El pasado 7 de agosto la Unión de los Trabajadoras y Trabajadores de la Economía Popular marchó por las calles de todo el país por quinto año consecutivo bajo la consigna de Tierra, Techo y Trabajo. La consigna principal fue la lucha por el Salario Básico Universal. Acerca de esta propuesta conversamos con Alejandro “Duke” Palmas referente de la UTEP por el Movimiento de Trabajadorxs Excluidxs (MTE) de la Bariloche.
– ¿Quiénes conforman la UTEP?
-La UTEP viene a nuclear a todo ese universo de trabajadores y trabajadoras de lo que antiguamente se le decía la economía informal o en negro. A partir del crecimiento y la maduración de los movimientos sociales en argentina nos empezamos a reconocer como trabajadores de la economía popular. Nosotros entendemos que todo el mundo trabaja, en las tareas de cuidado, domésticas, como vendedores ambulantes, en servicios… Un sinfín de trabajos que se realizan desde el pueblo y aún no tienen derechos.
Todos trabajamos, pero no tenemos los mismos derechos de alguien que tiene un laburo en blanco. En ese recorrido nos fuimos conformando primero como CTEP y hace dos años a esta parte como UTEP, ya enmarcados en la construcción de lo que va a ser el futuro gremio o sindicato de la economía popular. Necesitamos un pliego enorme de reivindicaciones para el sector.
– ¿Cómo viene esta construcción en Bariloche?
-Este crecimiento viene muy bien en términos de organización. En 5 o 6 años pasamos del no reconocimiento a organizarnos. A partir de eso empezaron las movilizaciones, sobre todo en el macrismo que fue el momento más áspero. El 7 de agosto se cumplieron 5 años de lo que fue la Ley de Emergencia Social que para nosotros es un hito muy importante, nos permitió acceder a lo que se llama Salario Social Complementario.
Ahora pudimos hacer el primer piso de derechos con la Emergencia Social lo que tenemos por delante es empezar a pelear por el Salario Básico Universal. Esto nos lo vino a mostrar la pandemia, el año pasado cuando la gente se tuvo que quedar en sus casas y apareció lo que se llamó el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) se anotaron 11 millones de personas. Ahí tenemos una prueba acabada de la cantidad de personas que están en la economía no formal.
A partir de esos 11 millones, 9 millones pudieron recibir el beneficio del IFE. Nosotros en los movimientos sociales en el 2020 teníamos 500 mil Salarios Social Complementarios, compañeros y compañeras que están organizados, pero nos quedaron afuera 8 millones de personas que no tienen ningún tipo de organización y que están en la misma situación que nosotros.
Quedó expuesto el universo de los que no trabajan en relación de dependencia. A ese universo apunta el Salario Básico Universal. A reconocer los derechos de estos 9 millones de personas, estamos hablando de un monto mínimo de 9mil pesos por persona a partir de los 18 años de edad. Esto sería para quienes no trabajan en la economía popular organizada o en la economía formal.
– ¿De qué lugar saldría este Salario Básico Universal?
–Son 980mil millones de pesos los que se necesitarían. Esa plata se compondría un 40% de lo que ya existe hoy que es la Tarjeta Alimentar y el Programa Progresar. Por eso cuando surgió el aumento de la Alimentar los movimientos sociales fuimos muy críticos porque en realidad tiene que ser algo provisorio.
Entonces, la gente que tiene la Tarjeta Alimentar o el Progresar, pasaría a tener el Salario Básico universal. La idea es crecer en la cantidad de destinatarios de las políticas sociales. Como el 40% ya estaría cubierto con los programas sociales existentes hoy día en Argentina, el 60% restante se plantea que venga del Impuesto a las Grandes Fortunas o un impuesto similar que le saque a los que mas tienen.
Esta fue la reivindicación más fuerte, pero también se está pidiendo que haya subsidios o créditos para las unidades productivas de la economía popular. Lo que tenemos que lograr es que la economía popular no organizada pase a serlo. Eso significaría trabajo digno, producción, empleo y servicios. En todos los barrios hacen falta lugares para tareas de cuidado de niños y niñas. Los movimientos sociales tenemos la capacidad de hacerlo.
Por Mariela Martínez y Julia Biagioli
Foto portada: Télam
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen