El Laboratorio de Fabricación Digital de Bariloche cumplió cuatro años y quienes acompañan e integran el proyecto cristalizaron el trabajo colaborativo que se viene se realizando en la conformación de un Club de Amigos para seguir impulsando el acercamiento de la comunidad y amalgamar esfuerzos.
Con la intensión de “democratizar el acceso a la fabricación digital y permitir el acceso a las nuevas tecnologías, proponiendo una modalidad de trabajo colaborativa y en red”, el Fab Lab Bariloche se erige como un punto de encuentro necesario para las industrias creativas, ofreciendo a la comunidad un espacio de trabajo para diseñar, experimentar y realizar proyectos utilizando tecnologías innovadoras.
“El Fab Lab empezó hace cuatro años y poco a poco fueron pasado distintos proyectos y gente que se fue sumando desde diversas áreas de las industrias creativas: desde artistas hasta científicos, que han pasado para buscar algún tipo de asesoramiento, colaboración en temas de diseño, tecnología, emprendedores”, dice Manuel Rapoport, quien lleva adelante con su socio Martín Sabattini, ambos diseñadores industriales, el estudio de diseño Designo Patagonia. “Estuvimos desde el principio tratando de apoyar este proyecto, creemos que hay que fomentar las industrias creativas en Bariloche, hay mucho potencial y estas instituciones vienen a amalgamar esfuerzos”, señala.
Y en ese amalgamar, y de algún modo cristalizar un andar en apoyo explicito, es que surgió a la par del nuevo aniversario del espacio la conformación del Club de Amigos del Fab Lab. De algún modo, y en un contexto por demás difícil, quienes conocen del hacer cotidiano en Pasaje Juramento 102 donde funciona decidieron que no podía dejarse pasar el festejo de tantos años en pie y el reconocimiento de la comunidad al proyecto.
“Empezamos a juntar un grupo y a coincidir en que había que festejar estos cuatro años y aprovechar la oportunidad de expresar el acompañamiento a este espacio, trasmitiendo a la sociedad el carisma y la importancia que tiene, fundamos así el Club de Amigos del Fab Lab”.
Tener las maquinas
“Contribuir al desarrollo de proyectos innovadores con fuerte potencial de crecimiento, que aporten a la generación de empleo, a la mejora ambiental y a la diversificación de la matriz productiva de la ciudad de Bariloche” es una de las misiones principales que se propone el Fab Lab. Es en este sentido funciona poniendo las máquinas y el taller a disposición para el desarrollo de los proyectos incubados. “Uno de los principales objetivos de FAB LAB BRC es vincular personas por medio de la transmisión de conocimientos y actividades que fomentan el desarrollo cultural, artístico, tecnológico y de emprendedores locales”, detallan desde el espacio. Es en esta línea que también hay acceso a cursos, capacitaciones y talleres de temas bastante específicos.
“Es interesante interiorizarse en qué es un laboratorio de fabricación digital como este, que en particular tiene la ventaja de que es del Estado, público y es gratuito. Generalmente estos espacios terminan siendo privados y con costos que no cualquiera puede afrontar”, continua Rapoport.
Tecnología, maquinas, impresoras 3D, cortes por láser, un router a control numérico que dejó de comodato un emprendedor para que lo use la comunidad, son algunas de herramientas que permiten desplegar el trabajo proyectado. El mundo que se abre es vasto y el modo de sostenerlo también.
“Nosotros hemos desarrollado proyectos con ellos y a modo de devolución aportamos, en nuestro caso, una aspiradora que era necesaria para ese router. Y así, mucha gente devuelve con insumos, lo que puede y ve que es necesario para el funcionamiento. Así sea un paquete de yerba mate. Lo que sugiero es que todos los que están en temas de creatividad, tecnologías, emprendimientos, se puedan acercar a este lindo lugar de Bariloche para entender de qué va. A mayor escala también sirve para afianzar emprendimientos que salgan de lo exclusivamente relacionada al turismo, si bien las industrias creativas se vinculan bien con la cuestión turística, pero creo tiene que ver con diversificar de alguna manera esta economía basada en un solo monocultivo, por decir de algún modo”.
Es así que poco a poco, la idea del Club amigos del Fab Lab es ir creciendo y potenciando el trabajo en red, que finalmente es lo que sostiene los proyectos en el tiempo, con la participación y una comunidad que se involucra. “De alguna manera del otro lado de una oficina del Estado tiene que estar la comunidad apoyando”.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen