Más de 1700 km separan la localidad sureña de El Bolsón con la cosmopolita Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el medio existen una infinidad de pueblos y localidades que serán atravesados y recorridos a pie por un grupo de mujeres indígenas. El objetivo: darle batalla, visibilizar, intentar frenar, reclamar y exigir un basta de “terricidio”, práctica que se viene produciendo sobre los territorios plurinacionales, que se han visto severamente afectados, sobre todo, en estos últimos tiempos.
La fecha de partida será el 20 de marzo. Habrá dos columnas. Una que partirá desde la Comarca Andina, otra lo hará desde el norte. Ese mismo día, saldrán mujeres desde el Chaco, Jujuy y Córdoba con el mismo destino: CABA. La idea es estar allí el 25 de Mayo, fecha para nada casual, ya que se cumplen 211 años del primer grito de independencia de la República Argentina.
“Recordamos que en esa fecha el Estado se empezó a constituir como una fuerza de invasión en los territorios indígenas. Por eso la elegimos, a modo reflexivo y emblemático”, sostuvo Moira Millán, weychafe mapuche, activista defensora de derechos humanos y de la Madre Tierra, en diálogo con Al Margen.
Ella además es escritora y cofundadora del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, organización conformada por 36 naciones indígenas originarias que viven en esta parte de la hoy llamada Argentina.
Desde este espacio están motorizando la iniciativa porque no quieren “tutelaje ni de hombres machistas o patriarcales ni del feminismo blanco”. Es una organización que “habla desde el lugar de ser mujeres indígenas” con sus reclamos propios que hoy están colectivizando, porque la idea es que la “caminata sea plurinacional, que estén todos los pueblos y también el pueblo argentino. Que sea intersectorial. Que todo aquel y aquella que sienta el deseo de luchar contra el terricidio que pueda marchar y caminar junto a nosotras. Caminaremos junto a todas aquellas personas que al igual que nosotras se sientan indignadas, impotentes, y que no quieren ser simples espectadores/as ante la tragedia, ni cómplices silenciosos/as frente a la destrucción de la vida”.
¿De qué hablamos cuando hablamos de “terricidio”?
Terricidio “es un concepto que ha surgido del mismo Movimiento y que sirve para explicar una práctica política que surge del poder” explicó Millán mientras agregó que “en el mundo entero se provocan este tipo de atrocidades y crímenes contra la Mapu y lamentablemente nadie paga un costo. Solo los pueblos nos volvemos víctimas de estas consecuencias que trae el terricidio pero nadie paga un costo. Entonces es tiempo de decir basta. Tiene que haber justicia para la Mapu, para la Pacha y para la tierra. Tiene que haber justicia para los pueblos”.
El término terricidio sirve para “sintetizar la visión tridimensional de la vida que tienen los pueblos indígenas”. No es solamente el ecocidio – el atentado contra la vida de los ecosistemas- de la naturaleza, por ejemplo, con los incendios. Sino también es el atentado contra la vida de los ecosistemas espirituales o perceptibles para el mundo indígena. Para los mapuches, nosotros tenemos lugares sagrados donde hay fuerzas que originan la vida, y esos lugares están siendo irreversiblemente afectados. Entonces, también la denuncia y el deseo de proteger estos ecosistemas espirituales. También es el genocidiode los pueblos que por supuesto van siendo eliminados a medida que avanza todo el extractivismo, la contaminación y la destrucción. Y finalmente, lo que sería el epistemicidio indígena. Es la eliminación de otros modos de habitar el mundo que tenemos los pueblos indígenas. Es decir, el terricidio es la síntesis de todas las formas de matar la vida que tiene el sistema”.
En relación a ello, hizo especial hincapié en la “clandestinidad a la que se ven sometidos los pueblos indígenas”. “Por ejemplo, se nos prohíbe o se buscan todas las maneras de cercenar nuestro derecho a la medicina ancestral, a nuestra espiritualidad. Si bien no hay herramientas específicamente represivas en lo jurídico, hay una línea difusa porque no se reconocen esos derechos. Entonces de pronto si aplicamos medicina ancestral sobre otras personas se nos cercena ese derecho porque es una práctica ilegal de la medicina. Es decir, no hay reconocimiento de la totalidad de nuestra cultura que es en absoluta armonía con la naturaleza. Entonces también es una forma de eliminación de este modo de habitar el mundo que tenemos los indígenas”.
Mientras no tengamos justicia, para ellos no habrá paz
“La idea venia girando en nuestros piukes (corazones) hace rato pero debido a esta atrocidad que se está cometiendo contra la Mapu con los incendios, se acelero la decisión de empezar a caminar”, explicó. “Este es un caminar que no solamente se va a dar de aquí a mayo. Es un caminar que nos vamos a dar por décadas porque es una lucha como empezaron seguramente las generaciones que nos antecedieron para conseguir la legalidad del aborto. Es una lucha que empezaron y seguramente les costó bastante a quienes empezaron a decir que el asesinato de los pueblos era genocidio. Es decir, es emplazar no solamente una categoría penal sino un concepto, una idea sobre las diferentes formas de ejercer y practicar la muerte. Son los crímenes que no nos enseñan que son crímenes”, dijo.
“Plantear esto es como ponerlo sobre el tapete. Es empezar a hablar sobre este tema. Pero por supuesto que no va a ser tangible ni de manera inmediata o en mediano plazo la respuesta del Estado frente a esta demanda. Un Estado que además tiene una estructura construida sobre la corrupción, un Estado que ha mal administrado los territorios que invadió. Vemos que el terricidio que se está provocando viene a partir de intereses millonarios de las empresas extractivistas. Es decir, no confiamos en esta estructura de poder y de Estado. Sin embargo tenemos que dar pelea. Tenemos que emplazar nuevas categorías. Tenemos que decir: somos pueblos que queremos abrazar la vida y estamos contra el terricidio. Demandaremos que sea considerado un crimen de lesa naturaleza y lesa humanidad, que se juzgue y se condene a los terricidas, tanto empresas como gobiernos. Hasta aquí todos los atentados contra la vida de nuestra madre tierra han sido impunes. El Estado debe dar cuenta de lo que ha hecho con nuestros territorios”, agregó.
No es solamente una caminata de protesta y de denuncia
Hay propuesta. En cada pueblo y localidad que recorran a pie, se realizarán asambleas con el fin de elaborar un anteproyecto que será presentado en CABA. “La idea es caminar entre 18 y 20 km por día y desplazarnos parte del recorrido en vehículo para llegar a tiempo el 25 de mayo. Sí entraremos y saldremos de los pueblos caminando”, informó Millán. “Tal vez las generaciones que vengan recojan esta iniciativa que hoy vamos a caminar de manera humilde pero categórica y con fuerza las mujeres indígenas”, sostuvo.
No es casual que sean ellas quienes impulsan la movida. No es casual que sean las mujeres, mujeres de pueblos originarios las que una vez más salen a la lucha, a poner el cuerpo. “Hay una fuerza telúrica que están expresando las mujeres del mundo. Vemos que mayoritariamente son mujeres las que en los territorios salen a defender la vida. Aunque después vemos que toman la vocería de esos actos los hombres, aunque la mediatización de quienes representan esa lucha son hombres.” Por eso, “desde nuestro lugar como mujeres indígenas vamos a convocar y a organizarnos. Y hacemos un llamado a todes. Tenemos que dejar las diferencias de lado. Esto que está pasando es gravísimo. Nos están matando de todas formas. Nos están inoculando virus letales. Nos están quemando los bosques, nos están contaminando las aguas. No hay excusa, el tiempo es ahora. ¿qué más esperamos para unirnos y decir basta al terricidio? Se preguntó la integrante del Movimiento de Mujeres por el Buen Vivir mientras pidió por una “unión en clamor por la vida, construyendo junto al pueblo argentino y los pueblos del mundo una nueva matriz civilizatoria. Estamos decididas a ofrendar nuestra fuerza, sabiduría, nuestro espíritu y nuestro andar para terminar de una vez por toda con tanta muerte”.
Para apoyo y caminar junto a ellas, comunicarse al correo bastadeterricidio@gmail.com.
Por Luciana Avilés
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen