La red educativa Fasta -ahora en la mira por las públicas denuncias sobre prácticas discriminatorias dentro de sus aulas- replica la problemática entre las escuelas confesionales y la ley de Educación Sexual Integral. ¿Qué significa tener puesta la camiseta de la Fasta en la ciudad de Bariloche?
Aquí no pasa nada fue el mensaje del personal docente del colegio y de la Universidad Fasta Bariloche. “Esas notas hacen mucho daño”, dijo una de ellas, refiriéndose a la serie de notas de Mariana Carbajal en Página 12 donde se denuncia que la red educativa Fasta enseña contenidos de odio. El apoderado legal de Fasta Bariloche, Juan José Tumbarello, dijo que “esas publicaciones no son ciertas y que la postura de la institución es no darle relevancia al asunto.”
A partir de la nota de la Mariana Carbajal del 1 de junio 2020, no solo ex estudiantes contaron en las redes cómo fueron discriminados por no ajustarse a la norma heteropatriarcal, sino que El Inadi presentó una demanda para investigar a la red de colegios Fasta por presunta promoción de valores que alientan la desigualdad de género y el odio a la diversidad sexual.
En una serie de entrevistas, Al Margen conversó con maestras y madres que se desvincularon de la escuela Fasta Bariloche: el mensaje fue otro. Todas ellas pidieron resguardar su nombre. Sabemos que denunciar lleva tiempo, es un proceso difícil.
https://www.pagina12.com.ar/269488-un-discurso-del-odio-que-sigue-sumando-sedes
Más allá de los manuales Aquí pasan cosas
La red Fasta tiene su propia editorial MDA (mutual D’Agostino) que publica los manuales y todo el material que circula en las aulas de los muchos establecimientos educativos que se encuentran en todo el país. “Más allá de los manuales, se dicen y se hacen cosas”, cuenta una ex integrante de la escuela:
“El de sociales, en el capítulo de la familia explica que hay un solo modelo posible de configuración familiar: el papá, la mamá y los hijos. El papá trabaja y provee a la familia, la mamá está en casa y se ocupa de los niños.”
“Una madre sacó a su hija de la escuela porque la hacían sentir una familia inadecuada: su pareja y padre de su hija era divorciado.”
“En ese mismo manual, en el capítulo sobre el aniversario de Bariloche se nombra a los antiguos pobladores como indios y se dice que vienen de Chile.”
“En una clase de catequesis un niño contó que su tío era gay y la catequista respondió: -Bueno, vamos a rezar por él.”
“Los contenidos de ESI son prácticamente inexistentes, solo se trata de anatomía. Y muchas madres corean: Con mis hijos no.”
Pañuelos verdes: aquí NO
Una maestra se acercó a la escuela -fuera del horario laboral- para realizar un trámite. Esta vez llevaba a la vista un pañuelo verde -símbolo de su lucha por la ley de interrupción legal del embarazo- atado a su mochila, que suele guardar todas las mañanas antes de entrar a la clase. El apoderado legal la llamó y le dejó en claro que ese color de pañuelo no entraba a la escuela. Después la invitó a una charla para explicarle las razones de esta decisión institucional.
El 25 de marzo se llena la escuela de pañuelos celestes para celebrar el día del niñx por nacer -y se rezó por ellxs, cada mañana, durante toda la discusión de la interrupción legal del embarazo-. En cambio el 24 de marzo es una jornada como cualquier otra, no se hace ninguna alusión ni se pinta ningún pañuelo blanco en el día de la memoria por la verdad y la justicia.
En el día de la bandera, el apoderado legal -orador oficial de los actos- explica que los colores celeste y blanco fueron elegidos por ser los colores del manto de la virgen María.
Tener la camiseta de la Fasta tiene sus privilegios
Primero fue el movimiento Fasta: una milicia juvenil de la orden de los predicadores vislumbrada por el sacerdote dominico Aníbal Fosbery en 1962 en San Miguel de Tucumán. Con los años la red de colegios Fasta se propagó por el norte y centro del país. En 1992 se creó la Universidad Fasta en Mar del Plata. En 1993 el movimiento alcanzó su enclave sur en Bariloche. La Universidad abrió una subsede que funcionó en el Instituto Primo Capraro. El 11 de abril de 2003 -en un contexto de desmantelamiento de las instituciones educativas estatales-, la Fasta inauguró su propio y moderno edificio en Avenida de los Pioneros 38.
En este acto el rector Aníbal Fosbery agradeció públicamente al que fuera presidente de la Asociación Germano Argentina en Bariloche: Erich Priebke. La audiencia respondió con aplausos al discurso que homenajeó a un ex jefe de la SS juzgado por el asesinato de 335 civiles en 1944. Solo un profesor se retiró de la escena y presentó su renuncia. Al día siguiente, Wladimiro Iwanow -sociólogo, coautor del libro Bariloche: las caras del pasado– entregó personalmente una nota al rector de la Universidad. Le pregunté qué decía la nota. “En ese momento no lo hice público, ahora tampoco” contestó.
Así también, en el 2015 cuando se sancionó el decreto que reglamentó el ejercicio profesional de los acompañantes terapéuticos, varios de los egresados de Fasta consiguieron la matrícula sin realizar los trámites requeridos, y sin tener que viajar a Viedma a rendir el examen obligatorio. Estas excepciones por parte del gobierno provincial fueron denunciadas por el colectivo de trabajadores ese mismo año.
La mayoría de los establecimientos de la red Fasta obtienen subsidios del Estado. Fasta Bariloche se encuentra en las tratativas para obtener esta ayuda económica. Está en la última etapa por conseguir otro de sus privilegios.
Marcos legales
Graciela Morgade, en su texto Educación en la sexualidad desde una perspectiva de género, explicita que los derechos de las infancias se sostienen en marcos legales que exceden a las escuelas y a las familias: “..aun con la libertad de construcción del proyecto pedagógico institucional de la que gozan los establecimientos y la libertad de elección por parte de las familias, existen leyes nacionales e internacionales con respecto a los derechos de niñxs y jóvenes a recibir información que también limitan y brindan un marco común de ciudadanía que ningún proyecto educativo debería omitir”. En este sentido, las escuelas confesionales pueden recomendar ciertas configuraciones de familia y cierto ejercicio de la sexualidad pero no pueden decir que no existen otras posibilidades o que son problemáticas.
Así también reflexiona sobre la posibilidad que ofrece la ESI de hablar sobre el cuerpo en las aulas y de debatir sobre los supuestos coloniales, capitalistas y patriarcales del conocimiento. Esta apertura y provisoriedad del saber se contrapone de forma radical al ΅debido respeto a la Sabiduría Revelada” -rasgo propio de la identidad institucional de la Fasta- y de otras escuelas confesionales.
En el 2018, un mes después del acalorado debate sobre la interrupción del embarazo, cuando tanto los movimientos feministas y los grupos antiderechos acordaron en la importancia de la educación para prevenir embarazos no planificados y abortos clandestinos, se presentó un proyecto para reformar la ESI. Esta reforma de la ley 26.150 -promulgada en el 2006- proponía que los contenidos mínimos curriculares de ESI sean obligatorios, que se incorporase las nuevas políticas de género -como la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. Asimismo se pretendía modificar el artículo 5 con el propósito de eliminar las arbitrariedades institucionales que permiten adecuar la ley a los idearios de las escuelas.
Los grupos celestes, aunque reconocieron el aspecto preventivo de la ESI, impulsaron una campaña contra “la ideología de género” evitando que la reforma se lleve a cabo e impidiendo que las escuelas se posicionen como garantes del derecho de infancias y jóvenes a la información y a no ser discriminadxs.
Sabemos que se educa por acción o por omisión, entonces la pregunta es: ¿Se puede articular una ESI que promueve la actitud crítica frente al conocimiento del cuerpo en escuelas confesionales donde reina la verdad revelada?
Por Verónica Battaglia
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen