A once años de iniciado, un fallo judicial anuló todas las autorizaciones provinciales y municipales que permitieron el inicio de un desarrollo inmobiliario y de infraestructura para el turismo sobre el cerro Perito Moreno, a unos 25 kilómetros al noroeste de El Bolsón, Río Negro. La sentencia no está firme, pero es un golpe a la lógica de los hechos consumados que alimentan capitales privados en alianza con distintos gobiernos. Investigación de Susana Lara.
Al mismo tiempo, unos kilómetros al norte, se consolida el proyecto de desarrollo en alta montaña de Catedral Alta Patagonia S.A. (CAPSA), ícono del negocio de la nieve en Sudamérica. Hace exactamente dos años, el intendente Gustavo Gennuso firmó la extensión del contrato hasta el año 2056, en medio de un fuerte cuestionamiento social y político local. El impacto de la pandemia de Covid-19 en la trama social de base y en la estructura económica hace más lejanos esos días. La empresa y el municipio proyectan inaugurar la próxima temporada invernal un nuevo medio de elevación y dos nuevas pistas de esquí, oportunidad para analizar el modo en que se conjugan negocios y la aplicación de normas de preservación del medio ambiente.
La envergadura de los dos proyectos (para deportes de nieve, inmobiliario y de urbanización, por sobre la cota de 900 metros sobre el nivel del mar) merecen analizarse en un ámbito de diálogo, porque hablan tanto del modelo de desarrollo propuesto desde los sectores dominantes como de los grupos económicos y los actores políticos e institucionales locales que intervienen.
Perito Moreno
Una Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, de Familia, de Minería y Contencioso Administrativo de Bariloche anuló aprobaciones provinciales y municipales a favor de Laderas del Perito Moreno S.A. y Laderas del Paralelo 42 S.A. para desarrollar una urbanización a partir de un complejo de infraestructura para el deporte, que vinculaba la zona conocida como Pampa de Lüdden (en la parte baja) con la base del centro de esquí Perito Moreno (en la parte más alta). La última semana, los jueces Emilio Riat y Federico Corsiglia y la jueza María Marcela Pájaro fallaron en forma unificada sobre dos reclamos iniciados hace once años por vecinxs de El Bolsón y el paraje Mallín Ahogado. En la práctica anuló todo sustento legal al proyecto, que de todos modos las partes pueden apelar.
El grupo inversor demoró en dar a conocer su posición por la prensa local, asegurando que hacía mucho tiempo había desistido del proyecto, por lo que es de esperar que no apele el fallo. En ese caso, habrá que ver qué decide el Estado provincial (que otorgó avales ambientales y autorizaciones de volteos en bosque nativo), así como el Estado municipal, que hizo lo propio. Podría pensarse que el proyecto se cae sin inversor privado, pero siempre existe la posibilidad de que aparezca uno más sólido que Laderas. La Pampa de Lüdden es el lugar donde Joseph Lewis tiene aprobada, por las autoridades nacionales, una pista de aterrizaje que nunca pudo hacer.
Además, es posible dudar respecto a que el proyecto fue desistido “hace tiempo”, ya que jamás se bajó la oferta pública de loteo. En principio, hay cautela entre lxs vecinxs que salieron a la calle en numerosas oportunidades en defensa del agua dulce sin contaminar y el bosque nativo, entre otros bienes comunes.
Área de negocio
El Bolsón es un área de negocio donde las acciones de empresarios y funcionarios del gobierno rionegrino hacen difícil diferenciar el interés público del privado. Hasta 2011, eso valió para la Unión Cívica Radical (UCR) y sus gobernadores e intendentes; después, para el partido provincial Juntos por Río Negro y sus aliados del peronismo.
El fallo retomó, confirmó y profundizó otro del año pasado. En su voto, Riat hizo una detallada cronología de decisiones estatales, empezando por la cesión de tierra pública provincial a favor del Club Andino Piltriquitrón, que operaba un pequeñísimo centro de esquí. En el año 2000, la provincia transfirió 606 hectáreas del área rural Perito Moreno al ejido municipal de El Bolsón para construir y comercializar una villa turística, que estaría asentada por encima de la cota de riesgo que el propio gobierno estableció como límite, atendiendo a recomendaciones técnicas internacionales.
A esa plataforma se subió un grupo privado que intentó sin éxito un proyecto similar en Villa La Angostura en 2005 con Laderas del Bayo S.A. Esa iniciativa necesitó de más tierra fiscal comercializada en forma ilegal por personajes criollos, pero con la misma matriz fraudulenta que permitió que el empresario Marcelo Mindlin y el grupo belga Burco compraran tierra pública en la misma zona y por los mismos años. El falló recordó esa cesión de tierra fiscal de origen como momento clave, cuando el presidente del Club Andino local era quien hoy es el presidente del Concejo Deliberante, Fabián Rudolph.
En 2010, después de regular los usos del suelo rural y subrural, el municipio de El Bolsón presentó el proyecto de desarrollo integral en la zona del Cerro Perito Moreno, que partía de aquellas 606 hectáreas, pero se ampliaba. En pocos meses, entre 2010 y 2011, el grupo que fracasó en Villa La Angostura formó cuatro sellos societarios: Laderas del Perito Moreno S.A., Laderas del Paralelo 42 S.A., Inversora del Perito Moreno S.A. e Inversora del Paralelo 42 S.A. José Arturo Irusta Cornet, Maximiliano Armando Mazza y Fernando Emilio de Tezanos Pinto integran esas firmas popularizadas como Laderas. Mazza se inició como instructor de esquí en Villa La Angostura. Su condición de hermano de la ex esposa de Bernardo van Ditmar, cara visible de Lewis en la región, pudo haber sido un arma de doble filo: se apropió de un poder que no era propio y Laderas fue percibido como un satélite de Lago Escondido, aunque no hay prueba documental que lo pruebe hasta el momento. Los acuerdos estratégicos no necesariamente suponen acuerdos de negocios.
Luis María Terán Frías intervino como abogado apoderado de Laderas. Además, es socio con Mazza e Irusta Cornet en otras sociedades anónimas, así como con van Ditmar. En su labor profesional, representa a vecinos de Lago Escondido que también se niegan a permitir la servidumbre de paso para garantizar el acceso a la costa y aguas públicas.
El fallo da respuesta al reclamo por un caso puntual, que requirió además mantener en el freezer la aplicación local de la Ley Nacional de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de Bosques Nativos y la falta de tratamiento del Plan de Manejo del Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido (ANPRALE), así como la falta de regularización de numerosa población criolla y mapuche dispersa que ocupa tierras altas de veranada sin título de propiedad, entre otros daños colaterales.
Los capitales especulativos argentinos de Laderas articularon perfectamente, en doce años, con:
- La renta inmobiliaria, de la construcción y de la madera, actuando bajo el manto del turismo en un espacio de alta fragilidad medioambiental;
- la llamada tierra fiscal, como botín de recursos de renta pública y de acción de gobierno;
- la conformación de un verdadero elenco estable de actores económicos y políticos, que integran también estudios de abogados, consultores medioambientales, inmobiliarias, etc.;
- y el proceso del pueblo mapuche-tehuelche, que reivindica el territorio ancestral indígena, que se superpone necesaria y conflictivamente con el área de negocio.
La Catedral
A pesar de haber incumplido el plan de inversiones y tener discrepancias con la liquidación del canon, mediante una readecuación contractual, en 2004 la provincia extendió la concesión de CAPSA hasta 2026 y se comprometió a transferir las tierras del cerro al Municipio de Bariloche en 24 meses. En manos de la familia Trappa, la empresa avanzó en acuerdos institucionales con la provincia y el municipio.
Ahora trabajan contra reloj para terminar con algunas obras antes de la apertura de la próxima temporada de invierno. La nueva silla cuádruple Conexión y las pistas Paralela y La Garganta son parte de la inversión comprometida por 22 millones de dólares. Además, son intervenciones importantes en suelo y bosque de altura, en un medioambiente frágil.
El mundo del negocio de la nieve es muy chico en la Argentina. Todos los empresarios del sector consultados en los últimos años coinciden en admitir que, excepto en Catedral (Bariloche), el negocio no es el deporte –nieve, golf, náutica–, sino el inmobiliario. Las experiencias sociales del Perito Moreno y del proyecto Lago Hermoso en el Parque Nacional Lanín (Neuquén) sugieren transparentar y analizar a tiempo sus alcances medioambientales, imprescindible ante la crisis hídrica y los golpes locales del calentamiento climático global.
Por Susana Lara
Foto portada: Mateo Silva Rey
Equipo de Comunicación Popular Al Margen
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