Hoy se celebra en la Argentina el Día del Activismo por la Diversidad Sexual en homenaje a Carlos Jáuregui, luchador por los derechos históricamente negados para la comunidad LGBTQ +. Al Margen eligió recordarlo a través de esta conversación con Pedro Paradiso Sottile, integrante de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) durante 20 años, donde se desempeñó como coordinador del área jurídica, secretario y presidente, y tejió una amistad muy cercana a Jáuregui
“A Carlos siempre lo recuerdo con mucho amor. Al verlo en mi adolescencia, fue la primera vez que yo sentí orgullo de ser quien era y como era”, dice Pedro Paradiso Sottile a Al Margen, para referirse a su amigo con el que compartió años de militancia y aprendizaje. Sigue: “Yo vivía en aquellas épocas en Rosario, cuando lo vi por televisión me di cuenta que podía tener orgullo de ser quien era. Y eso me marcó para siempre y después me marcó para siempre poder compartir el activismo”.
Y es que para Carlos Jáuregui, el mostrarse así tal cual era, el visibilizar y visibilizarse, siempre fueron bandera. A él le gustaba salir en los medios de comunicación. Fue protagonista de la primera tapa de revista argentina cuyos personajes principales eran dos homosexuales. Hablamos del año 1984, Revista Siete Días. Más tarde (1993), será recordado por presentarse junto a las militantes lesbianas Ilse Fuskova y Claudina Marek y otrxs activistas, en el programa que por entonces tenía el conductor Mauro Viale en ATC, “La Tarde”.
Una época en que la hostilidad del mundo heterosexual era mucho más cruenta que en la actualidad. No había sanción de leyes históricas como Ley de Cupo Laboral Trans o de Identidad de Género. Tampoco de Matrimonio Igualitario, que también cuenta con antecedentes de trabajo de Jáuregui, asesor en 1990 del primer proyecto de ley de matrimonio civil.
“Siempre tuvo un marco institucional. Decía que nunca nadie hizo las cosas solo. Supo acompañar y construir un movimiento de diversidad, de lesbianas, de gays, de homosexuales, de trans, de bi sexuales”, cuenta Sottile para seguir recordando al fundador y presidente de la “CHA”, Comunidad Homosexual Argentina, quien en el `92 también fundó “Gays por los Derechos Civiles”.
“Carlos tenía una visión impresionante como también la tenía Cesar Cigliutti. Son grandes referentes porque justamente desde la visibilidad nos enseñaron a ser más fuertes. Nos impulsaron al activismo público, a vivir con libertad, con autonomía. Nos enseñaron a promover los derechos y luchar por esos principios democráticos, de derechos humanos que históricamente nos eran negados porque eran momentos muy difíciles, muy duros en aquellas épocas. Imagínate, post dictadura, salir públicamente a decir: bueno soy gay, soy puto. Eso él lo hizo”. Uno de los primeros en politizar su sexualidad y en pensar la disidencia sexual desde una mirada de lucha colectiva.
A Jáuregui también se le distingue el generar alianzas. Entendía que la articulación con agrupaciones de derechos humanos, feministas, sociales, universitarios eran un eje central para la conquista de los derechos. “Fue una de las personas que nos encontró y que nos hizo encontrar y encontrarnos, que nos hizo más diversos. Nos hizo personas y organizaciones que no solamente era decir y parecer, sino también ser. El encuentro con los otros movimientos sociales y también con nuestro propio movimiento porque Carlos también fue uno de los impulsores de que las diferentes identidades, expresiones, orientaciones nos juntemos y nos encontremos para trabajar juntes. En aquellos momentos (década del ´60, ´70) estaba todo muy disperso y separado. Las personas y los grupos. Había grupos específicos de lesbianas solamente, de gays solamente y así. El tema del machismo y del patriarcado habían marcado fuertemente al movimiento”, agrega el director ejecutivo de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC).
Falleció a los 38 años, en 1996. Nunca dejó de pelear por la modificación de la ley nacional antidiscriminatoria que “increíblemente no incluye taxativamente el tema de la orientación sexual, la identidad de género, sus expresiones o características sexuales”. Todavía la democracia argentina le debe a su propio país, a su propios principios históricos, al movimiento y a la comunidad LGBTIQ + esa modificación, dice Paradiso Sottile. Tampoco alcanzó a ver una implementación efectiva de la ESI y de los derechos sexuales y reproductivos. Inclusive hechos concretos en la “inclusión del cupo laboral travesti trans”. Ni hablar de un Estado laico para poder construir esta ciudadanía con libertad, con autonomía, con diversidad en serio, señala.
“Es muy importante que se siga trabajando en todo esto como lo venimos haciendo desde las organizaciones, nosotres desde la Fundación Igualdad”, el espacio actual de militancia de Pedro, que preside y que está integrado por destacadas figuras como el ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni, la abogada feminista Nelly Minyersky, la filósofa Diana Maffia, la activista Ilse Fuskova, el ex ministro del Interior Aníbal Fernández, la abogada y ex diputada Diana Conti, la periodista Liliana Hendel y la actriz Susy Shock.
Sottile también es profesor y coordinador del Área de Género y Diversidad del Instituto Universitario Nacional “Madres de Plaza de Mayo”(IUNMa). “Creemos en la verdadera transformación y para lograr eso que soñamos, ideales y principios, se pasa por lo que Carlos nos decía: la educación. En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política, decía él”.
“Poder hacer esta mirada histórica, interseccional e intergeneracional es muy importante, sobre todo para ese legado histórico, para las juventudes, que también son aquellas que siguen y que van a continuar esta hermosa lucha a por la igualdad y la no discriminación. Es muy importante de que todes sepan de que esto no lo hicimos nosotres. Esto fue una construcción colectiva. Para que las personas podamos vivir nuestra ciudadanía y nuestros derechos de forma digna con igualdad y equidad. Es un poco lo que resume el legado histórico que nos deja, enseña y que sigue vivo”, dice.
“Todos los trabajos, esfuerzos y luchas están dando grandes posibilidades y oportunidades para transformar cultural, socialmente, políticamente económicamente a la República Argentina, a la sociedad y a las personas. Yo creo que eso es lo más importante, poder ser parte de un nuevo paradigma, de una nueva perspectiva que sea incluyente. Hoy lo recordamos y celebrar con mucho honor y con mucho orgullo. Con memoria, verdad y justicia. Somos esas personas que no solamente tenemos el deber como referentes, como activistas, como defensores de derechos humanos. Tenesmo el deber de reconocer y honrar por la memoria histórica y el legado histórico de Carlos”, agrega Paradiso Sottile.
Por Luciana Avilés
Cooperativa de comunicación Al margen