Según los últimos datos oficiales hay alrededor de 100 mil personas privadas de su libertad en nuestro país. Aún así, la realidad cotidiana en las cárceles y alcaidías queda oculta para la mayoría de la sociedad. En tiempos de pandemia, se han agravado las situaciones relacionadas con el cumplimiento de los derechos humanos de las personas detenidas y sus familiares. Para conocer el panorama actual del Penal Nº3 de nuestra ciudad, conversamos con Cristina Martin, integrante de la Pastoral Penitenciaria.
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“Las condiciones en las que están viviendo son muy precarias. Cuando uno reclama mucho, los presos o las familias, la solución más rápida es trasladarlos. Hay muchos de acá de Bariloche en Viedma donde han inaugurado un pabellón más grande, donde tienen huerta, criadero de chanchos, es un penal que tienen para pasar el rato. Acá están acinados, no da para más, no es justo para el personal que trabaja como para el que está cumpliendo su condena.”