En 2019, llego a la justicia una causa por abuso sexual en grupo a una joven que en ese entonces era menor de edad, mientras que los imputados no. El hecho ocurrió en 2012 durante una fiesta privada en Playa Unión, Rawson, Chubut a la cual estaban invitadxs solo un grupo selecto de personas y cuyos anfitriones era familiares directos de políticxs y empresarixs. Hace unos días, absolvieron a estos varones en un fallo “sin perspectiva de género” y con serias irregularidades que la abogada de la víctima, Verónica Heredia, cuenta en esta nota con Al Margen.
Una “sobreviviente”. Así es como la nombra Verónica Heredia, su abogada, mientras dialoga con Al Margen. No es para menos si se tienen en cuenta las violencias de todo tipo que esta joven tuvo y tiene que transitar hasta el hoy, comenzando por aquella madrugada del 22 de septiembre de 2012 en Playa Unión (un balneario de la ciudad de Rawson, Chubut) cuando tenía 16 años.
“Todo lo que te voy a decir quedó registrado en el debate oral y público que duró tres semanas. No son apreciaciones ni conjeturas”, aclara Heredia para que no queden dudas y comienza a relatar el hecho para hacer memoria. La violación grupal ocurrió en una fiesta privada cuyo anfitrión era el nieto de un ex gobernador de la provincia. Allí no llegaba cualquiera. Hijos, nietos y sobrinos de políticxs y empresarixs de renombre tanto de Chubut como Santa Cruz habían estado en su organización. Ella, junto a sus amigas del secundario, un grupito de “populares”, fueron invitadas a celebrar ese Día de la Primavera, entre personas que consideraban de confianza.
“Nosotras creíamos que tu amigo no te podía violar. Que si ibas a la casa de esta gente tan bien, no te iban a violar ahí adentro”, cuenta Heredia que dijeron las amigas en el debate y sigue: “queremos resaltar esta característica de este hecho porque es como dice la Dra. Barrancos con la violación grupal en Palermo. Pareciera que lo terrible no pasa en la clase media y sí pasa pero en los márgenes. Entre la gente se dice: somos empresarios, tenemos títulos universitarios, somos profesionales, asique esto aquí no pasa. Y eso es justamente lo que pasó en este lugar”.
Muchxs de lxs 56 testigxs que participaron de esta instancia, 10 años después del hecho, pudieron acreditar el estado en el que la joven se encontraba esa noche. Las amigas dijeron que ella estaba mucho más borracha que todas las demás. No se pudo probar en este juicio que deliberadamente la hayan emborrachado o puesto en un estado de inconsciencia en el que no se acordaba absolutamente de nada, como surgió en los testimonios. Pero sí quedó claro que no estaba en su sano juicio. Inclusive una testigo principal, declaró haber acudido a socorrerla en el momento en que estos jóvenes cometían los abusos y pensar que ella estaba muerta. Entonces, ¿qué tipo de consentimiento puede haber en una situación así?
Un fallo sin perspectiva de género
Las juezas encargadas de emitir fallo, Ana Karina Breckle, Marcela Alejandra Pérez y María Laura Martin, no lo entendieron o no lo quisieron entender. “Todo lo que se fue demostrando no lo escucharon ni lo valoraron”, dice Heredia porque hace unos días decidieron absolver a Luciano Mallemaci, Marcelo Ezequiel Quintana y Leandro Villar, todos mayores de edad al momento de perpetrarse los hechos. Había otros dos más imputados, Tomás Soriano y Robertino Viglione, pero fueron absueltos rápidamente cuando se inició el caso por ser menores de edad en ese momento. Hoy, los “hijos del poder”, están en libertad.
Heredia cuenta que todo lo sucedido “fue un disparo en la psiquis de ella”. Las amigas y su entorno le hicieron un vacío enorme, sentían vergüenza y no lo podían creer. “La puta que había estado con 4” se instaló rápidamente en el pueblo y de ahí en adelante todo fue humillación pública y pesadilla. Tuvo que mudarse a otro lugar e intentar comenzar de nuevo.
Recién en 2018, luego de muchos años de trabajar en terapia lo que había pasado, pudo entender que ella era víctima de violación. Hizo un posteo que generó que la causa iniciara en 2019 y a partir de allí, nuevamente fue sometida a la violencia, en este caso, institucional. “Le hicieron pericias durante 3 días, de más de 3 horas cada día. Con 8 peritos preguntándole, indagándola, juzgándola. Obviamente ninguno de los imputados se sometió a ninguna pericia porque rige el principio de inocencia y entonces no pueden ser objeto de prueba pero la victima sí”, narra la abogada y continua: “En 2020 este caso trasciende públicamente cuando el fiscal califica a la violación como un desahogo sexual doloso. Nuevamente ahí, todo el mundo hablando que ella quería un juicio abreviado, que quería plata y que con eso se solucionaba todo el problema. Sin haberla escuchado jamás”.
Avanza la sociedad, no el Poder Judicial
Heredia explica que el debate oral y público fue totalmente “inquisitivo en contra de ella”. La joven tuvo que defenderse, en vez de los imputados. “Todo el tiempo parecía que la imputada era ella. Los abogados defensores vinieron a investigarla, a su vida sexual, llegaron a decir que si había vuelto a tener relaciones, era un indicio de que mentía porque una mujer violada no puede volver a tener relaciones. ¿Esta gente desde dónde habla?”
No hubo ni un límite por parte de las juezas. “Fue notorio que querían absolver. Constantemente argumentaron que siempre prima el principio de inocencia. Nadie va contra ese principio. Lo que decimos es que el consentimiento en los abusos sexuales no puede ser tácito. Aquí es como si fuera una inversión en la carga de la prueba. Quien dice que consintió, lo tiene que probar. No la victima tener que estar sometida a la sospecha permanente de que ella consintió y ahora viene y miente. Hacen funcionar esto siempre en perjuicio de las mujeres víctimas de abuso sexual. El Poder Judicial mantiene el statu quo, los estereotipos y los prejuicios”.
Afortunadamente, reflexiona Heredia, la sociedad ha ido cambiando gracias a los enormes avances que han logrado los movimientos feministas. De hecho, hoy esas amigas que en aquel momento negaron o descreyeron, están paradas en una vereda distinta y así lo expresaron en el debate. Y esto es gracias a que se instalaron estos temas en las agendas mediáticas, que se debatieron y se sacaron del ámbito de lo privado, que se acompañó y acompaña a aquellxs víctimas de abusos sexuales y que se demostró que no están solxs. Por eso este caso no puede quedar así.
Más irregularidades
Las mismas juezas reconocieron en ese fallo de más de 200 páginas que “había testigxs que mentían a favor de los imputados”, que “se habían preparado testimonios” porque de hecho “uno de los abogados de los imputados ya sabía lo que esta persona iba a venir a decir 2 años antes y que iba a cambiar su relato”. Y esto, “¿no significa nada?”, se pregunta la letrada.
Es muy peligroso porque el mensaje que están dejando es que “se puede ir a un debate oral y público (donde supuestamente se intenta llegar a lo más cercano de la verdad material), mentir y sin embargo, absolver con total impunidad”.
Otro de los argumentos del fallo es que ella no se presentó a declarar. Una de las juezas reconoció que esto hubiese tenido un costo a la salud de la víctima y sostuvo que es “aplaudible” que la querella y la fiscalía hayan desistido de su testimonio. Pero después acota: “el sistema será inhumano pero acá tiene que venir. ¿Cómo va a decir una jueza esto?”, se asombra la abogada y finaliza: “debe ser revocada esta resolución. No puede quedar así. No solamente para todas las víctimas de abusos sexuales, con la vasta prueba que hubo en el debate sino para todas las personas que creen aun en el Poder Judicial”.
Hoy 11 de abril se presentará el pedido de impugnación.
Por Luciana Avilés
Foto portada: Euge Neme
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen