El viernes 12 de abril el Tribunal Oral Federal Nro.4 de San Martín condenó a prisión perpetua al General Alfredo Arrillaga por los crímenes cometidos durante el copamiento al cuartel de La Tablada entre el 23 y 24 de enero de 1989 durante el gobierno de Alfonsín.
En el marco de una condena histórica, dialogamos con Irene Provenzano, hija de Pancho Provenzano, uno de los desaparecidos de La Tablada y de Claudia Lareu, asesinada en el copamiento.
– ¿Qué es lo importante para vos en esta condena?
-En principio lo que ocurrió hoy es la culminación de todo un proceso que tiene muchísimos años. En ese sentido, ya haber tenido un juicio por el caso de José Díaz, que es uno de los cuatro compañeros que está desaparecido para nosotros ya es un logro y una victoria enorme.
Pudimos, a lo largo de todo el juicio difundir lo que hicieron los militares en la mal llamada “recuperación” del cuartel de La Tablada, pudimos denunciar las violaciones a los derechos humanos que se cometieron donde fusilaron y torturaron a compañeros. El juicio nos dio una plataforma para amplificar todas estas denuncias que muchos compañeros, familiares, abogados y abogadas están sosteniendo hace muchísimos años. Poder estar haciendo el juicio ya era para nosotros una gran victoria.
Hoy el Tribunal decidió condenar a prisión perpetua a Arrillaga por ser coautor del homicidio de José Díaz. Eso también fue muy importante porque no sólo lo están condenando por ser responsable militar del operativo, por ser la figura máxima al mando de la represión, sino que están diciendo que él fue copartícipe de ese homicidio. Además nosotros sabemos que él fue responsable de la desaparición de José, de Iván Ruiz, de Carlos Samojedny y de mi papá.
Que lo hayan considerado coautor es muy importante porque fue parte de lo que pudimos demostrar en este juicio, la responsabilidad directa de Arrillaga en lo que sucedió. Esto nos abre las puertas para seguir avanzando en las investigaciones y seguir imputando a más militares que están involucrados. A miembros del poder judicial que se encargaron durante estos 30 años de encubrir y tapar estos delitos, garantizando hasta ahora la impunidad de los militares. Llegamos a este punto muy contentos y contentas, estamos con ganas de seguir por más verdad y justicia.
– ¿Qué tipo de prisión se le dio a Arrillaga?
-Nosotros pedimos la cárcel común. Él ahora está en prisión domiciliariaporque cuenta con condenas firmes por delitos cometidos por la última dictadura militar. Nosotros decimos que él, está en perfectas condiciones para cumplir una pena efectiva en la cárcel. Sobre eso el Tribunal dijo que postergaban la detención para cuando la condena estuviera firme.
Sabemos que en la justicia hay procesos que llevan algunos años pero el pedido está planteado. También la perspectiva de condenar no sólo a Arrillaga, sino llevar a juicios a otros militares involucrados que además están libres. Muchos de ellos no han sido investigados todavía… La expectativa de que quienes estuvieron vinculados a estas violaciones de derechos cumplan una condena efectiva no se termina solamente con Arrillaga.
– ¿Qué le aporta a tu vida personal el contar con una sentencia de la justicia?
-Yo tenía cuatro años cuando pasó todo esto. Además de ser hija de Pancho Provenzano, soy hija de Claudia Lareu, una compañera del Movimiento Todos por la Patria (MTP) que también calló en La Tablada. Para mí La Tablada significó perder a mis dos viejos. Entonces esto es parte de mi historia 100%. Haber llegado hoy al primer juicio, a la primera condena por lo que pasó es una manera de reivindicar su lucha, su memoria y estar más cerca de la verdad.
– ¿Cuáles son los próximos pasos?
-El 15 de mayo se dará lectura a la sentencia, que son los fundamentos del veredicto para llegar hasta este punto.
Por Fabián Agosta y Julia Biagioli
Equipo de Comunicación Popular Colectivo Al Margen