El viernes por la tarde Facundo Scalzo de de 20 fue víctima fatal de otro caso de gatillo fácil a manos de Gendarmería nacional en la ciudad de Buenos Aires. Facundo concurría a un Centro Barrial de Vientos de libertad del programa CAACS de Sedronar.
“Ayer la gendarmería volvió a matar a un pibe de nuestros barrios. De nuevo, tirando a quemarropa. Ayer el Estado asesinó a Facundo. Lo hizo con la impunidad que caracteriza a las fuerzas represivas de nuestro país, que no cesan de asesinarnos por pobres, de perseguirnos, hostigarnos, asfixiarnos. Un accionar genocida sostenido y garantizado en la impunidad que les provee un arma reglamentaria.
Esta muerte no es un hecho aislado o excepcional; por el contrario, es la práctica habitual que tienen los custodios del poder y que no nos cansamos de denunciar. Hoy le toco sufrir las consecuencias de la impunidad a Facundo, un pibe como cualquier otro que vivía en su barrio, tenía sus amigxs, sus profes de escuela, su familia. Quienes hoy lo lloran con la amarga sensación de impotencia que genera el desamparo ante la sistemática violencia institucional.
Facundo no es el primero y, aunque nos duela en lo más profundo, no será el último por el que tengamos que llorar. A la vulnerabilidad, el Estado responde con muerte e invisibilización. A las violencias cotidianas del sistema desigual e injusto en el que viven cientos de pibes y pibas, el Estado (cristalizado en las fuerzas represivas) responde con muerte.
A Facundo lo asesinó un gendarme y al dolor de su muerte se suma la humillación de una ambulancia que demora una hora en llegar al barrio. Se suma la angustia de una madre que no pudo acompañar a su hijo porque no le permitieron ir en la unidad de traslado. Un ciclo de violencias e injusticias que cala en lo más hondo y pretende disciplinar los cuerpos pobres.
Exigimos que los responsables del asesinato asuman sus responsabilidades ante la ley. Denunciamos la violencia institucional que ejercen las fuerzas armadas a diario en los barrios populares del país. Solicitamos que con urgencia se declare la Emergencia en Violencia Institucional y se garantice el control popular y democrático sobre el accionar de todas las fuerzas armadas en el país.
No solidarizamos con la familia y amigxs de Facundo.
Nos negamos a asumir la muerte como destino para nuestros pibes y pibas.
Facundo no eligió nacer en un barrio pobre, el gendarme sí eligió disparar.”
Redacción
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen