La tarde del 17 de junio de 2010 hubo 37 jóvenes manifestándose en la calle en el momento de mayor concentración documentada, a la vez que 57 policías en cinco grupos.
Con doce escopetas y descargando un promedio de 15 cajas de munición en dos horas, según sintetizó el perito Rodolfo Pregliasco en la jornada 16 del juicio oral y público contra la cúpula de la policía de Río Negro. El físico forense coordinó una pericia interdisciplinaria de análisis de imágenes y sonidos a pedido de la fiscalía, cuyo testimonio en audiencia continuará este viernes 2 centrado en la cuestión balística.
Primero explicó cuestiones de método, entre la que resultó fundamental la sincronización horaria de todos los materiales de base peritados: 1408 fotos (aportadas por los reporteros gráficos Alejandra Bartoliche y Alfredo Leiva), un video de 42 minutos con 123 tomas (aportado por Canal 6), un video capturado con un celular (aportado por un vecino) y otros materiales. Todo el material documenta sucesos entre las 10.30 y las 18.30 de ese jueves, habiendo una franja horaria de la que no se dispuso de ningún material probatorio.
Si no se cuestiona el método quedará firme la hipótesis de franja horaria en que fueron realizados los disparos que mataron a Nino Carrasco primero y a Sergio Cárdena después, así como la ubicación de los distintos grupos de policías en relación a esos dos disparos en esas franjas horarias.
Durante casi dos horas Pregliasco trazó los nudos centrales de esta parte de la pericia: el inicio del avance de la policía durante la tarde a las 16:05, los eventos en que Nino recibe los balazos y los eventos en los que sucede lo mismo con Gastón Riquelme y Sergio simultáneamente.
La proyección en sala de fragmentos de los videos, la reiteración de algunos fragmentos fundamentales como prueba, fueron emocionalmente muy exigentes, sobre todo para los familiares. Además, mirarlos y escucharlos atento a las indicaciones del perito ayudó a condensar 8 años de reflexiones grupales, reinstalar recuerdos y otorgarles sentidos comunitarios a la violencia vivida.
Un fragmento de video de Canal 6 tomó el testimonio de un hermano de Diego Bonefoi en su casa para las 10.30, quien denunciaba que habían sido atacados con munición antitumulto, según mostraba el joven en su cuerpo y otra persona agredidas. Esa prueba desplaza la historia oficial de las defensas de los policías respecto a que intentaban dialogar y que respondieron a las piedras “cerca del mediodía”. Ese video muestra también un avance desde la comisaría 28 a las 13:04 con armas largas, identificándose a simple vista a uno de los ocho acusados, escopetero bien documentado durante la tarde. Ese avance prueba la desproporción del dispositivo policial ante los piedrazos de jóvenes.
Para las 17.30 es cuando más policías se observan en la documentación: 38 efectivos comunes, 18 de la BORA, trece armas largas. Precisó que en solo dos casos se documentó por la tarde la portación del arma corta reglamentaria.
La cantidad de disparos realizados se analizó en dos fuentes: el video de canal 6 donde se contabilizaron exactamente 348 disparos en 29 minutos de video que se corresponden a 1 hora 30 de tiempo transcurrido, lo que representa el uso de 15 cajas de munición en dos horas. En el video que registra las circunstancias de la herida fatal de Sergio se contabilizaron 9 disparos, siendo del quinto el que registra un sonido singular comparable al que se produce cuando un proyectil choca y rebota.
La pericia registró 37 jóvenes en el momento de mayor presencia de manifestantes en la calle para las 16.05, asegurando que el rango de edad mayoritaria iba entre los 16 y 20 años.
También registró que el momento de mayor violencia estatal se realizó a partir de las 17.30, para lo que se analizó la ubicación de los cinco grupos de policías, su desplazamiento y la ubicación de todos los heridos con munición de plomo. Así, plantea la pericia que un grupo de 19 policías identificados es el responsable material de usar munición de plomo contra la población civil desarmada.
Finalmente, Pregliasco fundamentó otro aspecto técnico fundamental: la diferencia entre identificar a los policías y (des)conocer su identidad. La pericia propuso un método de identificación de todos los policías intervinientes, especialmente del grupo de los 19, sin ocuparse de corroborar su identidad, aunque algunos se los reconoce a simple vista. El anonimato de la distancia, los pasamontañas, el pacto de silencio, no impiden identificar científicamente a los responsables en el barrio convertido en escenario de crímenes.
Multisectorial contra la impunidad y la represión de Bariloche.
Fotografías: Alejandro Palmas
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen