El Congreso de Políticas Educativas en el Nivel Superior que se llevó a cabo en el Instituto de Formación Docente de Bariloche los días 4 y 5 de noviembre de este año, contó con la presencia de destacados disertantes de Argentina y Chile. En el marco de este evento se problematizaron los sentidos de la educación pública en esta nueva coyuntura política.
Consuelo, una colega chilena conmovida hasta las lágrimas contó su propia experiencia en relación a los créditos asumidos por la gran parte de los chilenos para continuar con sus estudios. El modelo chileno está diseñado por una lógica de mercado que obliga a los chilenos a afrontar altos costos no sólo para concretar los estudios sino también para acceder a otros derechos sociales como el agua, la salud, las pensiones por jubilación y la vivienda.
El debate cobró otra dimensión al contraste de la exposición de la profesora chilena, quien desde su mirada enfatizó el esfuerzo de generaciones: sus abuelos, sus padres y ahora les jóvenes por un estado presente. En las manifestaciones masivas “Chile despertó”, se marcha, se resiste, se sueña en nombre de elles y del futuro: para que haya cambios en una Constitución de la Dictadura de Pinochet que responde a intereses de las élites del país (de los más ricos, el 1%) en perjuicio del resto de la población.
La situación chilena permitió analizar propuestas que han surgido en Argentina como el proyecto UniCABA, que impulsa el gobierno de Larreta. Este proyecto supone la futura desintegración de 29 Institutos de Formación docente de la Ciudad de Buenos Aires – que implica también borrar parte de la historia, recorridos y logros del Magisterio- y entrama una paulatina precarización laboral, menos accesibilidad territorial para les estudiantes, sistemas de evaluación en torno a objetivos ajenos a la realidad local y nacional. Las compañeras de los Institutos de Buenos Aires contaron su lucha frente a este modelo meritocrático representado por la UniCABA que está en abierta discusión con la idea de inclusión. UniCABA y el modelo educativo chileno actual confrontan con un modelo educativo argentino que sostiene a la educación pública como un derecho social y no como un servicio más.
El Congreso resignificó problemas que permiten pensar-nos de manera situada: pobreza, marginalidad, el rol de diversos actores (como los medios de comunicación), la perspectiva de género, la interculturalidad, la inclusión. Los ejes propuestos fueron pensados para marcar agenda en la escuela que está siendo y la que se viene; lo que implica un diálogo importante en espacios de encuentro de docentes y estudiantes en formación.
En este evento asistieron más de doscientas personas, celebrando fundamentalmente la participación de profesores y estudiantes de diferentes lugares. Se compartieron experiencias desde los territorios y las particularidades de los diferentes Institutos de Formación Docente con el propósito de debatir sobre el nuevo norte de la Educación Superior desde estos saberes situados, que valorizan la propia historia, la propia cultura, la educación como bien social -y no de consumo- y los derechos humanos.
El eje de inclusión recuperó la pregunta ¿Una persona con discapacidad puede ser docente? Si bien el derecho a la educación es un derecho universal, el acceso al mundo laboral para el cual se están formando presenta contradicciones que es necesario problematizar y exigir políticas claras al respecto. Argentina que desde el año 2006, desde la Ley Nacional de Educación 26.206 promueve una educación inclusiva, ya posee una experiencia acumulada muy potente para seguir creciendo en esta línea.
En cuanto al eje de género el IFDC de Bariloche dio cuenta del Programa Institucional de género “Les Margarites” que se conformó en el año 2009 a causa de dos intentos de femicidios y que tiene como parte de sus objetivos prioritarios consensuar un protocolo sobre violencia de género, interpelar las prácticas de enseñanza en torno a la perspectiva de género y promover el análisis, reflexión y uso del lenguaje inclusivo.
Entre las reflexiones de los expositores centrales encontramos interrogantes sobre otres actores como los medios de comunicación hegemónicos que dicen sobre la autoridad docente, la labor del profesorado, la calidad educativa. Se observa que -no casualmente- el discurso de estos medios, cada vez más, exalta el éxito a costa de sólo el esfuerzo individual (que deja librado de responsabilidades al Estado) y por ende, el emprendedurismo y el alcance de competencias (fuera de una construcción personal y comunitaria). Se subrayó el desafío de activar nuevas agencias abordadas desde las miradas de les docentes y estudiantes, para visibilizar la puja por el territorio y por el gobierno de la educación, que es un lugar neurálgico y urgente de ocupar desde los profesorados.
Por Jimena Aguirre y Verónica Battaglia
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen