El consejo provincial de educación reconoció al Bachillerato Popular Furilofche como establecimiento público de gestión social. Esta crónica cuenta el recorrido que posibilitó la oficialización del primer bachillerato popular de la Patagonia.
Este recorrido se inicia en el 2014, antes o al mismo tiempo que los pies comienzan a marchar. En el Centro de Educación Popular Antonio Alac un grupo de profesores y militantes de la educación, con rabia, con entusiasmo, desconcertados por las reformas neoliberales que moldean la escuela al mercado, proyectan el primer mapa del Bachi.
En el 2016, el Bachi abre sus puertas en el barrio 169 Viviendas. Este barrio fue escenario de un episodio trágico en la historia del Alto. Seis años antes, tres pibes fueron asesinados por la policía rionegrina y el pueblo se levantó con furia ante esa injusticia. Algo de esa pueblada, un aire de resistencia dejó una marca en el territorio.
Muchos jóvenes del Alto se inscriben con la esperanza de terminar la secundaria. Los primeros pasos del itinerario consisten en desandar los trazos de una formación tradicional para transitar nuevos significados y prácticas colectivas de agencia. Esto supone largos debates en asambleas entre educadores y estudiantes para disputar otros modos que hagan sentido en el aquí y ahora del Bachi.
En este lugar se superponen otros itinerarios: las ferias de ropa organizadas por cooperativas de mujeres del barrio, los ensayos de la Negra Murguera, las asambleas de Ni Una Menos, los convenios con la UNRN y IFDC para hacer capacitaciones y prácticas de residencias.
La dinámica del Bachi desborda los límites de la clase. Estudiantes y educadores se organizan de forma autogestiva para sostener no solo el trabajo cotidiano sino también para aventurarse más allá del aula. Así arman un cine feminista para poder ser parte de eso que pasa en los encuentros plurinacionales de mujeres. También viajan a Neuquén y visitan la cerámica Fasinpat -fábrica sin patrones-, una fábrica recuperada por los obreros para ver en la práctica otros modos de construir poder popular.
En el 2018 se inaugura la biblioteca de derechos humanos y en esa ceremonia se coloca el cerámico en memoria de Sergio, Nino y Diego. También se acompaña las marchas que reclaman justicia por los crímenes del Alto y se hace presencia en el juicio contra los jefes de la policía rionegrina para que no haya ni un pibe, ni una piba menxs.
A fin del 2018 egresa la primera camada. Una verdadera fiesta para celebrar tres años de esfuerzos, cursando de noche, después del trabajo, a veces con lxs hijxs, con el frío y la nieve.
Todas estas experiencias convierten un punto en el mapa en un lugar de referencia, como hitos en el camino ponen en evidencia la transformación de un lugar: un lugar de apego que escribe su propia historia.
La comisión pedagógica compone la currícula delineando una orientación en ciencias sociales y economía popular con un eje transversal en derechos humanos. Una vez que el Concejo Deliberante de Bariloche declara su propuesta educativa de interés municipal, se inicia un lento peregrinaje por la burocracia estatal para conquistar el reconocimiento oficial. Este año se organiza un reclamo virtual a través de las redes sociales junto con los otros dos bachis de Río Negro, el de Cipolletti y el de Viedma: # Reconocimiento ya de los bachilleratos populares.
El click de las notificaciones del grupo de whatsapp del Bachi no deja de chillar.
¡Lo logramos compas!, anuncia Graciela. Y agrega una foto escaneada que tarda en descargar.
¿El reconocimiento?, pregunta Sofi.
Leo recorta un fragmento del texto escaneado y escribe: ¡Éste es el párrafo que cambió nuestra historia!
EL VOCAL/ LA VOCAL a cargo de la PRESIDENCIA del CONSEJO PROVINCIAL de EDUCACIÓN resuelve: RECONOCER al Centro de Educación de Nivel Secundario (CENS) Bachillerato Popular Furilofche, de Educación Secundaria de Jóvenes y Adultos de la localidad de San Carlos de Bariloche como Establecimiento Público de Gestión Social a partir del ciclo lectivo 2020.
Es un reconocimiento a todes les estus y profes que nos acompañaron en esta lucha, agrega Graciela.
Que el bachi sea oficial significa que nuestrxs estudiantxs tienen pleno acceso a sus derechos. Ahora pueden obtener becas, la SUBE, programas destinados a jóvenes y adultxs y en especial: un título secundario otorgado por el Ministerio de Educación de Río Negro que los habilita a elegir su proyecto de vida. Además este acto de reconocimiento legitima el espacio, funda una genealogía que asienta el éxito de acciones futuras.
En este contexto de pandemia, sosteniendo las clases por whatsapp, asambleas por zoom y el reparto de módulos alimentarios, los sorprende esta buena noticia. El grupo de whatsapp se colma de stickers, corazones y reenvíos de felicitaciones de las organizaciones que los apoyan. Mientras tanto, un brindis virtual por este recorrido que ya tiene una reconocida historia.
Por Verónica Battaglia
Fotos: Ana Maldonado
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen