Encontrar los intersticios para seguir contando, exprimir los recursos, ponerse a prueba en este laboratorio creativo de días de encierro que insiste en abrir ventanas para ver el mundo. Narrar como sea en un mundo puertas adentro.
Y es que aquel envión que nació en el 2019 reuniendo textos de toda la región no se detiene: en julio tendrá lugar la Segunda Edición del Concurso de Crónica Patagónica. Y si bien el plan de navegación inicial se vio completamente trastocado, el barco no se detiene y la brújula sigue ajustada.
“El espíritu es el mismo y tiene que ver con abrir un espacio de encuentro, más allá de los premios”, dice Santiago Rey, periodista, escritor y presidente de la Fundación de Periodismo Patagónico. Y es justamente en ese sentido que la semilla inicial del proyecto se ve trastocada –como tantas otras cosas- por el actual contexto: por el momento todo lo presencial es incertidumbre. Pero la convocatoria al concurso se mantiene en pie -y los premios no son nada desdeñables- ávida de todas esas historias que esperan ser contadas. Habrá que ingeniárselas.
El concurso está precedido por dos talleres de Crónicas lanzados desde la Fundación que permitieron, aunque de fuera manera virtual, el encuentro y acercamiento en grupos de trabajo. “Sirvió para intercambiar experiencias de cada uno de los lugares, generar más cercanía y como antesala de esta convocatoria”, cuenta Rey.
-¿Qué dificultades se presentan?
–Uno piensa inicialmente que el hecho de estar más tiempo adentro implica más tiempo para escribir. Pero eso no es lineal, incluso al contrario, las experiencias de teletrabajo en algunos casos, lo que significa el encierro, no facilitan ni mejoran las posibilidades o las condiciones para el desarrollo de este tipo de trabajos. En el caso de la crónica, complota contra un elemento central que es el estar y ver en el lugar aquello que uno quiere trasmitir al momento de contar esas historias. No se puede hacer una buena crónica sin reporteo, sin ver, sin oír, sin sentir, sin contactar con el ambiente que va a protagonizar esas historias.
Encontrarle la vuelta
No deja de ser un desafío, entonces, escribir en el actual contexto y seguramente el registro también hable algún día de estos tiempos. Habrá que asirse de herramientas para no sobrevolar un tema, habrá que encontrar el hilo en medio de las complejidades y aprovechar la oportunidad de trabajar el texto propio.
Así lo piensa Bruno Oliva, ganador del primer premio en la edición 2019 con su crónica “Aventuras cetogénicas”. “Escribir crónica es un proceso hermoso. Creo que de lo primero que hay que hablar es de los procesos creativos, algo de lo que casi nadie habla y es importante. Es un fenómeno muy individual, en el cual un formato tan poderoso como la crónica te permite descubrir el propio. Con la palabra te vas dando cuenta cómo estás viviendo, cuánto capitalizas las experiencias”, dice. “Escribir esto de la dieta fue capitalizar una experiencia que puede haber sido algo sumamente sencillo y estúpido, pero fue llevarlo a conceptos universales que en este caso es lo gordo, el esfuerzo, es la meseta de vivir en una ciudad que tiene dimensiones y divertimientos de pueblo, y también las penumbras de tener más de treinta y no tener una exaltación para perseguir nada, en una ciudad de este tamaño… básicamente una novela no me lo hubiera permitido”.
-Cómo fue tu experiencia de participar del certamen
–Había dejado de escribir durante mucho tiempo y retomé el año pasado. Había algo de esto de exponerse, que está quizás atado a esto que es un concurso, pero no por competir ni mirar un premio. Me magnetizó también ver el jurado y el hacer de la FPP: ese espíritu y esa intención colaborativa, de encuentro, de desarrollo y de inclinar hacia lo nuevo ciertas disciplinas que están quebrándose en un periodo muy largo. Hay un periodismo nefasto hace décadas y otros tremendos que han logrado subsistir con los dinosaurios al lado. Me llamó la atención esos tres ángulos: la Fundación por esto de aunar, capacitar, mostrar y juntar fuerzas, el jurado, y este proceso de exposición. Además, un respeto hacia esta intensión de generar un avance en zonas tan lejanas de las dinámicas y conexiones que tiene Buenos Aires.
-Escribir para el concurso este año seguro será distinto: plantea dificultades pero también desafíos
-Si te gusta escribir y realmente tenes la pulsión interior de escribir, el látigo de la pandemia es absolutamente enriquecedor. Y que esté todo el mundo escribiendo sobre lo mismo también. No hay mejor motor que ese, no hay manera de esconderse detrás de la palabra, si sos escritor estas en una tarea de autoconocimiento, que es muy doloroso, muy difícil, pero que te hace poner cara a acara con vos mismo, con tu propio ritmo y con verdades que vas conociendo a medida que vas escribiendo. Saldrán crónicas de otro tipo, es un momento perfecto para dejar de basarse en lo que uno siempre se puede llegar a basar para escribir.
– Siempre hay lugar para las buenas historias
–Las historias eran el abrigo cuando no existía la luz. Hay mucho para generar. Es necesario ese empuje porque si estamos todos sueltos no pasa nada. Es muy importante lo que se plantea desde la Fundación, desde el punto de vista, no solo de alimentarse de nuevos conocimientos y tendencias, sino también en esto de juntarnos y generar cosas ahora y a futuro.
La convocatoria, que el año pasado reunió voces de todo el territorio mostrando la importante producción de textos que se tejen en la zona, está abierta hasta el 31 de julio esperando que el momento de premiación, previsto para noviembre, sea presencial. La necesidad de encuentro sigue intacta y si bien la ambiciosa propuesta que se preveía para este año no será posible de llevar a cabo, el andar sigue su curso, con miras al 2021 y en definitiva a seguir construyendo espacios capaces de reunir algo de la narrativa y la crónica que se produce en la región.
Las bases del concurso y el formulario de inscripción pueden consultarse en www.cronicapatagonica.com.ar y las novedades en las redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram bajo el nombre Crónica Patagónica. La premiación se realizará durante el mes de noviembre.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen