La Asociación de Recicladores Bariloche (ARB) generó una nueva labor que permite sumar ingresos para las más de 50 familias que integran la organización. Se trata de la producción de bolsas de residuos, algo que si bien ya vienen realizando, ahora se amplía con la obtención de tres códigos de barra que les permite entrar a nuevos puntos de venta y ampliar el mercado.
“El proyecto arrancó hace un tiempo, pero las bolsas se vendian en pocos lugares, en el mercado comunitario y acá en el vertedero. Ahora que se implementó el código de barras vamos a poder ingresar a otros lugares”, cuenta Silvia Acum, presidenta de la ARB.
Las bolsas se realizan en el vertedero donde algunas trabajadoras se fueron especializando en la hechura y los tamaños, todas identificadas con el sello de la ARB y de alta calidad. Para esto se adquirió maquinaria específica y las personas a cargo se especializaron. “Nos llegan las bobinas, rollos muy grandes y acá hacemos las bolsas, tenemos verdes y negras y tres tamaños. Esta nueva salida nos permite generar un ingreso más para la organización. Ahora esperamos poder vender más y que se expanda: esa plata va a los sueldos de la gente”.
– ¿Cómo están atravesando este momento desde la organización?
–Está bastante difícil. La peleamos para poder volver a trabajar, ya que estuvimos más de dos meses sin venir. Finalmente pudimos empezar de nuevo, con todos los protocolos que nos exigió la municipalidad, para lo cual tuvimos que conseguir fondos a través de un proyecto que nos permitiera resolver la indumentaria, los servicios de higiene para la planta, el agua y todo lo que se nos requería.
Actualmente, está trabajando en grupos reducidos, ya que algunos tienen dificultades de salud y no pueden estar en el lugar. “Hicimos dos grupos y la jornada se redujo a un turno, de 8.30 de la mañana a 13.30”, detalla Acum. “La situación es difícil, la gente busca recursos para sostenerse. Lamentablemente nosotros ya no tenemos cupo, estamos limitados. Hoy somos 58 familias trabajando en la ARB”, completa una de las integrantes más antiguas de esta asociación que lleva más de 15 años separando la basura a mano.
El sueño de camión
Por otro lado, desde la ARB se recuerda que continúa la campaña para poder comprar un camión que sirva para recolectar basura diferenciada en origen, lo cual haría una gran diferencia.
Actualmente, una gran parte de la basura llega mezclada en los camiones municipales y son los trabajadores y trabajadoras las que deben rescatar las cosas que se pueden reciclar: cartón, latas, vidrio, plástico, papel, metales. Para esto se invita a la comunidad a brindar su donación a través de la CEB. Ingresando en www.ceb.coop y completando el formulario del Sicei para hacer el aporte a través de la factura de la luz.
“Es un proceso muy lento. Va a llevar su tiempo, pero cada aporte suma y es a voluntad. El camión es una herramienta fundamental para nosotros, si queremos crecer, ese es un punto clave para que la ARB tenga más ingresos. Que la gente siga separando sus residuos, a nosotros también no beneficia un montón”, concluye.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen