Bariloche, al igual que varias ciudades del país y del mundo, vivió con una masiva movilización la jornada del #9M, Paro Internacional de Mujeres y Disidencias. Previa a esta jornada y en el marco del #8M Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se realizó un festival en el Centro Cívico al que concurrieron muchísimas personas para acompañar y visibilizar los reclamos históricos de la marea verde en este 2020.
La presencia del movimiento feminista en las calles durante estos últimos años ha ido creciendo. De eso no caben dudas. Y una vez más quedó puesto en evidencia con las masivas actividades y movilizaciones que se organizaron en el marco del Día Internacional de la Mujer trabajadora a lo largo y ancho del país. Pero también en el mundo entero como en Estados Unidos, Chile, El Salvador, Ecuador, Brasil, Asia, entre otros.
En Bariloche, al igual que en varias ciudades, se organizaron dos jornadas de lucha y concientización. El 8 de marzo fue domingo, por lo tanto, para hacer notar la ausencia de las mujeres en sus puestos de trabajo, se decidió parar y movilizar el lunes 9 y realizar un festival el día anterior, que contó con muchísima participación. Afortunadamente el clima acompañó ambos días. Cosa no menor en la fresca, ventosa y lluviosa Patagonia.
Aproximadamente dos mil personas marcharon ayer por las calles céntricas de la ciudad. Como es costumbre, no faltó el glitter, los pañuelos verdes, naranjas y violetas, los carteles con consignas claras como “Lo contrario al feminismo es ignorancia” o “Mi cuerpo no se viola, no se vende, no se come. Ni oprimidxs ni opresorxs”. También se hicieron presentes los cantos exigiendo separación Iglesia-Estado e implementación de Educación Sexual Integral ya para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Cinco cuadras de marcha llenas de abrazos sororos y mates y sonrisas compartidas. Mujeres y disidencias de diferentes edades y generaciones uniéndose en un reclamo claro, en un reclamo concreto: abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer. Todxs confluyendo en una Plaza de los Pañuelos que para las 19 hs estaba desbordada.
Este fue el 4to Paro Internacional de Mujeres y Disidencias. Muchas fueron aquellas que no concurrieron a cumplir su jornada laboral y se notó: docentes, periodistas, trabajadoras municipales, provinciales, nacionales, entre otras. Una vez más, los principales gremios como CTA Autónoma y ATE apoyaron y acompañaron a las compañeras que decidieron sumarse a la iniciativa que año a año se afianza más y más.
Así y todo, aún nos falta mucho por recorrer. Hubo varias, sobre todo en el ámbito privado, que no pudieron llevar adelante la medida de fuerza, ya sea porque no pudieron delegar la actividad que realizan o porque no estuvieron autorizadas. Suena irreal porque el derecho a la huelga es justamente eso, un derecho. Pero sabemos que en la práctica no es tan así.
Otra reflexión que nos deja esta fecha: sigue siendo muy difícil delegar las tareas de cuidado, las del hogar. A pesar de la ausencia en los puestos laborales, la mayoría de las madres tuvieron que seguir en sus roles. Porque los compañeros trabajaron, porque lxs niñxs no tuvieron clases, porque las compras, la limpieza del hogar, y la lista sigue y sigue. Bien sabemos que este tipo de tareas son realizadas mayoritariamente por mujeres, lo que significa mayores responsabilidades, prácticamente doble jornada laboral. Provoca exclusión y precariedad laboral y educativa. A esto se suma que somos minoría en cargos jerárquicos por lo tanto nuestra fuerza de trabajo sigue estando invisibilizada.
Es por esto que el documento elaborado en conjunto por las diferentes organizaciones y autoconvocadxs que integran la Asamblea Ni Una menos Bariloche planteó que “hoy salimos a la calle, en todo el mundo, por nuestros derechos conquistados y porque tenemos muchos más por conquistar”. “Hoy somos les más precarizades, les primeres despedides; hoy somos quienes cargamos con dobles o triples jornadas laborales, somos quienes vemos morir a nuestres hermanes y les que todavía no podemos decidir sobre nuestros cuerpos”, continuó.
De ahí la importancia de la medida de fuerza: “por el acceso al trabajo digno y mejores condiciones laborales, por el acceso a la salud reproductiva en forma integral, por nuestro derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, por la separación de la iglesia del estado, por la socialización y distribución de las tareas domésticas que históricamente recaen sobre nosotras, porque se implemente un sistema estatal de cuidados para la niñez, personas mayores, personas con discapacidad y usuarios de salud mental”. Estos fueron algunos de los principales reclamos planteados desde el Colectivo.
Uno de los momentos más significativos y emotivos de la lectura estuvo relacionado a las cifras que nos deja este 2020 que recién arranca: “en lo que va del año se registraron casi 70 femicidios, 12 transfemicidios y 5 crímenes de odio. Sin contar los tantos que quedan invisibilizados. Más de la mitad de mujeres asesinadas fueron víctimas de sus ex parejas, el 59 por ciento fueron en el domicilio que sigue siendo sigue siendo el lugar más inseguro”. También se repudió “el accionar perverso y la falta de ética de algunos medios de comunicación que nos violentan, que tiñen de morbo y amarillismo estas situaciones y nos revictimizan, frivolizando las situaciones que padecemos día a día, en nuestros lugares de trabajo, de estudio, en la calle y hasta en nuestros hogares”. “Hoy, celebramos que contamos con un Ministerio de la Mujer y Género, pero exigimos que esté a la altura de las circunstancias para enfrentar las múltiples violencias que vivimos día a día”, plantearon responsabilizando a los diferentes gobiernos por la falta de implementación efectiva de políticas públicas que apunten en este sentido.
Frente a este panorama, el documento finalizó “a todas las mujeres e identidades disidentes les decimos que no bajen los brazos, las luchas deben continuar, porque no pararemos hasta conquistar nuestros derechos. Celebramos y aplaudimos las plazas verdes por la legalización del aborto. Nos despedimos, conscientes de que cada día somos más en las calles, sabiendo que la movilización, es el camino que nos llevará a conquistar nuestros derechos. Y es siguiendo el ejemplo de las Madres y de las Abuelas de Plaza de Mayo que vamos a lograrlo. ¡Porque estamos juntas y organizadas, porque luchamos por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres! ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!”
Y con esta frase nos quedamos, sabiendo que nos queda mucho por deconstruir, que la tarea es ardua, diaria y en las calles. Exigiendo a los diferentes gobiernos pero también sabiendo que es con todxs, porque el verdadero cambio cultural llegará cuando todxs realmente luchemos por tirar este sistema patriarcal, capitalista y opresor que tanto daño nos ha hecho como sociedad. Ahí sí podremos caminar sin miedo, sabiendo que nos tenemos lxs unxs a lxs otrxs.
Por Luciana Avilés
Fotos: Euge Neme
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen