Con una necesidad imperiosa de comenzar a trabajar de manera concreta para frenar la degradación del ambiente, y sintiendo que ya no hay más tiempo para esperar un cambio, es que en el 2019 un grupo de tres personas comenzaban a andar el camino de la organización.
Primero con pequeñas metas -salir a plantar árboles y reforestar espacios de la ciudad y los alrededores, sobre todo los históricamente marginados- y hoy con un paso a paso que se despliega en diversos proyectos.
En uno de los últimos almuerzos, que realizan en el comedor que tiene lugar tres veces por semana en una de las casas fueron 44 personas. Jenifer Navarro, impulsora e integrante de la Cooperativa Jóvenes por Bariloche, se sigue sorprendiendo del propio camino y no deja de conmoverse al narrar lo espacios sobre los que trabajan impulsando diferentes proyectos.
Aquel pequeño grupo que arrancó en el 2019 es hoy una Cooperativa desde donde, en noviembre pasado y por todas las actividades que vienen desarrollando, pudieron acceder al programa Potenciar Empleo Verde, una línea del Programa Potenciar Trabajo focalizada en el impulso de iniciativas productivas adaptadas a prácticas sustentables y amigables con el ambiente, que generen condiciones de trabajo dignas, seguras y perdurables. “Antes hacíamos todo ad honorem, hasta que un día un compañero no pudo llegar a una plantación de árboles que teníamos programada porque no tenía plata para el colectivo. Ahí nos dimos cuenta de la situación en al que estábamos. Hoy, hay veinte compañeros con un salario base”, cuenta Jenifer y relata que además se siguen realizando las actividades voluntarias, como la limpieza que llevarán adelante próximamente detrás de la escuela Ángel Gallardo o la que hicieron en la rotonda del Nahuel Hue.
“Actualmente hacemos trabajos de restauración ecológica, educación ambiental con una fuerte labor de concientización hacia el vecino. El programa, como bien dice, nos vino a potenciar, porque pudimos comprar herramientas, materiales para construir otro invernadero y todo lo que necesitamos para la producción orgánica que llevamos adelante. La tierra del Frutillar no es la mejor para la huerta, hay que darle un poquito de cariño y nutrirla. Entonces, todas esas cosas nos vino a potenciar este programa. Al mismo tiempo, es algo progresivo, hoy tenemos 20 personas que vienen acompañando el programa y trabajando y dedicándole una cierta cantidad de horas”, explica sobre este aporte que reciben quienes finalmente y tras estar marginados de cualquier ingreso, logran un salario complementario.
Cosechar la siembra
La huerta y vivero que se emplaza en el barrio El Frutillar pasa su primer invierno. Desde noviembre del año pasado, cuando arrancó el Potenciar, le venían poniendo mucho trabajo y ya en el verano pudieron consumir la cosecha y usarla para el comedor. “Nos fue muy bien, sacamos de todo: berenjenas, lechuga, cilantro, perejil, apio, acelgas, lechugas, nos dio mucho”.
Parte de la experiencia se remonta además al 2020, cuando comenzaron con el programa Nutrir, siendo uno de los invernaderos de esta red. “Fue una primera experiencia, en el 2020 entre compañeros organizados íbamos y poníamos el cuerpo, porque creemos en lo que hacemos”.
Ahora siguen avanzando no solo con la producción de alimentos sino con la reproducción de especies nativas para lo cual realizaron capacitaciones del INTA sobre el manejo, recolección y conservaciones de semillas y siguen en esa línea, capacitándose. “Cuando arranque la primavera tenemos que hacerlas germinar. Estamos en eso, en capacitarnos y también en contacto con la Universidad Nacional de Río Negro para que nos ayuden con el armado de los invernaderos”, dice y detalla que ya tienen dos, y dos que están planificados para el corto plazo. Uno tiene 13 metros de largo por 5 de ancho y el otro es de 8 metros de longitud por 3 de ancho.
Jenifer cuenta que también están trabajando para conseguir una tierra donde armar la propia planta de reciclado de la cooperativa. “Tenemos varios puntos de acopio dispersados por la ciudad, en la escuela 44 en el CEM 20, en el San Ceferino del Frutillar. En esta primera instancia estamos acopiando”, explica sobre este proyecto que arrancó el 17 de mayo con la campaña #reciclemosporbariloche.
Previendo la meta hacia un futuro próximo con este proyecto la Cooperativa ya cuenta con una máquina enfardadora, aunque todavía no comenzó a funcionar ya que aún no tienen un galpón donde instalarla. “La máquina tiene que estar en un lugar con superficie plana, no en la tierra, es pesada, costosa. La idea cuando podamos arrancar a enfardar es en principio vender el plástico, pero la intención final es llegar a hacer madera plástica, lo cual implica un paso a paso, porque también significa adquirir una maquinaria grande y costosa y un espacio donde estar. Pero estamos contentos poque fuimos viendo como progresó el volumen de acopio en las últimas semanas”.
Los caminos que se abren parecen seguir multiplicándose, siempre hay más para realizar y el impulso que dio origen se mantiene intacto. “Lo que tratamos de hacer cuando iniciamos es una concientización de cuidar el medio ambiente, de cuidar nuestra tierra. Hoy a eso se le suma que lo vemos como una posibilidad, como nuestra fuente de trabajo. Como decimos en las chalas que damos en las escuelas: hoy ya no es basura lo que recolectamos, es materia prima y una salida laboral. Cuando empezamos el que no estaba desempleado estaba en negro, cobraba una miseria o changueaba. Vivíamos con nada. Hoy vemos que somos un grupo, que somos muchos compañeros y tenemos que salir adelante”, continúa. “El Potenciar nos vinos a apoyar, pero al mismo tiempo a mostrarnos la veta laboral. Tenemos un horizonte”.
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen