Miles de personas de diferentes partes de la Argentina y de países como Alemania, Brasil, Chile, Ecuador, Bolivia, Uruguay, entre otros llegaron a La Plata este 12,13 y 14 de octubre para vivir la edición 34 del Encuentro Nacional de Mujeres. Este año, el reclamo para que pase a ser nombrado plurinacional copó las calles de una ciudad que no estuvo preparada para recibir a las 500.000 mujeres, lesbianas, travestis, trans e identidades no binarias que así y todo vivieron con mucha intensidad los tres días que duró el masivo evento.
Vidal y su desprecio hacia la marea verde
Y se vivió no más una nueva edición de este Encuentro que reune a mujeres de todo el mundo y que cada año crece más y más. El que miles esperan con mucha ansiedad durante todo un año. Por el que se hacen colectas, peñas, ventas de alimentos, eventos culturales y demás para poder recaudar dinero y así garantizar que ninguna se quede afuera de esta fiesta que dura tres días y que siempre coincide con el fin de semana largo de octubre. Las mujeres y disidencias sexuales se organizaron, viajaron, llegaron a La Plata y la coparon.
Coparon una ciudad que fue muy hostil. Y no se hace referencia sólo a lo climático que pesó y mucho. Es cierto que llovió intensamente durante el primer día de encuentro y que por eso se suspendió el acto de apertura y otras varias actividades, que de los 87 talleres planeados colapsaron y no pudieron ser desdoblados, que hubo calles anegadas, que hubo que buscar refugio donde se pudo para zafar. Pero también es cierto que la gobernadora Vidal no movió un pelo para que en las escuelas donde se albergaban miles de mujeres abuelas, madres, niñas, adolescentes no se inundaran por ejemplo. O tuvieran luz y agua después del temporal. No hubo preocupación porque la luminaria pública volviera a funcionar en la zona centrica, como fue el caso de una de las plazas principales, la San Martin. Ni que hablar de la ausencia total de baños públicos o químicos para toda esa cantidad de personas que giraron por las distintas diagonales. Otro gran ausente: ambulancias. Miles de personas y no se divisaba a nadie cerca que pudiera brindar primeros auxilios en el caso de ser necesario. A esto se suman los comercios cerrados por dueños atemorizados por los supuestos disturbios que las “feminazis” ocasionarian.
Era sabido que tanto mujeres como disidencias no eran bienvendidas en esta ciudad pero hay que dejar en claro que Vidal no estuvo a la altura de la circunstancia en ningun momento. Cerca de 500.000 personas se concentraron en calles 1 y 60 para marchar y finalizar el recorrido en el Estadio Único de La Plata. Hablamos de medio millón, un número que claramente moviliza la economía local. Vidal no lo aprovechó. No quizo. Una muestra más del desprecio que siente hacia esta marea verde que inundó La Plata. (Algo similar ocurrió en Trelew el año pasado con la salvedad que aquellxs lugareños que vieron la posibilidad de aprovechar tal masividad, lo hicieron).
Sin embargo, la felicidad, los brillos, la alegría, los abrazos, las risas, las expresiones artísticas y corporales se hicieron sentir más fuerte que nunca. “No se cae el cielo, lo que se cae es el patriarcado”, dijo una amiga a la otra entre risas en una de las tantas plazas de La Plata.
Masivo
Se esperaba que fuera así. Porque La Plata tiene múltiples conectividades. Podés llegar en auto, en tren, en cole. Está en Buenos Aires y esto da la posibilidad de que compañeras de muchísimos puntos pudieran asistir, tal como lo hicieron. Lo cierto es que el clima de encuentro recién se vivió el domingo, durante la segunda jornada. Se estima que por el clima. Muchas no pudieron llegar el día anterior por la gran tormenta eléctrica que inclusive reprogramó y canceló vuelos.
La marcha fue multitudianaria y tranquila, a pesar de que había cierto temor. Todos los años ocurre que un grupo mínusculo realiza alguna intervencion en alguna iglesia o catedral. Esto genera confusión y la mayoría de las veces represión.Y si esa intervención no ocurre se la inventa para tener una excusa y así darle vía libre a las fuerzas de seguridad. Este año hubieron algunos inconvenientes pero afortunadamente no se conocieron casos de detenidas ni reprimidas. Tal vez algunos medios hegémonicos quieran hacer foco en ello pero no es este el caso.
Lo que sí nos interesa mostrar o dejar en claro es el espíritu de esta movilización: es una verdadera fiesta. Mujeres y disidencias de distintas edades, de distintos países, de diferentes regiones, con distintas historias y culturas, unidas por causas comunes. Acabar con nuestra opresión, luchar por los derechos de todas, pelear porque realmente seamos reconocidas y acabar de una vez por todas con este patriarcado que nos mata diariamente.
Cristiani de Sao Pablo, Brasil, quien viajó exclusivamente para tener su primer experiencia dijo que estaba “muy feliz de ver a tantas mujeres del continente hablando sobre su lucha, otra posibilidad de construcción del mundo. Y lo hicieron junto a indigenas, trans, negras, campesinas. Todas distintas pero juntas con el mismo objetivo: la lucha por la libertad. Para mi todo es muy nuevo. Yo sabia de la articulacion del movimiento feminista de Argentina, de la lucha por el aborto que es una referencia importante para nosotras pero no imaginé que fuera así. Nosotras en Brasil tambien marchamos mucho,las mujeres negras tenemos mucho eso de marchar y caminar, decimos incluso que nuestros pasos vienen de muy lejos. Y estamos siempre caminando. Esta es una buenísima experiencia”.
También fue la primera vez de Delfina Martinez, de Montevideo, Uruguay, del Colectivo Mizangas Mujeres Afodescendientes e impulsora de la Camapaña por la ley integral para personas trans en ese país. “Es increible la fuerza con lo que se vibra todo. Es hermoso. Se aprende de otras experiencias de lucha encarnadas en los cuerpos, contadas y narradas en primera persona. Esto siempre tiene como mucha mas potencia. He logrado conectar con otras luchas que estaban presentes pero no tanto. En ese sentido es muy enriquecedor”. Ella participó del taller que abordaba los travesticidios y participó de la tradicional marcha que lleva como bandera el cese de estos asesinatos y que se realizó la tarde del sábado 12.
Por su parte, Luisa de Marcos Paz, Provincia de Buenos Aires, comentó que es recurrente de los encuentros pero que esta vez vino con su hija de 16 años por lo tanto este era uno especial. “Somos un grupo: mis dos sobrinas, la menor de 12 que también viene por primera vez y su hermana de 21. Ademas una compañera de trabajo que se animó y le encantó. Estamos muy contentas por todos la talleres que hubo este año”, dijo y aclaró que ella participó en uno relacionado al veganismo.
Lucia tiene 21 y es de Bariloche pero vive en La Plata desde hace un año. Este es su segundo encuentro, el anterior fue en Chaco. “Este es superador”, no dudó en decir emocionada porque lo vivió con su mamá y con una amiga más de su ciudad natal. “ No fui a los talleres, me quedé viendo todo lo que pasaba en las calles, el candombe, las batucadas. Ya estamos pensando en ir al del año que viene”, cerró.
Y así opinaron todas las compañeras que entrevistamos. Emocionadas por lo que estaban viviendo y ansiosas por pensarse en el del año entrante. Una vez que se transita un Encuentro, no hay vuelta atrás.
Hoy es plurinacional
La previa este año fue rara y distinta al de años anteriores. Quizas porque se respiraba cierto nerviosismo por cómo se desarrollaría, teniendo en cuenta que estamos en año electoral y que se realizaría en el terreno de la gobernadora María Eugenia Vidal. Sabemos que su gestión no necesita de demasiadas excusas para reprimir.
O quizás porque este año la necesidad de que sea nombrado plurinacional se hizo sentir más fuerte que nunca y esto dividió aguas. Minosca Pailacura, integrante del pueblo mapuche, entrevistada por Al Margen opinó que “siempre ha habido diversidades” por lo tanto ya es plurinacional inclusive antes de que sea nombrado. Pero “no es solo un nombre, implica un reconocimiento para con aquellas comunidades que han sido históricamente silenciadas”, dijo esta lamien que vivió por primera vez este evento. Una militante uruguaya también se refirió en este sentido: “hay que quitar la idea de los Estados Naciones que son delimitados por el colonialismo”.
Preciera que este tema central que generó multiples discusiones y debates tensos tanto en los momentos previos como en el durante del encuentro, finalmente llegó a su fin. En el acto de cierre de este lunes, las oradoras Claudia Vasquez Haro, del colectivo travesti trans, y Zulema Enriquez, docente quechua de la Universidad Nacional de La Plata, remarcaron “que desde el año pasado se viene militando en cada plenaria y comisión de trabajo para dar cuenta de la importancia de cambiar el nombre. La historia nos demanda que este Encuentro sea plurinacional y las miles de mujeres que marchamos lo hicimos notar. Hay que romper con el paradigna del feminismo porque existen feminismos en plural. El feminismo no es hegemónico, no es de las mujeres blancas. Somos indigenas, comunitarias, villeras”. Mientras tanto, todas aquellas presentes gritaban al unísono “plurinacional y con las disidencias”. Es decir, si este asunto queda realmente saldado y respetado por todas las organizaciones que llevan adelante los Encuentro, San Luis que será la próxima sede, tendrá el honor de ser el anifitrión del Primer Encuentro Plurinacional.
Por Luciana Avilés
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen