Hoy las bibliotecas populares celebran su día en conmemoración de la promulgación de la ley que dio origen a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip). En tiempos donde pareciera que los libros “quedaron atrás”, estos espacios siguen surgiendo, combinando la lectura con múltiples propuestas culturales y comunitarias.
Recientemente en la localidad de Cushamen, un grupo de jóvenes fundó la primera Biblioteca Popular del pueblo a la que nombraron “Pewú: Tiempo de brotes”. Desde Al Margen, conversamos con David Huenelaf, su presidente.
– ¿Cómo es Cushamen?
-Cushamen es una localidad ubicada al noroeste de la provincia de Chubut, no se sabe a ciencia cierta la cantidad de habitantes que tiene pero se estiman unos 3 mil entre la planta urbana y la zona rural. En su mayoría la gente vive de la ganadería y una gran parte trabaja en el Estado. Es una localidad bastante postergada y nunca ha tenido una iniciativa como la que estamos llevando a cabo actualmente. Conformamos una biblioteca popular, que es una asociación civil sin fines de lucro. Hay muchos niños, adolescentes y jóvenes que no encuentran espacio de creaciones culturales y artísticas.
– ¿Cómo surgió la iniciativa?
-La idea de la biblioteca surge en mis años de estudio. Yo me fui a estudiar a Comodoro Rivadavia la carrera de Licenciatura y el Profesorado en Ciencias de la Educación. Actualmente sigo cursando por la sede de Esquel y con los pormenores que tiene la conectividad acá en la zona rural. Hace tres años que estoy nuevamente en mi pueblo. Charlando con otros jóvenes vimos la posibilidad de fundar este espacio, se fueron sumando de a poco. Este año pudimos concretar un poco más la idea de la biblioteca en nuestra comunidad.
Los jóvenes que forman parte de este proyecto tienen entre 18 y 30 años. Tenemos la particularidad que es una iniciativa que se está llevando adelante por la juventud de Cushamen. Actualmente estamos trabajando en la Ruta 4, hemos abierto las puertas al público, ofreciendo material bibliográfico y todavía nos falta inventariar los libros, que es un trabajo muy arduo.
También estamos asociando personas que es una parte muy importante dentro del sostenimiento de las bibliotecas populares, para que puedan permanecer en el tiempo. Por otro lado estamos con los trámites legales para poder tener aprobada la personería jurídica y enviar los papeles a la CONABIP para poder recibir fondos y subsidios.
– ¿Qué lugar desean que ocupen las bibliotecas populares para las nuevas generaciones?
-El lugar que queremos que ocupe es como un espacio del que se adueñen. En su proyección buscamos focalizar en los niños y la juventud, vemos que no tienen demasiadas posibilidades de poder expresar sus capacidades, sus dones, sus talentos. Nosotros no solamente queremos apoyar los crecimientos personales de cada uno por medio de la lectura, sino que también crear espacios que fomenten la cultura y el arte. Hay mucha gente que no ha tenido la posibilidad de acercarse a los libros, a la lectura. La comunidad todavía sigue teniendo personas analfabetas, es un trabajo arduo de poder germinar y fortalecernos.
– ¿Cuál es el vínculo que tienen con la comunidad?
-Hemos recibido ayuda de muchos lugares y a la vez el acompañamiento de muchos bibliotecarios. La ayuda de la gente de a pie, la gente del pueblo que nos ha acercado libros. Estamos muy agradecidos y seguimos recibiendo libros para agrandar nuestra biblioteca. También la pensamos como un espacio de acompañamiento a los distintos niveles del sistema educativo y claramente un acompañamiento al nivel terciario y universitario que es muy importante para la formación profesional de la juventud en el pueblo.
El contexto en el que vamos a realizar nuestro trabajo está en una comunidad de pueblos originarios, tenemos en cuenta el desafío de poder trabajar para conservar nuestra cultura, poder rescatar material histórico. Seguir sumando conciencia y trabajar sobre lo que somos y sobre todo lo que podemos llegar a ser. Nos reconocemos como descendientes de pueblos originarios, como parte de las comunidades que habitaron este territorio mucho antes de la conformación del Estado Nación. Queremos rescatar el idioma, el lenguaje que hemos ido perdiendo de a poco, todavía tenemos el privilegio de tener algunos hablantes del mapudungun. Esas son algunas de nuestras prioridades.
Escuchá la entrevista:
https://archive.org/details/biblio-cushamen-david-huenelaf-edit-7.50
Por Fabián Agosta y Julia Biagioli
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen