Entrevistados por Al Margen, los lideres rionegrinos de las dos CTA contraponen su opinión.
La CTA de los Trabajadores, que a nivel nacional conduce Hugo Yasky, resolvió este jueves en un congreso nacional iniciar un proceso de reincorporación a la CGT, tras 27 años de alejamiento. Lo hizo en el micro estadio de Lanús con la presencia de Alberto Fernández, pero con la ausencia de los dirigentes del consejo directivo cegetista.
En 1992, la Central de Trabajadores de la Argentina nació como alternativa al modelo sindical (aún hoy restrictivo) para los emergentes de la política menemista: desocupados, asalariados no registrados, autónomos, cooperativistas. Si la Confederación General del Trabajo nuclea a organizaciones y elige a su conducción por voto indirecto, la CTA afilia a trabajadores que se autoreconocen como tales y vota a sus dirigentes de manera directa.
Hoy se habla de dos CTA porque, tras el proceso de renovación de autoridades de 2011, hubo una fractura. De un lado quedó la de los Trabajadores, liderada por Yasky, con la CTERA docente como gremio más fuerte; y del otro, la Autónoma, cuyo secretario general es Ricardo Peidro y tiene a ATE como sindicato más influyente.
“Es necesario tener una única central obrera: fue duro el macrismo, pero imaginate lo que podría haber sido sin la unidad de acción de las dos CTA con distintos sindicatos de la CGT, con la Corriente Federal (encabezada por el bancario Sergio Palazzo)”, dice a Al Margen Jorge Molina, secretario general de la CTA de los Trabajadores de Río Negro.
“Lo que estamos planteando es que esa unidad de acción se transforme en una unidad más fuerte. Pero lo decimos con claridad: una única central con todos aquellos dispuestos a pelear contra el modelo neoliberal e impulsar medidas que favorezcan a la pequeña y mediana empresa, los trabajadores, jubilados, estudiantes y las organizaciones sociales en un nuevo gobierno nacional y popular”, agrega.
– Sin embargo, dentro de la CGT hay sectores de la conducción cuya indulgencia con el gobierno de Macri fue muy criticada por la CTA
– Nosotros planteamos la necesidad política de impulsar la constitución de una única central sin diluirnos, sin perder nuestra identidad, y habilitar a nuestro secretariado nacional a acercar a la CGT esa propuesta. Veremos luego la respuesta del otro lado. Hay sectores de la CGT que están dispuestos, como la Corriente Federal, Moyano. Algunos, tal vez, intenten trabarnos la puerta. Pero la mayoría de los sindicatos de base ven con predisposición la necesidad de unidad, para que no vuelva a pasarnos lo de estos años
– ¿Y cómo sería esa unidad en Río Negro?
– Lo tendrán que resolver las tres regionales que tiene la CGT. Creo que todas, luego de un debate, la aceptarán. Si la decisión nacional está tomada, será más fácil.
De acuerdo a la información publicada este jueves por Mariano Martín en Ámbito Financiero, la mesa chica de la CGT no está muy convencida. Roberto Fernández, chofer de la UTA, por los dolores de cabeza que le generaron los metrodelegados de la CTA en el subte porteño. Sergio Romero, docente de la UDA, por su competencia con el sello mayoritario de CTERA. Omar Maturano, maquinista de los trenes de La Fraternidad, por su repelencia a tendencias a la izquierda.
– ¿La CTA Autónoma también se está dando este debate? –le preguntamos al secretario general de ATE y la CTA Autónoma de Río Negro, Rodolfo Aguiar
– No, no. Todos los debates internos que se lleven a cabo en las organizaciones de trabajadores deben destacarse y ser respetados, aunque a veces uno pueda no compartirlos. A simple vista, aparece como una iniciativa tendiente a potenciar ese pacto social del que tanto se empieza a hablar y que se buscará en el nuevo gobierno, corriendo el riesgo de aparecer como la garantía que se continúen aplicando las políticas definidas por el FMI en el próximo período
-Hubo una convergencia en la calle de las dos CTA, justamente, contra estas políticas del FMI
-Hemos sido protagonistas y constructores en la calle del resultado de las elecciones primarias, que esperamos se ratifiquen el 27 de octubre. Pero nuestra idea no es convertirnos en aplaudidores, sino en demandar la urgente recuperación de aquellos sectores que han sido postergados, excluidos y fuertemente atacados por las políticas de ajuste de estos cuatro últimos años.
Consultado entonces sobre el tipo de unidad necesaria, Aguiar sostiene que “se debe hacer en la lucha y en la calle. La mayoría de los que están hoy en la CGT, aunque hay honrosas excepciones, ya no son sindicalistas, sino que piensan, hablan y viven como empresarios. Nosotros no tenemos nada que hacer ahí”.
“Nacimos en los ‘90 para romper el unicato que garantiza el monopolio de la representación de trabajadores y para construir una central de nuevo tipo, que organice también a los trabajadores no registrados, amas de casa, de la economía popular”, dice Aguiar.
Justamente, la CTEP también solicitó el año pasado su ingreso formal a la CGT, aunque sin éxito. El sector representa al 30% de la clase trabajadora en la Argentina.
Por Pablo Bassi
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen