Más de mil bolivianos residentes en la región se encuentran habilitados a votar presidente este domingo. En diálogo con Al Margen, el cónsul destituido por la dictadura, Néstor Condorí Coarite, convocó a sus compatriotas a restituir al MAS en el poder.
Néstor Condorí Coarite, ex cónsul de Bolivia para Río Negro, Neuquén, La Pampa y sur de la provincia de Buenos Aires, destituido por Jeanine Áñez, la auto proclamada presidenta tras el golpe de Estado a Evo Morales, convocó a sus compatriotas “a ejercer el derecho al voto” este domingo, en las elecciones presidenciales.
En la región, son alrededor de 1030 los bolivianos empadronadas a sufragar en distintas ciudades. Los residentes en Bariloche podrán hacerlo en la ciudad neuquina de Centenario, 370 kilómetros al norte, donde funciona la Defensoría del Vecino (Mamá Margarita y Honduras, manzana 390), entre las 8 y las 17. Deberán concurrir con tapaboca, alcohol en gel, lapicera, cédula o pasaporte y permiso para circular.
El voto de los bolivianos en el extranjero podría ser determinante, al punto de garantizar la victoria del MAS en primera vuelta. Suman el 4,1% del padrón habilitado a votar, cuyo 47% vive en la Argentina, con una adhesión al MAS cercana al 80%.
Días atrás, Evo Morales advirtió en Twitter que el Tribunal Supremo Electoral cercenaba el derecho al voto de la comunidad boliviana, al retacear información clave sobre los comicios en el exterior.
Desde que la autoproclamada presidenta Añez renunció a su candidatura, como así también lo hiciera Tuto Quiroga, la elección quedó prácticamente polarizada en 8 puntos entre el masista Luis Arce y el expresidente Carlos Mesa.
–En relación a la advertencia de Evo, ¿cómo se prevé el escenario electoral en la región?
-Tuvimos problemas sobre todo en Mendoza, Córdoba y Comodoro Rivadavia. Pero en los últimos días, el Tribunal Supremo Electoral informó sobre la ampliación de mesas y brindó información fidedigna. En la Patagonia casi no hubo problemas.
– ¿Es posible la victoria del MAS en primera vuelta?
-Tenemos el objetivo y la esperanza de recuperar la paz social, ya que vivimos un desgobierno, persecución, despido de trabajadores, corrupción en empresas estratégicas. El año escolar en Bolivia fue clausurado. Durante once meses, la derecha capitalista demostró su verdadera cara. Más que nunca el pueblo tomó nota de estos actos. Hemos sufrido mucho, pero estamos seguros que ganaremos en primera vuelta.
– ¿Qué expresa la fórmula Luis Arce – David Choquehuanca, del MAS?
-Durante 14 años, Evo Morales demostró una expansión económica como nunca. Muchos países han ponderado este desarrollo, que en parte fue gracias a un hermano economista que ha demostrado capacidad: Luis Arce Catacora, nuestro candidato a presidente. Consideramos que él seguirá trabajando en este marco. Está afanado por reactivar nuestra economía, que la verdad está muy mal. Su acompañante, David Choquehuanca, candidato a vicepresidente, es un líder nacido del pueblo, que acompañó a Evo Morales durante once años como ministro de Relaciones Exteriores. Una dupla que en los próximos meses garantizará la reactivación de la economía. Estamos muy esperanzados.
-Hace un año, en las vísperas de las elecciones presidenciales antes del golpe, Víctor Vacaflores Pereira, ex director general de Empleo del Ministerio de Trabajo, nos contaba que la derecha boliviana había comenzado a recomponerse en dos fracciones: por un lado, en los sectores de la clase media conservadora, reaccionaria y acomodada, alrededor Carlos Mesa, hoy candidato presidencial; y por otro lado, en los sectores del oriente boliviano: una derecha con rasgos fascistas, de empresarios conservadores que siguen pensando que Santa Cruz puede ser otro país. ¿Cómo se desenvolvieron estas fuerzas el último tiempo?
-Luego del golpe de Estado, en Bolivia gobierna una dictadura cívico militar. No ha habido libertad de expresión; al contrario, se profundizó la disgregación y el racismo. Saquearon el Estado y privatizaron empresas estatales. Creo que a partir de la victoria del MAS, podremos volver a recuperar la paz social. Podremos convivir hermanos del Oriente y Occidente. Podremos hermanarnos para recuperar la estabilidad. Somos muy optimistas.
Por Pablo Bassi
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen