Después de más de dos años de obra, se rescindió el contrato con la empresa Dal Construcciones, que llevaba adelante la construcción de la segunda etapa de refuncionalización del Hospital Zonal Bariloche Dr. Ramón Carrillo, el más importante de la provincia de Río Negro. Investigación de Al Margen. Primera entrega.
El gobierno de la provincia decidió a fines de febrero pasado, el cese de la obra de ampliación del Hospital Zonal Dr. Ramón Carrillo de Bariloche. El ejecutivo de Río Negro solicitó ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la caducidad del contrato con la empresa DAL Construcciones S.A. en la obra de la segunda etapa de refuncionalización y remodelación del nosocomio.
“Se toma esta medida por el incumplimiento en los compromisos firmados y la lentitud en los avances por parte de la empresa constructora”, informó el ministro de Economía, Agustín Domingo. La construcción del edificio nuevo del hospital tenía plazo de ejecución de 20 meses a partir del inicio de obra, en enero de 2018. Más de un año después, habiendo cobrado un anticipo de aproximadamente el 7% del presupuesto total, la empresa certificó el 15.63% del plan de trabajo acordado con la Unidad Provincial de Coordinación y Ejecución del Financiamiento Externo (UPCEFE), que desarrolla la tarea de auditoría de obra.
El ministro Domingo aseguró que como la misma se realiza con financiamiento del BID, la provincia dispone de los fondos necesarios para pagar los certificados de avances en tiempo y forma. De modo que no son motivos financieros, los cuales la empresa puede argumentar como dificultades para avanzar con las actividades del plan de trabajo y el cronograma de obra. Ya que la provincia realiza la auditoría general a través de la UPCEFE, se dispuso solicitar al BID la cancelación del contrato rubricado con Dal Construcciones SA. No está claro aún si la provincia iniciaría acciones legales por el perjuicio del incumplimiento contractual.
Según declaraciones de funcionarios a los medios, los principales incumplimientos de la empresa fueron la falta de mano de obra calificada para avanzar conforme al cronograma de obra, como de recursos humanos en la oficina técnica para la implementación y coordinación del plan de trabajo; la no presentación de una propuesta actualizada para la nueva traza de la red de gas luego del hallazgo inesperado de un caño maestro de alimentación de fluido al histórico edificio, adicional que surgió al realizar el movimiento de suelo para las fundaciones del nuevo edificio; el recambio excesivo de personal de la jefatura de obra durante todo el período de ejecución; y desde el 12 de Diciembre último, la interrupción del servicio de comunicación a la dirección de obra. Fuentes del ministerio de Obras y Servicios Públicos, afirmaron también que en junio del año pasado así como en enero del corriente, Dal Construcciones licenció al personal de obra sin causas justificadas y sin notificación previa en ningún caso.
En sucesivas declaraciones, se dejó testimonio que la dirección e inspección de obra estaba a cargo de técnicos del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la provincia. Ahora, según recientes declaraciones del ministro Domingo al diario Río Negro, se afirma que esta tarea estaba tercerizada.[1] No se puede comprender por qué esa tarea fue delegada al sector privado y no fue realizada por técnicos del ministerio de Obras y Servicios Públicos. No se puede comprender tampoco, por qué sale a la luz ahora este hecho, un puñado de días después de las elecciones provinciales, cuando con anterioridad se afirmaba en los medios que esa tarea la realizaba este ministerio. Aunque alguna hipótesis es posible intuir.
Pero el hecho que llegó al límite, fue la confirmación de fallas técnicas en la verificación de los hormigones armados de las losas del segundo y tercer piso. Fallas que pueden requerir incluso la demolición de estas estructuras portantes para su remediación.
Ahora caben los interrogantes. ¿Quién es el responsable de esta situación? ¿Es la empresa que no cumplió con las condiciones particulares que definía el pliego y el contrato firmado? ¿Es el Estado provincial quien debía auditar el cumplimiento del plan de trabajo en tiempo y forma? ¿O las condiciones macroeconómicas que hacen inviable una inversión productiva en obra pública cuando las tasas de Letras de Liquidez del BCRA para entidades financieras otorgan un interés del 73.53% al momento que escribo esta nota?[2] Muchos interrogantes, que posiblemente incluyan en sus respuestas a todas estas variables.
Historia y presente.
El 19 de diciembre pasado, la institución cumplió 80 años de atención pública a la población de la región. El entonces Hospital Común Regional o Vecinal, fue construido durante 1938, e inaugurado el 19 de diciembre de ese año con 60 camas. Fue parte del proyecto integral de reconfiguración identitaria de la ciudad que llevó adelante la gestión de Exequiel Bustillo en la Dirección del Parque Nacional Nahuel Huapi. En sus orígenes dependía del Ministerio de Salud de Nación. A partir de la institución de Río Negro como provincia, y de la sanción de la constitución provincial en 1957, pasó a depender del gobierno provincial.
En 1973, se cambió su nombre en reconocimiento al Dr. Ramón Carrillo (1906-1956), quien en 1947, gestionó la sanción de la Ley 13.012, cuyo primer artículo comprometía al Poder Ejecutivo a preparar un proyecto de Código Sanitario y de Asistencia Social, por el cual se promovió la creación del Fondo Nacional de Salud y Asistencia Social, base del actual sistema de salud a través de las obras sociales. En base a su tarea comprometida con la salud pública, Ramón Carrillo se transformó en 1949, en el primer ministro de Salud, con la creación del Ministerio de Salud Pública, durante el primer gobierno de Perón.
El hospital está clasificado como de nivel 6, según la clasificación del actual Ministerio de Salud y Desarrollo Social, por la complejidad de su dispositivo de atención. Los hospitales públicos de la provincia de Río Negro se distribuyen en seis Zonas Sanitarias, que conforman una red entre hospitales rurales (complejidad nivel 3), y hospitales urbanos (complejidad nivel 4 y 6). El Ramón Carrillo es hospital cabecera por su condición de referente zonal. Cuando los centros de menor complejidad no pueden resolver una situación crítica, la deben derivar a uno de mayor complejidad.
Su condición de hospital cabecera hace que además cumpla con la cobertura preventiva de primer nivel de atención, el cual es desarrollado por 11 Unidades Sanitarias distribuidas estratégicamente en los barrios de todo el ejido urbano de la ciudad. Este primer nivel de atención resuelve casi un 90 % de las consultas, según datos estadísticos del hospital[3].
Al día de hoy cuenta con 150 unidades de internación disponibles, hecho que lo ubica como la institución asistencial de mayor envergadura de la provincia. En síntesis, es la institución provincial en la que se puede observar el paradigma de las políticas en materia de salud pública. Por envergadura institucional, consultas y pacientes a quienes atiende, área de cobertura regional, articulación del dispositivo territorial que concentra en la ciudad. Imposible desatender una obra pública que permita la expansión infraestructural de su dispositivo de atención. No puede quedar librado el impacto de una política pública de semejante envergadura a los intereses de una empresa privada.
Los anuncios
El financiamiento para la segunda etapa de la obra del Hospital Bariloche se gestionó con un crédito del BID. En principio la inversiónanunciadasería de 142.000.000 $, “la más importante que tenemos en cartera”, señaló en Bariloche el 13/03/2015, el entonces Ministro de Economía de la provincia, Alejandro Palmieri, en diferentes notas periodísticas. El mismo que en las pasadas elecciones del 7 abril fue electo vicegobernador.
Palmieri explicó entonces que el 80% del monto total esa inversión será financiado a través del BID, y el 20 % restante, con fondos de rentas generales, como contraparte del Gobierno Provincial. La Unidad Provincial de Coordinación y Ejecución del Financiamiento Externo (UPCEFE) es la que coordinó la gestión del financiamiento y el proceso licitatorio de obra.
El 27/08/2015, el gobierno de Río Negro llamó a licitación para la ampliación del hospital de Bariloche. La misma se realizó el 27 de octubre de ese año, con la apertura de los sobres de las 3 empresas que presentaron presupuestos. Riva SA cotizó $248.780.000; Planobra SA ofertó $238.065.006; y Dal Construcciones SA, propuso $197.518.208. La propuesta elegida fue la de Dal Construcciones SA.
Por Marcelo Viñuela
Equipo de
Comunicación Popular Colectivo al Margen