El triunfo del MPN en Neuquén. ¿Quienes ganaron y quienes perdieron? ¿Porque? Nota de opinión acerca de la primera elección y sus consecuencias en el tablero político nacional
Ayer en Neuquén se volvió a confirmar la hegemonía del MPN. El poderío de esta fuerza provincial es incombustible. El partido provincial gana las elecciones a gobernador desde que Neuquén es provincia hace más de 50 años. Es simplista decir que el MPN gana solo con el manejo del aparato estatal y el clientelismo a distintas escalas. El partido provincial neuquino ha sido oficialista de todos los oficialismos nacionales y a partir de ello a sido siempre mimada con recursos nacionales. Pero eso solo tampoco explica sus repetidos triunfos. Sino que evidentemente también conocen muy bien su territorio y su gente, y logran interpelar e interpretar las demandas de una mayoría de los neuquinos, guste o no esta realidad. Además, en un contexto nacional de crisis económica, Neuquén fue la única provincia donde creció el empleo en 2018 y recibe 20 familias por día desde otras provincias por el efecto Vaca Muerta. Difícil que pierda un oficialismo provincial tan arraigado, sumándole cierta bonanza económica respecto a otras provincias, especialmente las vecinas.
Tres consideraciones para tener en cuenta:
– El voto electrónico demostró una vez más que es inseguro, poco confiable, que no garantiza la transparencia ni la velocidad del escrutinio y, principalmente, que sea auditable el resultado. En esta ocasión, es difícil poner en duda el ganador, pero la opacidad y las irregularidades que existieron pone en duda los porcentajes de cada fuerza. Esto incluso deslegitima en parte el triunfo justo de los amplios ganadores.
-Unidad ciudadana-peronismo conservó la misma cantidad de votos que en 2015, cuando era gobierno a nivel nacional y con la carga de 4 años de persecución mediático, judicial y política en contra, como justificación de todos los males del país. Cierto es que mantuvo su núcleo de votantes, pero no ha logrado aumentar a nivel provincial su base electoral, pese a la debacle económica nacional de Cambiemos. El MPN también conservó sus votos, sin sufrir pérdidas por su cercanía al gobierno nacional en un contexto claro de crisis económica a nivel país. Eso sí, el porcentaje de votos del gobernador lo mantiene considerando listas colectoras, el MPN por si solo salió segundo detrás de la lista única del peronismo. En una elección con boleta única, la estrategia electoral de múltiples listas con él a la cabeza le funcionó al gobernador reelecto.
-Cambiemos salió tercero y perdió muchísimos votos desde la última elección en 2017, pero también respecto a 2015. Incluso su candidato salió tercero en la capital, la cual gobierna Cambiemos hace 8 años. Cabe recordar que Cambiemos en 2017 terminó primero en la elección a diputados nacionales, 2% por encima del MPN. Cierto es que, ante las encuestas previas negativas, ningún referente nacional de Cambiemos apoyó al candidato y que incluso algunos llamaron a votar al MPN para evitar el triunfo del peronismo. Por los números finales, sus votos perdidos al parecer no fueron al MPN, sino a manos de otras fuerzas alternativas a la primera y segunda fuerza (algunas mas otras menos también identificadas con el MPN, como Sobich).
-Los partidos progresistas-no peronistas y de la llamada izquierda en sus distintas variantes no lograron aumentar su caudal electoral, con porcentajes similares a años anteriores
Teniendo en cuenta todos los aspectos, el resultado es difícil de trasladar a lo que va ocurrir en lo nacional en octubre. El MPN, al igual que sus colectoras, contiene votantes de uno y otro lado polo en lo Nacional (macrismo vs. peronismo-kirchnerismo). Asimismo, no existe una referencia clara en la provincia a un tercer espacio a nivel nacional. Evidentemente el partido provincial MPN ha logrado con su impronta una vez más despegar la elección provincial de lo nacional. Otros partidos provinciales de otros territorios no cuentan ni cerca con el peso específico del MPN. Pero seguro que algunos de ellos intentaran hacer creer al electorado que si lo tienen.
Así comienza el largo camino a octubre, con muchos domingos calientes electorales. Un año para pensar mucho y no hacer análisis apresurados. Un año en el cual se juega el futuro hacia seguir profundizando un modelo neocolonial o la construcción de un modelo de país. Próxima parada Río Negro.
Por Manuel de Paz
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen