Estamos frente a un 24 de marzo muy particular, es la primera vez en 44 años que se suspenden en todo el país las actividades y movilizaciones relativas al Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Germán Schwartz de HIJOS nos cuenta cómo se va a vivir en Bariloche.
– ¿Cómo fue la organización de este 24?
– Hasta último momento, cuando empezó todo esto la semana pasada, se trató de pensar en una marcha, había muchísimas actividades organizadas… No solamente en Bariloche, sino también en Dina Huapi, donde las organizaciones y los vecinos hicieron un laburo monumental para poder demostrar lo que significa esta fecha para la sociedad argentina. Lamentablemente tenemos que estar guardados por el coronavirus y las actividades se suspenden para más adelante.
– ¿Qué se definió hacer para visibilizar esta fecha, para que no pase desapercibida?
– El que quiera recordar esta fecha se puede poner un pañuelo blanco, o la foto de un ser querido desaparecido en la última dictadura militar en el auto, en las ventanas y las puertas de las casas. Justamente queremos que no pase desapercibido, el 24 de marzo es un día de lucha y memoria.
-En Bariloche y Dina Huapi está la particularidad de la repintada de los pañuelos de las Madres y Abuelas cada año ¿Esto también se postergó?
-La idea es hacerlo en algún momento de este año. Cuando se levante la cuarentena y no haya tanto peligro de contagio la idea es poner una fecha y hacer la repintada de pañuelos en los dos lugares. Por ahora está suspendida. A mí como hijo de desaparecido se me había ocurrido de ir y pintar el pañuelo de mi viejo, pero me parece que la construcción tiene que ser colectiva.
Está bueno que yo lo haga individualmente, pero quizás es medio egoísta. Acá lo que tenemos que recordar son a los 30 mil, no solo a un ser querido. Lo ideal es que entre todos pintemos los pañuelos, es lo más participativo y la mejor construcción de memoria que podemos llegar a lograr. Si no se puede hacer hoy, lo haremos más adelante.
-Ojalá nos encontremos pronto en una actividad…
Sí. A pesar de todo nosotros seguimos levantando la bandera de lucha de nuestros viejos, que es la lucha por la emancipación de América Latina. Uno tiene que acordarse y hacer memoria, aprovechar ahora que vamos a estar en casa. Poder ver documentales, leer libros o lo que uno pueda. Ponerse a pensar porqué se jugaban el pellejo los 30 mil. Hay una generación que ya no está, ellos no pelearon por una cuestión personal, lo hicieron por una cuestión colectiva.
Hay que poner el foco no solamente en la represión, en las consecuencias del Golpe de Estado, sino también en lo que ellos querían. En la pelea que ellos daban, que se jugaron el pellejo para tener una patria socialista. Espero que nos podamos ver pronto en las calles.
Por Fabián Agosta y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo Al Margen