Mediante un programa de Nación, cientos de cooperativistas de la economía popular acondicionaron escuelas públicas de Bariloche.
Más de 150 trabajadores de la economía popular, beneficiarios de programas de empleo, acudieron en la última semana a desmalezar, recoger escombros, limpiar baños, vidrios y aulas en diez escuelas de Bariloche para garantizar el inicio del ciclo lectivo.
La idea surgió de la secretaría de Economía Social de la Nación, en articulación con las delegaciones de Educación provinciales. El programa “Argentina Unida por la Educación y el Trabajo” alcanza en Río Negro a cien establecimientos e involucra en todo el país a 30 mil cooperativistas.
“Tal vez la comunidad no se entere”, cuenta a Al Margen Élida Cañumil del MTE (UTEP). “Pusimos manos a la obra desconociendo si finalmente cobraremos o si nos cubre un seguro, pero con la certeza de que teníamos que terminar antes del inicio de clases”.
Élilda está al frente de una cooperativa de la construcción que se dedica, por ejemplo, a hacer plateas en barrios con planes de vivienda. A su grupo le asignaron la Escuela 46. Otros realizaron mantenimientos en la 16, 37, 33, 44, 295, 255, 311, los jardines 60 y 61 y el Instituto de Formación Docente.
Muchos trabajadores suspendieron changas, algunos debieron dejar a sus hijos en guarderías y otros fueron con ellos a las escuelas.
“Se trata de reconstruir la Argentina desde abajo, la política social es trabajo“, señaló el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, durante la presentación del programa.
Por la tarea los cooperativistas cobrarán un complemento que, sumado a los 8500 pesos que perciben como salario social o el programa Hacemos Futuro, llevarán sus ingresos a 17 mil pesos.
“Que estas jornadas se visibilicen nos legitima ante la sociedad, pero nosotros venimos trabajando en la economía popular desde 2001. Nuestro reclamo siempre fue reconvertir planes en trabajo genuino”, señala Élilda.
Los contratos establecidos en Bariloche tienen un mes de vigencia, prorrogables por cinco más. En un comunicado, la UTEP (organización creada en diciembre que nuclea a la CTEP, Barrios de Pie, CCC y La Dignidad) solicitó extenderlos a lo largo de todo el año.
“Una parte de la sociedad piensa que, si percibimos una asignación, o cobramos un salario social complementario, vivimos del Estado”, dice Brenda Vargas, referente de Somos Barrios de Pie. “Pero todos vivimos de nuestro trabajo”.
Su cuadrilla estuvo integrada por doce personas que durante seis horas acondicionaron la histórica Escuela 16. Entre ellas, una abuela de 63 años.
Vargas cuenta que la dirección del colegio los recibió con facturas. Esa bienvenida también fue registrada en la Escuela 46, donde sus autoridades, junto a consejeros escolares y compartieron un momento de distensión.
Silvana Garcé, directora de la Escuela 16, se ocupó de comentar el trabajo realizado ante la comunidad educativa durante el saludo a la bandera de este miércoles. Valoró el empeño, cuyos resultados, están a la vista de alumnos, docentes y familias.
Por Pablo Bassi
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen