La Agrupación de Mujeres Muralistas de Argentina (AMMURA) se prepara para la tercera pintada federal que tendrá lugar entre el 5 y el 8 de diciembre. En Bariloche la agrupación lleva dos años trazando murales en la ciudad y convirtiendo distintos espacios en galerías de arte a cielo abierto. Por estos días, sigue vigente la campaña para conseguir colaboraciones para insumos y materiales que permitan poner manos a la obra.
La temática “mujeres y territorio” será en esta oportunidad el hilo conductor de los trabajos que se desarrollarán de manera simultánea a lo largo y ancho del país, visibilizando la labor que llevan adelante las mujeres muralistas.
Como mismo detallan desde la organización, AMMURA nació como una iniciativa para defender los derechos laborales de las mujeres muralistas en Argentina. “La sumatoria de injusticias frente a la precarización laboral de las mujeres artistas, sumado a honorarios diferenciales y la desigual elección entre varones y mujeres para participar en festivales artísticos y proyectos estatales, impulsó a varias mujeres muralistas a unirse para denunciar esta injusticia y promover un cambio profundo sobre esta realidad”, señalan desde la entidad.
Justamente, un relevamiento llevado adelante sobre los principales proyectos y obras públicas en la producción de murales -con especial énfasis en el distrito de la Ciudad de Buenos Aires donde nace AMMURA- demostró que casi un 90% del total de las obras que pueden apreciarse en esa ciudad fueron realizadas por varones. Es por eso que desde la agrupación proponen que haya “un 50% de muralistas mujeres en los eventos, proyectos, obra pública a través de concursos públicos con jurados rotativos también compuestos por un 50% de mujeres”.
Los relevamientos también dejaron en evidencia la gran cantidad de mujeres que en todo el país trabajan sobre muralismo -solo en la primera pintada federal participaron alrededor de 300 artistas de todo el país – y las diferentes problemáticas que vive cada zona.
“En Bariloche veíamos que no teníamos esta misma lucha que en Buenos Aires respecto a la diferencia laboral entre hombres y mujeres: acá directamente no había demanda laboral”, relata Juli Japines, referente de la agrupación en Bariloche. “Por eso el principal propósito al comienzo fue salir a trabajar para hacernos conocidas y empezar a generar trabajo. La problemática es diferente en cada lugar”.
Sin embargo, con la impronta de cada espacio, la lucha se aúna en la necesidad de reconocimiento de la labor. Así empezaron a organizarse y a crear diferentes redes y acciones, generando proyectos, participando de convocatorias, aunando fuerzas, una expresión que queda plasmada en la pintada federal: “Todos los diciembre salimos las mujeres muralistas de Argentina a pintar y mostrar nuestro trabajo. Acá en Bariloche el primer año fuimos dos y pintamos la garita del kilometro 8. Ya el segundo año éramos unas 10 y pintamos un paredón de las Victorias. Para este tercer mural estamos buscando alguna pared un poco más descentralizada, salir del centro e ir al Alto”.
Trabajar el espacio público
Espacios en blanco, paredes grises o gastados ladrillos se transforman en espacios que comunican, en obras que ya no pertenecen a uno o dos, sino a la comunidad toda. “Es muy lindo estar en la calle y que pasen los vecinos y escuchar a tus espaldas las reflexiones, ver qué le genera la obra a la otra persona, si esa pared estuviera pintada de blanco no se pararían a pensar y analizar qué les está haciendo sentir eso. Ese intercambio con la sociedad es muy bueno”, dice Juli Japines. Sobre las distintas temáticas de los trabajos explica que tratan de pensar en el contexto en el que se hace la obra.
“Cada una tiene una estética muy particular y diferente, eso esta buenísimo, porque enriquece un montón, pero cuando vamos a trabajar en cada espacio nos tomamos el tiempo para reflexionar, qué vamos a hacer. Por ejemplo, presentamos un proyecto para pintar el Skatepark de Bariloche, inquietud que nos surgió viendo ese espacio tan gris y de cemento. Frente a eso, nos tomamos el tiempo para estar ahí, hablar con los chicos, ver qué los inspiraba. Estuvimos en el lugar a ver qué sentíamos y ahí elegimos una temática”.
Así también será en el caso de la pintada federal que va a trabajar sobre cuerpo y territorio: “Es muy amplio y cada una desde su estética lo puede abordar como quiera, pero a lo largo queda un mural integrado porque tiene un significado detrás”.
– ¿Cómo se puede colaborar en la campaña para la realización de mural?
-Para todos los trabajos que hacemos -escuelas, salitas- tratamos de autogestionar la pintura. Muchas veces hacemos rifas. En esta oportunidad difundimos un video (ver contacto) con las opciones de colaboración para conseguir materiales para la pintada federal. Cualquier ayuda nos sirve, desde tachitos con pintura a pinceles.
Trabajar en equipo
“El momento de pintar con otros es un momento muy enriquecedor”, dice por su parte Bety Rubio, integrante de AMMURA Bariloche y destaca lo que se genera a partir de la red: el intercambio de ideas, bocetos, proyectos y el trabajo en equipo. Había tenido la experiencia de pintar en Buenos Aires y siempre le había quedado pendiente retomar el espacio en esta rama del arte.
“La primera vez que me invitaron a pintar fui de corajuda, porque no había pintado nunca un mural sola. Ese fue como el bautizo, ahora ya me siento más relajada”, cuenta y recupera la grata experiencia: “Cuando estás ahí, vas viendo la técnica de cada una, los distintos estilos, y es muy lindo. Se crea mucha camaradería y a la vez está la experiencia de intervenir el espacio público, dejar una huella, un aporte”, completa Bety y ya se prepara para cuatro días a puro muralismo.
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VIDEO: https://fb.watch/24-Bcyx79D/
Por Violeta Moraga
Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen