A un año de la desaparición seguida de muerte de Facundo Castro, el joven que fue visto por última vez cuando dos oficiales de la Bonaerense lo detuvieron en Mayor Buratovich, su mamá Cristina habla sobre las novedades de la causa y la necesidad de mantener viva la memoria. Una nota de Cítrica.
La vida de Cristina Castro dio un giro de 180 grados el 30 de abril del año pasado. Una hernia que tenía hacía varios años en su ombligo empeoró cuando comenzaron los rastrillajes y las largas caminatas para encontrar a su hijo Facundo. Pasó días enteros recorriendo, con frío y viento, la zona de los cangrejales de Villarino y también los alrededores, caminos de un barro difícil de transitar.
“No necesito que me lo cuenten, yo vivo día a día el dolor de su ausencia, peleo contra un sistema corrupto que cambia informes, que guía testigos, cuando la verdad está a la vista”. Cristina nunca pensó que un día iba a tener que escribir esas líneas en su cuenta de Facebook, lo publicó el año pasado cuando se dio cuenta que lxs oficiales bonaerenses que habían visto por última vez a su hijo se contradecían en sus declaraciones.
“Yo no sabía de la maldad de la Policía hasta que pasó lo de Facu –le dice a Cítrica del otro lado de teléfono, desde su casa de Pedro Luro, en el partido bonaerense de Villarino–. El pueblo no les tiene miedo, no sé si alguna vez lo tuvo. En realidad, le tenían respeto como lo tenía yo, pero después de la desaparición de Facu la Policía perdió el respeto de la gente. Están enojados, quieren que se vayan todos y vamos tras eso, que se vayan todos, que no quede ninguno. Nos duele la pandemia, tenemos muchísimo respeto por el personal de salud, ellos nos duelen. Si no fuera por eso, ya hubiéramos salido a la calle”.
Cristina tampoco imaginó que las fotos con el rostro de su hijo iban viajar por todo el país, que se iba a convertir en afiches y murales en las paredes, en las calles y en las redes sociales. Cuando no estaba trabajando en la estación de servicio, estaba buscando a Facundo o desmintiendo, con una lucidez y fortaleza admirables, a los medios locales que difundían versiones falsas para encubrir a la Bonaerense.
Mucho menos imaginó que empezarían a llegarle mensajes de madres y padres que le contaban lo que la Policía había hecho con sus hijxs, pibes que al igual que Facu, corrieron con la maldita desgracia de cruzarse a un patrullero en cualquier lado, en algún momento del día.
Cristina tuvo que operarse de esa hernia hace unas semanas, hoy está recuperándose: “Estamos peleándola, renovando fuerzas. Este mes es muy difícil para nosotros como familia. Pusimos todo ese dolor que teníamos en preparar un evento para el 30 de abril. Nosotros acá, cada vez que hemos hecho algo, los amigos de Facu han sido los más afectados. Les han caído del Municipio con multas descabelladas de 220 mil pesos por hacer unas pintadas pidiendo justicia por su amigo. Estamos tratando de volcar toda la tristeza y el dolor en hacer algo para recordar a Facu”.
“Con la única que he tenido charla fue con Sabina Frederic. Es muy amable, yo le envío un mensajito y ella me llama. El resto, nada.”
“Espero saber la verdad sobre lo que hicieron con mi hijo”
Cristina celebra la remoción del fiscal Santiago Ulpiano Martínez, cuestionado en varias oportunidades por ella y sus abogados, Luciano Peretto y Leandro Aparicio; y también reconocido por entorpecer y frenar el avance del proceso de justicia en juicios de lesa humanidad. Será reemplazado por Iara Silvestre.
La mamá de Facundo cuenta que está conforme con la incorporación de la nueva fiscal, con quien ya tuvo oportunidad de conversar: “Se nota que es una persona muy humana y profesional. Desde el momento en que la asignaron, lo primero que hizo fue pedirles mi número a los otros fiscales. Enseguida se puso en contacto conmigo por teléfono y me dijo ‘si yo no hago bien mi trabajo, no puedo volver a mi pueblo’. Porque su pueblo se lo demanda, es como nosotros, como cada uno de los que estamos involucrados en esta causa. Con el equipo entero teníamos planeado juntarnos el 13 de abril, pero se suspendió por las restricciones de la pandemia. Un fiscal tenía que viajar de Capital Federal, otro de Pehuajó y Bahía Blanca está al rojo vivo con los casos de coronavirus. Hemos tenido una reunión virtual y estamos esperando las resoluciones de la Cámara”.
“Sergio Berni es esa veta de la dictadura que no se cerró.”
Tanto la jueza a cargo de la causa, María Gabriela Marrón (recusada por los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin en febrero, por considerar que la magistrada perdió la imparcialidad en este caso), como el fiscal Ulpiano Martínez, fueron acusados por la querella particular y la que encabeza la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) de “contribuir al encubrimiento del hecho para beneficiar a los uniformados, con la estrategia de abonar la hipótesis de un presunto accidente en el que Facundo habría perdido la vida”. Sin embargo, la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca resolvió que Marrón seguirá a cargo de la causa que investiga la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo Castro.
Cristina asegura que nunca tuvo comunicación con la jueza, a pesar de haberlo solicitado en varias oportunidades. Dice sobre ella: “Sigue ninguneando y maltratando a los fiscales que están en la causa. Ya sorteamos al fiscal, logramos pasar esa barrera que teníamos y ahora tenemos una muralla más que sortear que se llama Gabriela Marrón. Confío en la Justicia para que podamos seguir avanzando”.
–¿Qué pasó con el testigo de identidad reservada que recibió amenazas? ¿Pudiste hablar con él?
–No me dejan acercarme a los testigos. Me lo han prohibido los fiscales, no he podido llegar hasta él y hablar personalmente, pero sí intercambiamos un Zoom con la gente de Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas, que es la que está trabajando con ellos. Los testigos estaban muy asustados por estas amenazas que venían teniendo, como las veníamos teniendo nosotros. Cuando salimos de Pedro Luro a hacer cualquier cosa, aunque sea dentro de Villarino o en Bahía Blanca, a los minutos estamos rodeados de patrulleros nos siguen para todos lados, nos vigilan constantemente, pero no aflojamos.
–¿Volviste a ver a los policías implicados en la causa?
–No, porque justo me operé. El testigo apareció el 23 de marzo a la madrugada y yo me operé ese mismo día a la mañana, así que estuve encerrada, mucho tiempo en cama. Todavía no tengo las defensas para salir. Me faltan unos días de recuperación, así que no he vuelto a cruzar a nadie. Me levanté solamente para hacer cosas estrictas, controles y lo que refiere a mi salud.
–¿Tuviste algún nuevo contacto con Sergio Berni?
–No, ni queremos. De él lo único que hemos tenido siempre fueron amenazas. No queremos saber absolutamente nada. Es como yo digo siempre: él es esa veta de la dictadura que no se cerró.
–¿Volviste a reunirte con algún representante del Gobierno?
–Con la única que he tenido charla fue con Sabina Frederic (ministra de Seguridad de la Nación) el día que desapareció el testigo protegido. Es muy amable, yo le envío un mensajito y ella automáticamente me llama. El resto, nada.
“Si yo no hago bien mi trabajo, no puedo volver a mi pueblo”, le dijo la nueva fiscal del caso, Iara Silvestre.
–¿Qué pasa con los medios locales? ¿Siguen defendiendo a la Bonaerense?
–Ahora se calmaron un poco. Desde el mismo momento en que salió el fiscal Ulpiano Martínez, no publicaron nada más. Es que, claro, sin él ya no les llega información.
–¿Qué expectativas tenés con respecto a la causa?
–Espero llegar a la justicia, saber la verdad sobre lo que hicieron con mi hijo. Hay testigos que se han presentado a declarar por su cuenta, no los ha buscado nadie, y hay un testigo que involucra al presidente del Concejo Deliberante y al intendente de Villarino. Son acusaciones gravísimas que han dicho estas personas. Para el día de hoy habíamos solicitado hacer un evento, pero desde el Municipio nunca nos contestaron, nos ignoraron completamente. Presentamos un proyecto particular para ser tratado en el Concejo Deliberante, lo acompañamos con cartas de madres, abuelas, hijos e hijas de distintas instituciones de derechos humanos que se han involucrado, y nunca recibimos respuesta.
A pesar de que las autoridades de Villarino no quieren que se mantenga viva la memoria de Facundo Castro, no podrán callar a todo un pueblo que acompaña a Cristina y continúa exigiendo justicia. Hoy, 30 de abril, amigxs y familiares de Facundo Castro convocan a un bocinazo en auto a las 19:30 y mañana, 1 de mayo, un grupo de artistas de Villarino realizará un festival cultural y también pintarán un mural. La actividad podrá verse por streaming con el hashtag #MilFloresParaFacuCastro.
Por Estafanía Santoro (Cítrica)
Fotos: Agustina Salinas
Redacción
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen