El sol dio otra vuelta más y comienza a traernos un poco de calor a los que vivimos por estos horizontes al sur del mundo. Entonces comienzan a brotar actividades que teníamos postergadas: salidas a la playa con mate y reposera, recorridos en la bici que teníamos en un rincón y a mirar con mayor cariño y frecuencia los mapas de sendas y picadas de la región.
Vivir en la Patagonia tiene un montón de cuestiones que hacen a la vida cotidiana más compleja. Lo que no significa más tiempo y dedicación es inversión de dinero, o ambas; la leña para calefaccionar nuestras casas, las idas y vueltas con las garrafas llenas y vacías, la campera y ropa de los niños, los caños que se congelan, etc. Pero nobleza obliga, cuando llega el verano tenemos a favor vivir en un lugar que tiene docenas de espejos de agua, límpidos como nuestro cielo en solo 50 kilómetros a la redonda. Y uniendo a todos esos lagos y ríos, existe una red de senderos de trekking que por su envergadura, longitud y distintos niveles de exigencia es único en toda América.
Si le contáramos a un europeo que en esta región se puede caminar durante días por paisajes paradisiacos, acampar a elección en cualquiera de las zonas habilitadas por tiempo indefinido, sin necesidad de contratar un guía, o un paquete turístico, o pagar pernocte, no lo creerían. Solo se requiere sacar el permiso de trekking que es gratuito y se puede hacer por web, y sirve para tener información certera sobre el paradero de aquellas personas que deciden poner la mochila en su espalda, la mirada en el horizonte y aventurarse a viajar al ritmo que te lleven tus piernas.
Respecto a estas últimas, hay caminatas familiares por el día, con y sin desnivel, o con un nivel de complejidad que requiere alguna noche, pudiendo pernoctar en carpa o en alguno de los refugios de la región. Hay para todos los gustos y necesidades.
Si estás en familia y con ganas de salir a hacer un picnic en algún lado las más accesibles son la caminata a Playa Muñoz en el Gutiérrez, a Playa Leones en el lago Mascardi o el camino viejo a El Bolsón sobre el lago Guillelmo. Terreno plano, sombra, agua y ganas de quedarse a vivir en cualquier recodo del lago.
Si lo que andas necesitando es quemar energías, cambiar dióxido de carbono por oxígeno y traspirar, suelen ser gratificantes los senderos que trepan hasta alguna cumbre de montaña de la región; el filo del Cerro López, la travesía que conecta Catedral con Frey o viceversa o el cerro Bella Vista son los más recomendados y accesibles desde Bariloche.
Ahora, si te quedaste con ganas de más, tenés el tiempo y el estado físico para hacerlo y conseguiste compañía para un trekking más exigente no dudes en conocer el valle del Rucaco, (entre Frey y Jacob), o unir desde el Villegas (a la altura de ruta 40) con el Mascadi, pasando por el cristalino Lago Steffen que en estas épocas del año recibe a los locales, sin tábanos ni turistas.
En la actualidad existen 225 combinaciones de senderos con 26 cabeceras solo dentro del Parque Nahuel Huapi. Se puede acceder a alguno de los refugios de montaña por 4 o 5 lugares diferentes lo que permite infinidad de combinaciones. En síntesis, tenemos alrededor de unos 700 kilómetros de sendas. Si se combina todas esas sendas tenemos más de 4 mil kilómetros para caminar. Toda esta red está habilitada, recorrida, reconocida, mapeada, señalizada, y mantenida por Parques Nacionales, lo que representa grandes problemas porque es muy complejo para abarcar con cada vez menos recursos, sobre todo desde que no funciona más Huella Andina.
Huella Andina fue un proyecto que lo llevó adelante hasta el 2016 el Ministerio de Turismo de la Nación y actualmente está discontinuado. El sendero físico es prexistente, este programa lo que hizo fue mejorarlo, ponerlo en valor, y unificar determinadas características en sus 600 kilómetros de recorrido de cordillera entre el norte de Neuquén y Chubut. Se potenció incluso con apoyo económico para que los pobladores puedan fortalecer sus emprendimientos. En la actualidad ya no se difunde más como Huella Andina, sino que forma parte del sistema de senderos del Parque Nacional que pertenezca.
Ricardo Pereyra es el actual coordinador del sistema de senderos del Parque Nacional Nahuel Huapi y a quién le preguntamos sobre las diferentes categorías y grados de dificultad que existen en los senderos del parque. “Tenemos categorizadas las 225 sendas de acuerdo a su nivel de dificultad que va desde las más fáciles, medias, difíciles y extremas. Este último punto puede ser porque hay que caminar sobre glaciares, por las distancias a recorrer, porque implica estar fuera de contacto mucho tiempo y sin señal, o por problemas para vías de escape en caso de una emergencia. La categorización de dificultad no tiene que ver solamente con las dificultades que presenta el terreno, sino que las categorizamos para el público en general y tenemos en cuenta varios parámetros, no solamente la pendiente del recorrido: la señalización, el riesgo que implica el cruce de arroyos, las posibilidades de comunicación, o las posibilidades de rescates que tenemos en caso que suceda algo porque si alguien se dobló el tobillo y hay que trasladarlo con una camilla y es muy difícil porque las comunicaciones pueden ser muy complejas”.
Consultado acerca de los senderos abiertos en el último año, Pereyra especificó que “este año se han incorporado unas 15 sendas nuevas en la zona norte que estaban cerradas por mantenimiento o conservación: cerro Campana, La Mona, Pantojo, las sendas que van de Villa La Angostura al Traful, y a los refugios Dormilón y Colorado, por ejemplo”.
Para los amantes de mountain bike o bicicletas en general la oferta se amplió en comparación con años anteriores. “Tenemos la intención de pasar de 5 sendas para bicis habilitadas a 9, porque hay mucha gente en bici y hay mucho interés de diferentes prestadores en hacerlo y está muy bien fundamentado. Esto lo estamos trabajando con asociaciones de bicis de montaña entre otros. Hasta ahora teníamos formalmente habilitados dos bicisendas que eran la “Paco” Echegaray (que baja del Catedral) y la del lago Guillelmo (camino de tierra). Además existe otra en El Manso y la que lleva a playa Muñoz. También tenemos en Isla Victoria una red de caminos muy lindos, al igual que en el bosque de Arrayanes. En estos momentos estamos a punto de habilitar el tramo Mascardi/Steffen que a futuro la queremos combinar con otros tramos posibles”.
Sea con la mochila en la espalda, montado una bici o en plan familiar de disfrute de la naturaleza, una variedad enorme de posibilidades nos espera allá afuera. Apagá la compu, guardá el celular, salí afuera y disfruta. Este es el tiempo de vivir, el único.
Contacto; Registro de trekking
(https://www.nahuelhuapi.gov.ar/intro_registro.html)
Por Sebastián Carapezza
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen