Rodolfo Rodrigo fue uno de los convencionales constituyentes que, en 2007, habilitó en la Carta Magna la creación de un aporte especial de grandes capitales que hoy busca reactivarse. Asegura que si la municipalidad pierde un eventual juicio, él paga las costas.
El Concejo Deliberante (CD) de Bariloche será escenario de debate de los proyectos presentados para apuntalar la preocupante caída en la recaudación fiscal. Como sucede también en el ámbito nacional y en las provincias, urge una pregunta rectora: ¿tiramos de la cuerda o gravamos las grandes fortunas?
La propuesta del intendente Gustavo Gennuso, que esta semana giró al CD, consiste, prácticamente, en el endeudamiento vía créditos, el consumo de ingresos previsibles para 2021 y la venta de cinco lotes fiscales. Un intento sin perfil redistribucionista de patear la pelota para más adelante.
Días atrás, invitado a la Comisión de Economía del CD, el abogado Rodolfo Rodrigo defendió el proyecto presentado por el Frente de Todos que busca reactivar un fondo de aportes de empresas que operan en Bariloche, ganan por año encima de cien millones de pesos y tienen domicilio fiscal fuera de la ciudad.
Rodrigo fue convencional en la reforma de la Carta Orgánica de Bariloche de 2007, en la que quedó establecida esta facultad municipal. A pesar de los reparos a su constitucionalidad, asegura: “En el caso de que le hagan un juicio a la municipalidad y lo pierda, me ofrezco a pagar las costas”.
– ¿En qué tipo de contribuyente pensaron cuando diseñaron este artículo en 2007?
– Mayormente en empresas multinacionales que no reinvierten sus ganancias acá. O que tienen domicilio fuera de la ciudad. Por ejemplo, el supermercado Todo, que es de Bariloche, no estaría incluido entre los aportantes. La Anónima o Hipertehuelche, sí.
– ¿Nunca se aplicó este aporte?
– En parte se cumplió, porque en 2010 se reglamentó por cinco años, con la indicación de las alícuotas que debían aplicarse. Pero se quedó corto, porque transfirió al Concejo municipal la determinación de cuáles deben ser las empresas aportantes, año por año. El exintendente Gascón lo promulgó en una ordenanza vigente hasta 2015, que luego fue prorrogada hasta 2020.
– En el oficialismo municipal ponen reparos sobre su constitucionalidad
– No hay que discutir eso. Un concejal jura por la Carta Orgánica, no por discutir sus normas. Si no le gusta una norma, que renuncie.
– ¿En 2007 también hubo este debate?
– Algunos concejales se opusieron por su conveniencia, pero nadie dudó de su constitucionalidad. En la reforma de la Constitución Nacional de 1994, se declaró la autonomía de los municipios, lo que fue legitimado en la Carta Orgánica de 2007. La autonomía dota a Bariloche de facultades tributarias. No es verdad, como dijo el intendente Gennuso, que nos harán juicio. Él tiene que cumplir con la ordenanza, si no, que renuncie. Que esto no parezca una bravuconada: estoy tan seguro de lo que digo, que estaba por ofrecerle a la municipalidad, si quieren lo ofrezco y lo firmo, que en el caso de que le hagan un juicio por inconstitucionalidad y lo pierda, yo pago las costas.
– Hacer pagar a un contribuyente en Bariloche y en la ciudad donde radica su negocio, ¿no es una doble tributación?
– Eso no es así. En Argentina hay muchos impuestos: al automotor, la propiedad, el cheque, el valor agregado. Hay muchos dobles impuestos. Lo que está prohibido es la doble tributación sobre lo mismo. A las empresas que hacen negocios en Bariloche no se les cobra nada por llevarse las ganancias.
– ¿Hay presión de las empresas?
– Creo que sí. Tiene que ver con ciertos compromisos políticos, porque estas empresas deben ser aportantes de campañas y cortan el bacalao de la economía.
Por Pablo Bassi
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen