La cifra de femicidios en la Argentina aumenta a medida que pasan los días en cuarentena. ¿Cuáles son esas estrategias para hacerle frente a la violencia patriarcal que no entiende de coronavirus? Entrevista con Mercedes Pietranera, Secretaria de Igualdad de Géneros de Río Negro.
Van trece femicidios desde que empezó la cuarentena. Trece desde el 19 de marzo pasado (casi uno por día) y 87 desde que empezó este año
El Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven” identificó 24 femicidios en el mes de marzo, es decir uno cada 29 horas, donde el 65% fueron cometidos por las parejas o ex parejas de las víctimas y por lo cual 23 niñas y niños perdieron a sus madres durante el mes pasado.
El 62% de los femicidios cometidos durante los tres primeros meses del año ocurrieron en la vivienda de la víctima. El Registro de Femicidios del Observatorio Nacional MuMaLá va más allá y se remonta a los últimos diez años: el 62% de los femicidios fueron cometidos en la casa de las propias víctimas o en la vivienda compartida con el agresor.
No podemos pasar por alto esta información, más aún si se tiene en cuenta el contexto de aislamiento social que estamos atravesando y que va para rato. Hoy por hoy hay muchas mujeres que sin otra opción tienen que convivir, encerradas, con los violentos (con todo lo que ello implica) pero se agrava la situación aún más, porque existe un mayor control sobre su libertad al estar las 24 horas del día bajo un mismo techo. Es decir, una violencia que se incrementa en un circuito en el que pareciera que pedir ayuda no es la opción.
A todo esto le están haciendo frente los diferentes organismos estatales que trabajan las violencias de género. “Desde que comenzó el aislamiento social forzoso estamos reforzando los canales de asistencia para estar más presentes en el marco de esta emergencia sanitaria. El aislamiento físico no debe transmitirse en ausencia de redes, de solidaridad, ni de responsabilidad del Estado pero también de la sociedad ante estos casos de violencia”, sostuvo Mercedes Pietranera, secretaria de Igualdad de Géneros de Río Negro en diálogo con Al Margen y agregó: “en este contexto intentamos ver distintos canales para poder llegar a las mujeres para que fundamentalmente no se sientan solas, que sepan que no están solas ante esta situación de aislamiento. El 95% de los llamados se hacen al 911 entonces estamos reforzando eso porque realmente es el que utilizan por el momento, pero también está el 144 y ahora se suma una vía más”.
Barbijo Rojo
“Armamos un código que se llama barbijo rojo para que cuando una mujer vaya a la farmacia y esté en una situación de violencia pueda ir y pedir ayuda diciendo esta frase. Inmediatamente los farmacéuticos se dan cuenta de esto y le toman los datos. Luego desde ahí se llama al 911 para la asistencia de la mujer”, explicó la funcionaria.
La iniciativa se puso en funcionamiento el sábado pasado con muy buena aceptación por parte de todo el personal involucrado ante un caso de violencia de género. Es más, “desde el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de Nación, decidieron replicarla a nivel nacional, luego de compartir cada una de las acciones que venimos realizando federalmente las provincias para poder aunar esfuerzos”. Desde el 1 de abril, rige para todo el territorio nacional.
“Nos parecía sumamente necesario implementar medidas como estas porque la mujer es controlada, puede estar en un ambiente reducido, no tener autonomía seguramente. Pero tal vez si tenga acceso para ir a comprar algo a la farmacia que necesita o ir a comprar algún alimento y justo pasa por una farmacia. Es otra posibilidad más, es una llegada más. La mujer no necesita en ese momento el celular porque también sabemos que muchas veces se los controlan o se los sacan. Este es un recurso bastante novedoso asique estamos tratando de que llegue la información para que puedan utilizarlo el recurso y también dando instrucciones a las farmacias para que actúen. En realidad, las farmacias tuvieron una respuesta inmediata y tal es así que pudimos poner esto en funcionamiento. Armamos un protocolo de actuación y lo mandamos. Ante la buena respuesta empezamos a trabajarlo”, dijo Pietranera.
Los números regionales
Consultada acerca de cómo han sido los números durante esta cuarentena, la secretaria explicó que “no han subido sustancialmente a lo que fue principios de marzo o lo que fue febrero o la media de 2019. Ahora esto no indicia que no es que no suceda y está todo bien ni muchísimo menos. Creemos que todavía está un poco contenido por ser los primeros días. Entonces estamos muy alerta, los equipos están trabajando cotidianamente, en las guardias permanentemente y muy bien organizadas institucionalmente e interinstitucionalmente. Rápidamente se armó la red entre los juzgados, la Comisaria de la Familia, los equipos de Servicios de Asistencia Territoriales (SAT) y los del área de género en las distintas ciudades”.
Y siguió: “desde que empezó esto, en toda la provincia tuvimos 26 acompañamientos. Entonces estamos hablando más o menos de dos por día. Y cuando son acompañamientos son denuncias”. Está claro que llegan muchísimos llamados más tanto al 911 como al 144 (casi 200 en estos últimos días) pero tal como ocurre a nivel nacional son para pedido de asesoramiento y orientación.
“También hay varios sobre violencia psicológica y emocional lo cual para mí es muy positivo: que las mujeres estén llamando denunciando estas violencias estando en situación de aislamiento quiere decir que la tolerancia a la agresión es más baja. Eso me parece muy bueno”, reflexionó Pietranera.
– ¿Una vez hecha la denuncia qué pasa?, ¿Cómo es ese acompañamiento?
-Esto es una cuestión legal. Una vez que se hace la denuncia el juzgado da un oficio al equipo del SAT que es el que trabaja las situaciones de emergencia en violencia de género de la Secretaria de Igualdad de Género. Entonces a partir de ahí se hace el acompañamiento con profesionales, psicólogas, trabajadoras sociales y operadoras. Trabajan articuladamente con el municipio. Y a partir de ahí las acompañan para el resguardo y para la necesidad que tengan ellas y sus familias. Se está haciendo hace bastante y ahora se está reforzando más todavía. Esto es siempre con un acompañamiento. Si llamas al 911 inmediatamente van a llamar a la Comisaria de la Familia, también podés dirigirte directamente ahí y de ahí quienes quieran hacer la denuncia van al Juzgado de Paz. O en Juzgados de Familia. Todos están con guardias permanentes y trabajan las 24 horas.
“No estás sola”
Que se sepa. Que todas lo sepan. Que a pesar del aislamiento, estamos. Por eso, en estos tiempos en donde todo pareciera ser coronavirus, es importante no olvidar esta otra pandemia que nos mata desde hace añares. Y por eso también la importancia de las redes de contención, del trabajo de las organizaciones feministas, del deber del Estado para con nosotras. La importancia de dar a conocer la información, los números, las estadísticas. La importancia del saber a dónde hacer un llamado, a dónde dirigirse, de cómo es ese acompañamiento. Y sobre todo de no hacer la vista gorda si esto le está pasando a tu vecina.
Por Luciana Avilés
Equipo de Comunicación popular colectivo al Margen