Se trata del Instituto Arte y Parte que abrió sus puertas de manera oficial este fin de semana con un recorrido por la amplia oferta de disciplinas artísticas que se brindarán en el tradicional chalet La Gloria, construido por el pintor y escultor Osvaldo Lauersdorff en el kilómetro 1,300 de la avenida Bustillo. Es así que esta especie de palacete, declarado patrimonio histórico, vuelve a respirar arte después de casi cien años.
Canto, guitarra, piano, iniciación musical, danzas contemporáneas, ilustración, Tai Chi. El espectro es variado y se propone seguir siéndolo, multiplicando seminarios de diversas disciplinas y enriqueciendo las propuestas para toda la comunidad. Allí, también se podrán estudiar carreras de tres años de duración con títulos profesionales.
“Esta casa tiene algo que atrapa, es muy mágica”, dice la cantante y profesora de canto de larga trayectoria Perla Gleichgerorcht en medio del trajín de la inauguración de este espacio que dirige. Por estos días, ve nacer un sueño de larga data que finalmente toma forma concreta. “Cuando apareció esta casa dije, es esta. Me parece que la expectativa que tenía yo con todo esto es la misma que tiene la gente que viene. Eso me sorprendió mucho, porque quiere decir que todo lo que yo estaba sintiendo adentro -que faltaba un espacio en la ciudad donde la cultura tenga un lugar importante- la gente lo estaba sintiendo igual”.
Reconoce que es un momento difícil, pero asegura que no es de las personas que creen que hay que esperar el momento justo, que las cosas estén perfectas. “Las cosas son perfectas cuando vos las propones y yo me propuse esto hace más de 15 años y se fue postergando. Hace cinco que estoy buscando una casa y apareció esto en plena pandemia. Dije sí, y acá estamos, inaugurando y poniéndolo todo. Mostrando que el arte tiene que estar tan vivo como el resto de las cosas”.
Además de los múltiples talleres que se brindarán, se destacan las tres carreas que tendrán lugar aquí: piano, canto y guitarra. “Es una currícula diseñada por mi hace más de cinco años con una forma novedosa de evaluación y con una quita de materias que no servían y el agregado de otras importantes”, cuenta Perla y adelanta que en el subsuelo ya se empieza construir el estudio de grabación. “La idea es que sea un lugar donde todas las expresiones artísticas tengan un espacio, por eso se llama instituto Arte y Parte. Soy una convencida de que el arte es uno solo, si bien después podemos decir me gusta esta rama o esta otra. Pero es arte. Quería un lugar donde haya muchos espacios donde se pueda hacer de todo, habrá clases da acuarela con salidas al campo, fotografía tradicional. Mi idea es que acá se respire arte”.
Perla también destaca que si bien es un emprendimiento privado, la intención es que puedan acceder la mayor cantidad de personas “y que no sea algo elitista, todo lo contrario”.
Finalmente señala una gran sorpresa por la cantidad de docentes que se acercan con propuestas de mucha la calidad. “Todos los días entra gente preguntando y si hay espacio lo voy brindando. Esta casa tiene casi cien años y desde que el pintor y escultor Osvaldo Lauersdorff la dejó nunca volvió a tener arte, estuvo abandonada muchos años. Creo que la casa ahora está sintiendo el orgullo de volver a tener arte por todos los rincones. Fue muy mágico hacerlo, en tres meses la pusimos a andar.”
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen