El hambre se instala en la agenda de Bariloche. En la última semana se realizaron tres acciones para detener esta problemática que de la periferia al centro no deja de crecer.
Argentina produce y exporta alimentos para 400 millones de personas, sin embargo, a menos de 3 kilómetros del Centro Cívico los pibes revuelven en el manto del vertedero algo para comer, florecen los comedores y merenderos; y hay pibes y pibas que solo comen el pan que reciben en la escuela.
El estudiantado del CEM 33 convocó el miércoles pasado a una sentada para que en el establecimiento educativo se refuerce la merienda y se implemente un sistema de entrega de viandas para los alumnos mas necesitados.
“Decidimos hacer una sentada para que llegue a los medios y a Desarrollo Social, y vean que con hambre no podemos estudiar. Los estudiantes están más preocupados a la hora de la entrada en que nos entreguen el pan que en estudiar” dice Camila Hernández presidenta del Centro Estudiantes de esa escuela de educación media del alto de Bariloche. Y continúa: “nosotros primero enviamos una nota al Consejo Escolar para ver si nos podían ayudar con una merienda reforzada y en unos casos muy puntuales, ayudar a algunos chicos con una vianda para que se la lleven a su casa. Hay muchos chicos que comen una sola vez al día o que no comen nada, o solo el pan que da la escuela”. La respuesta que recibió el estudiantado es que Educación podía solo aumentar la ración de pan y queso, y que deberían ir a Desarrollo Social con el pedido.
En el documento que hicieron llegar a la Delegación Andina de Educación reclamaron: merienda reforzada para el conjunto del estudiantado. Que se acompañe a los estudiantes de mayor urgencia con apoyo a su alimentación. Y la realización de un relevamiento social de la situación.
Este último punto que impulsaron desde el estudiantado es similar al relevamiento de comedores y merenderos que los Movimientos Sociales nucleados en CTEP Y CCC Bariloche vienen realizando, al tiempo que piden que salga la ordenanza de Emergencia Alimentaria en la ciudad y se cree un fondo de seguridad alimentaria. La ordenanza fue presentada por Ana Marks a instancia de los movimientos sociales de la ciudad en diciembre pasado.
Once días atrás la Comisión de Economía del Consejo Deliberante debía tratar el tema y habían invitado a los responsables de las áreas sociales de Nación, Provincia y Municipio. Sin embargo, la sesión fue postergada y se pateó una vez mas para adelante. Por lo bajo el oficialismo admite que la estrategia oficial es dilatar el tratamiento a una vez empezada la temporada turística. Dicen que admitir la problemática incidiría en la imagen de Bariloche de cara a una temporada donde se espera recaudar para paliar la dura crisis que atraviesan las cuentas municipales desde que se decidió subsidiar a Mi Bus con 6 millones mensuales de las arcas municipales.
Por otro lado, la diputada Silvia Horne (FPV-Mov Evita) junto al diputado y ex ministro de Desarrollo Social de Provincia de Buenos Aires Daniel Arroyo presentaron “Diálogos Urgentes para Erradicar el Hambre en Argentina” el viernes en la biblioteca Sarmiento.
Proponen 7 medidas de cara al próximo gobierno. Las mismas van desde bajar el IVA a los productos básicos y avanzar con la Ley de Góndolas para que ninguna marca monopolice mas del 30 por ciento de las mismas en supermercados hasta financiar con créditos a tasas del 3 por ciento anual a los productores de la economía popular y a la población sobre endeudada por la actual crisis económica.
También realizar una canasta saludable con alimentos ricos en proteína animal como carne, leche y derivados. La descentralización de las políticas públicas realizando transferencias directas a municipios y organizaciones territoriales.
Por último, un encadenamiento productivo para subsidiar sectores estratégicos que hoy se encuentran transnacionalizados, como las empresas de la industria alimentaria de comida super procesada.
“Hay 3 generaciones de argentinos y argentinas que perdieron el saber de la cocina tradicional por haber sido alimentados en comedores comunitarios, hoy la industria alimentaria reemplazó la cultura de cocinar por la industria del alimento super procesado” historizó la nutricionista Delia Nim, investigadora de la Universidad del Comahue.
Por Alejandro Palmas
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen