visita es parte de un programa coordinado por Mónica Reyna, Profesora Titular de la Cátedra de Medicina Infantil de la UNCo. En mayo pasado, durante tres días, 34 estudiantes viajaron hacia allí. Reyna dice que en ninguna otra parte del país existe un proyecto de extensión participativo, consensuado y sin asimetrías entre académicos y trabajadores de la salud. En noviembre, realizarán un nuevo viaje.
En esta nota, Reyna cuenta que la facultad recibe alumnos de otros puntos de la Patagonia, e incluso del norte del país. Muchos, como brote de semilla, eligieron quedarse a trabajar en comunidades rurales.
– ¿Cómo nació este proyecto?
– Arrancó en 2015 junto a Marica Cristina Ambort, profesora de Bioética, cuando empezamos a pensar un proyecto de extensión universitaria para la facultad de Medicina, pero no dentro de la facultad ni del hospital, sino en el terreno donde está la gente. Empezamos a estudiar la demografía y ver dónde podría ser más eficaz nuestra actividad. Pusimos la mira en la Línea Sur, les escribimos a los directores de los hospitales de la región, y el primero que nos dio el sí fue el doctor Fernando Albizua, director del hospital de Los Menucos. Ya en 2016, con el proyecto aprobado por la universidad, nos fuimos a trabajar allá.
– ¿Por qué eligieron la Línea Sur?
– Entre otras cosas, por la falta de profesionales. Por eso en estos años llevamos cardiólogos, neurólogos pediatras y otros especialistas. Sobre todo, llevamos lo que ellos necesitan. Nos reunimos con agentes de salud y agentes educativos y les preguntamos qué necesitan para el proyecto del año siguiente. A lo largo de estos seis años realizamos revisiones generales, charlas sobre educación para la salud, una feria de salud en el gimnasio municipal, capacitaciones, actualizaciones.
– Es interesante el concepto de ensamble de saberes que lleva como título el proyecto que realizaron en marzo. ¿Qué ensamblan?
– Es el ensamble de saberes de agentes de salud y educación y líderes comunitarios con los saberes académicos que llevamos desde la Facultad de Ciencias Médicas. No todo lo que aprendemos en la academia es lo que le sirve a la comunidad.
– Es muy interesante también la perspectiva de estudiantes que no sólo se forman para trabajar en hospitales y consultorios, sino también en el seno de la comunidad.
– Hoy no existe en otros lugares del país la salida al terreno de manera participativa y consensuada, hombro a hombro y en condiciones de equidad, sin asimetrías. Hay que tener en cuenta que el hospital es el lugar al que llega el enfermo con rótulo de enfermo en el 5% de los casos. Los centros periféricos de salud concentran la atención del resto de la población. Nosotros queremos imprimirles a nuestros estudiantes el concepto de promoción y protección de la salud, de empoderamiento de la comunidad para la autogestión de su salud. Porque personalmente pienso que el mejor médico es aquel cuya población no se enferma.
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen