Este 17 de octubre no se pudo poner las ruedas en la fuente pero una coreografía de camiones y una interminable caravana de autos demostró toda la maquinaria de su poder.
El 17 de octubre es el mito fundacional del Peronismo: los trabajadorxs salieron a la calle, se apoderaron de la plaza de mayo, se refrescaron en la fuente y reclamaron a Perón como presidente. Este 17 de Octubre no pudieron poner las ruedas en la fuente pero una coreografía de camiones y una interminable caravana de autos, no solo demostró el respaldo al gobierno de Alberto Fernández sino que volvió a dar vida a la calle, hasta ahora desierta.
Según Horacio González las filas de camiones parecía una caravana de camellos gigantes atravesando el desierto. En el Cohete a la luna, Verbistsky escribió “Se atrevieron a tocarle los bigotes al león, que ayer se despertó y rugió.” Estas metáforas dan cuenta del intento de vitalizar de algún modo ese espacio de lucha que por la pandemia se mantenía inerte.
Horacio González en una entrevista en “Lo peor ya pasó” comparó la tradicional imagen del tranvía atiborrado de gente -símbolo de la humanización de la tecnología, con la coreografía de camiones en donde las máquinas representaban al pueblo organizado. Este nuevo pueblo se describe con la potencia de la máquina y del animal.
La metáfora de los camellos se puede leer como el pueblo que en la adversidad resiste y sigue al líder de la caravana. Y por otro lado, la del león, encarna la fuerza instintiva. El resultado es igual a una multitud leal y salvaje.
¿Este acto de irreverente lealtad fue espontáneo o no? Había tres festejos previstos para ese día. El gobierno rechazó una marcha multitudinaria por razones sanitarias. Alberto daría su discurso en la CGT en el salón Felipe Vallese. El sindicato de camioneros se organizaba para movilizarse en las calles. Mientras que para la gente de pie se armaba un festejo a través de las redes. A las 13 horas, supuestamente, clickeabas un botón, entrabas a la plaza y elegías tu avatar para participar en la movilización virtual.
Aparentemente no había nada de espontáneo en este día de la lealtad, como tampoco parecía serlo el 17 de octubre de 1945. Ese primer 17 estaba organizado desde el sindicalismo, pero las dudas y controversias de los dirigentes hizo que las bases desbordaran la cúpula y que los trabajadorxs tomaran el impulso de salir a la calle. Esa organización fue de abajo hacia arriba como lo había indicado, una semana antes, el secretario de trabajo y previsión en su discurso de despedida: “…Si algún día, para despertar esa fe, ello es necesario, me incorporaré a un sindicato y lucharé desde abajo.”
Lo que sí no estuvo en los planes, este 75 octubres, fue el cyber hackeo a la marcha virtual. Mucha gente que dudaba si salir o no, por contagiarse o por contagiar a otrxs o por la recomendación del gobierno, no resistió el llamado de los bocinazos, se subió al auto o a la bicicleta y se sumó a la fiesta. La foto del auto sobre el cual se escribió a las apuradas: “Volteame la web que me subo al auto” circuló por la calle y por las veloces autopistas de las redes.
Si los camellos y los leones no se hubieran despertado, la foto de la página hackeada con la plaza vacía hubiera sido un meme muy triste. Este 17 de Octubre refutó la escena mediática que imponen los medios hegemónicos. Para los que intentan debilitar al gobierno con banderazos y ensoñaciones golpistas, no hay mejor antídoto que un pueblo instintivo y leal, que una vez más demostró toda su potencia.
Por Verónica Battaglia
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen