Dialogamos con Ricardo Marileo, integrante de la Cooperativa de Trabajo Carlos Zapata en la Unión de Trabajadores de la Tierra sobre cómo se organizan para producir y comercializar verduras ecológicas todo el año en la Patagonia.
– ¿De qué va la Cooperativa Carlos Zapata?
-La Cooperativa Carlos Zapata es una cooperativa de servicios agropecuarios, es una cooperativa de trabajo. La venimos gestando hace mucho tiempo acá en Bariloche. Hace dos meses que tenemos la personería jurídica así que ahora estamos legalmente reconocidos.
Actualmente nosotros nos estamos dedicando a la producción de hortalizas y aromáticas. Nuestra producción desde siempre es totalmente ecológica, no usamos ningún tipo de pesticida ni herbicida, ni ningún tipo de remedio. Nuestras verduras son de excelente calidad, estamos teniendo resultados muy importantes.
– ¿Qué están produciendo en este momento?
Tenemos acelga, lechuga, cebolla y cebolla de verdeo, puerros, repollo, tomates y algo de zapallo. Eso es lo que estamos produciendo.
-Hay un mito en la región patagónica que dice que con el frío no se pueden producir verduras… ¿Es falso o verdadero?
– Nosotros siempre venimos luchando contra eso. Aquí en Bariloche estamos hace siete años y siempre fuimos de la idea de que el clima no debe ser un impedimento para producir verdura. Nosotros tenemos verdura todo el año hace siete años. Hay una parte que se realiza bajo cubierta, pero la mayor parte de las hortalizas se hacen al aire libre. Esto demuestra que es totalmente posible producir verdura todo el año en estos ambientes.
– ¿Qué recomendaciones das para tener una huerta en la propia casa?
– El tema, para nosotros, es tener claro los destinos de la producción. Tener claro el sentido de la producción más allá de cual sea la superficie y las condiciones del terreno. Por ejemplo, nosotros en ese aspecto consideramos que las hortalizas y las verduras tienen que tener un bien social. No tienen que ser una cuestión por el lujo o por ganar plata. Producir verdura para una buena alimentación, que tenga todas las condiciones sanitarias dadas por la tierra.
En función de lo que uno tiene como objetivo para la producción. Hay que tener en cuenta el mejoramiento y el cuidado del suelo. Nosotros siempre decimos que esto siempre fue así, nuestros ancestros hicieron verdura para su autoconsumo y tenían alimento todo el tiempo. Lo que pasa es que el mismo esquema de producción convirtió esto en algo para hacer dinero, ahí se empezaron a distorsionar los conocimientos.
– ¿Cómo está integrada hoy en día la Cooperativa?
En este momento la integramos 14 familias que viven por El Frutillar, el Barrio Unión, Pilar, San Francisco, Vivero, Dina Huapi. Estamos distribuidos por diferentes lugares. En este momento tenemos varios compañeros que accedieron a un Salario Social Complementario por medio de la Unión de Trabajadores de la Tierra.
Tenemos un esquema de trabajo, nos organizamos por actividad. Todos los compañeros vienen cuatro veces a la semana y con eso nos arreglamos. Después hay otras cosas que van surgiendo de la venta de los plantines de hortalizas y aromáticas, eso queda en la cooperativa y se distribuye equitativamente entre los asociados.
– ¿Cómo los afecta todo lo relacionado al Aislamiento por el Coronavirus?
-Los primeros días nosotros nos organizamos y decidimos parar. Lo que hicimos fue no avanzar con más superficie de producción nueva y nos dedicamos a mantener solamente lo que tenemos. Ahora solamente dos personas en el predio para mantener los riegos y la entrega de verdura de quienes vienen a comprar. Nuestros otros compañeros están en su casa.
-Teniendo en cuenta que el presidente de la UTT asumió como director del mercado Central ¿Qué posibilidades podrían tener este tipo de organizaciones como la UTT en la región?
-A nosotros nos da mucha satisfacción de que haya sido designado nuestro compañero. Una de las cosas que se venía peleando desde siempre, principalmente en el cordón fruti-hortícola de La Plata donde se veía mucha injusticia… La gente que produce los alimentos recibía un precio muy bajo por su producción.
Producían verdura para el Mercado Central y se daban cuenta que esa misma verdura volvía a su barrio a un precio mucho más alto que lo que lo vendían ello, todo por los intermediarios. Esto para nosotros es un logro, el compañero es una persona que conoce mucho de las distorsiones que hay en los precios.
En toda esta región, por ejemplo, no sería necesario que la producción vaya al mercado de Neuquén siendo que se puede traer tranquilamente desde acá. Depende de cómo se manejen las cosas. Hoy deberíamos tener un objetivo muy claro que es alimentar al pueblo, que todos tengan acceso a la comida. Más en este momento que se nos viene. Todas nuestras hortalizas están a $40 el kilo. La verdura tiene que estar al alcance de todos, no solamente para quienes pueden comprarla.
Te podés contactar con la Cooperativa Carlos Zapata a través del Facebook “Carlos Zapata”
Por Fabián Agosta y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo Al Margen