En diálogo con Al Margen, la presidenta de la Comisión de Energía Atómica, Adriana Serquis, relata por primera vez los pormenores de la entrevista que mantuvo con Ann Ganzer, jefa de la misión diplomática de EEUU a nuestro país a principio de abril.
A principios de abril la Subsecretaria Adjunta Principal Interina de la Oficina de Seguridad Internacional y no Proliferación, Ann Ganzer, encabezó una misión diplomática de Estados Unidos en Buenos Aires. Días después, la periodista Alejandra Dandan publicó en Página 12 que Ganzer expresó su preocupación sobre la posibilidad de que nuestro país compre tecnología china para una próxima central nuclear de gran potencia (Atucha III) y que la embajada norteamericana transmitió un mensaje que llegó a oídos de la Cancillería argentina: su intención de asociar a Estados Unidos a la fabricación del CArEM, un reactor en etapa de construcción diseñado íntegramente en la Argentina.
Sobre esa visita dialogamos con Adriana Serquis, presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CoNEA), en una entrevista más extensa que podrán escuchar más abajo.
– ¿Ganzer se expresó sobre la tecnología china en esos términos delante tuyo?
– Esa visita existió, no solamente a autoridades de Ciencia y Tecnología, sino que Ann Ganzer pidió entrevistas con varios funcionarios del Gobierno nacional, autoridades de Invap, NA-SA (Nucleoeléctrica Argentina), incluso se reunió conmigo acompañada de alguien que Ganzer sugirió que se lo había “robado” al FBI, Dominic Casino, en la que manifestó que venía a explicarnos el seguimiento que habían realizado sobre la tecnología china. Explicó qué poco segura podría ser y el peligro que ésta significaba para nuestro país. También acompañé al Ministro de Ciencia y Técnica (Daniel Filmus), al Ministro de Defensa (Jorge Taiana) y al Jefe de Gabinete (Juan Manzur) en Casa Rosada, donde Ann Ganzer nos hizo el mismo comentario.
– ¿Y tú primera impresión cuál fue?
– La verdad fue muy fuerte, porque yo esperaba la posibilidad de explicarle a mi propio gobierno que muchas de las cosas que decía carecían de fundamento. El tipo de seguridad que provee China es similar a cualquier otra tecnología en el mundo. China construyó más de cien centrales nucleares, y si bien la pensada para Atucha III es nueva, ya la usaron en la construcción de dos centrales en Pakistán. Incluso es un sistema aprobado por la autoridad regulatoria nuclear de Inglaterra. Fue muy burda la presentación y expresó, claramente, el miedo de Estados Unidos a que China ingrese en Latinoamérica.
– Hablemos del CArEM: la central íntegramente pensada en la Argentina.
– El CArEM es un tipo de reactor nuclear pensado en los 80 en la Argentina, pionero en el mundo, discontinuado en los 90 y relanzado en el marco de la política nuclear de Néstor Kirchner. En 2009 comenzó a proyectarse y en 2014 a construirse. Es íntegramente argentino, lo que nos permite desarrollar una cadena de valor interesante para consumo interno y para exportar energía nuclear. Además, permite disminuir la emisión de dióxido de carbono. Y al ser una central más pequeña, requiere menos financiamiento y se adapta a necesidades específicas. Es más seguro que los actuales reactores: ante cualquier error se auto apaga.
– Página 12 también informó que la embajada norteamericana transmitió que, si China entra en Atucha, ellos querrían entrar en el CArEM. ¿Fue explícitamente así?
– No fue explícitamente así, pero ellos manifestaron querer colaborar en el tema y tratar de ver en conjunto qué se puede hacer. Pero tampoco ofrecieron financiamiento ni participación directa ni cómo sería esa colaboración. Sabemos que Estados Unidos está tratando de ver cómo nos desarrollamos en este sentido. Lo de Ganzer es una injerencia que yo sólo pensaba que existía en películas. Ellos tienen sus proyectos de reactores modulares, varios elementos son copia de lo que en su momento fue el CArEM. En este sentido, creo que no hemos tenido una política agresiva de cuidar nuestro desarrollo, y ahora estamos trabajando fuertemente para hacerlo hasta que esté fortalecido. Porque el CArEM es sólo un prototipo, no aún un diseño de desarrollo comercial. Cuando esto ocurra, seguramente la Comisión Nacional de Energía Atómica aceptará asociarse a empresas nacionales para expandirlo al mundo.
– Ganzer es Subsecretaria Adjunta Principal Interina de la Oficina de Seguridad Internacional y no Proliferación. Es una funcionaria de alta jerarquía, ¿no?
– Todos los países con desarrollo nuclear participan de estas comisiones de No Proliferación que garantizan mediante sus inspecciones que no haya tareas o investigaciones para fines no pacíficos. La Argentina siempre tuvo la tradición de trabajar con fines pacíficos, aunque siempre fue impedida de ciertas actividades con la excusa de que podríamos hacer proliferación. Por eso estamos siempre bajo la mirada de los países con más desarrollo.
– Los antecedentes de intromisión de los Estados Unidos en asuntos de otros países le aportan al caso otro condimento.
– Así es, por eso fue irrisorio el comentario de lo amenazante que podría ser que China nos robara tecnología. Porque además no sólo se referían al reactor, sino también a proyectos de radio farmacia que impulsa el Invap.
Escuchá la entrevista completa:
Por Pablo Bassi
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen
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