Entrevista a Karina Riquelme, pareja de Sergio Cárdenas, asesinado por la policía el 17 de Junio de 2010.
Karina Riquelme nos recibe con mates en el comedor de su casa. Su hija duerme en un sillón al lado y su hijo mayor mira TV. Hace 8 años que los tres esperan justicia por la muerte de Sergio Cárdenas y este lunes empieza el Juicio.
Karina dice que, a pesar de estar preparada para que nadie vaya preso, tiene fe en que se haga Justica, se condene a los responsables ideológicos de la represión y se pueda saber quién, de los tres policías acusados, mató a su pareja en aquel nefasto 17 de Junio del Alto barilochense.
“La causa está caratulada de una manera por la que quizás ninguno quede preso. Está caratulada como homicidio en riña. Nunca entendí por qué la palabra en riña, cuando era la policía tirando con balas y los chicos tirando piedras. No era igualitario. Por otro lado, Sergio ni siquiera tiraba piedras, el estaba mirando frente a un paredón y ahí lo mataron. Entonces me vengo preparando hace mucho tiempo a que ni siquiera vayan a la cárcel. Que no queden detenidos. Si están implicados, si están imputados, si va a haber una condena, pero no la que yo quiero.
– ¿Qué querés vos?
Quiero verlos detrás de las rejas, a todos. Desde el cana que disparó hasta los culpables ideológicos. Por la muerte de Sergio están imputados tres policías comunes. Se pudo comprobar que de esos tres policías sale la bala que lo mata. Y después están los jefes, los responsables ideológicos. Los que dieron las órdenes y habilitaron las balas de plomo. Ahora ya están muchos retirados. Pasaron 8 años, aunque no parece.
– ¿Cómo se hace frente a estos años de lucha?
Vengo durante todos estos años luchando y peleando contra este sistema de mierda que además es tan complicado. Porque es el Estado. La policía es el Estado. Ir contra el Estado es ir contra viento y marea. Ha sido muy difícil para mi todos estos años. Y encima sola, porque me quedé sola. Y tenés que tener la fuerza, ni sé de dónde la he sacado. Pasé momentos de mi vida re difíciles. Mi hija tenía un año, recién caminaba y mi hijo tenía 4 y él entendía todo. Y fue cargar con mi familia y, encima de eso, cargar con todo lo judicial que es pesadísimo. Pero pude. Creo que pude.
– ¿Charlás sobre lo que pasó con tus hijos?
Siempre les conté lo que había pasado con su papá, a su manera, porque eran chiquitos. Siempre busqué la manera de que sea lo menos doloroso para ellos pero que sepan que fue lo que pasó. Obviamente tuvimos momentos en que el papá les hizo falta.
– Vos tomás conciencia que por tu lucha se llega al Juicio, ¿no?
Si, totalmente. No sé si es gratificante, pero verlos ahí a todos ellos sentados en el banco de los acusados, es una satisfacción para mi. No sé si se vio mucho en esta provincia, llevar a jefes, a una cúpula, como llevamos nosotros, al banco de los acusados.
Carina tiene fe, incluso en la policía. Fe en que alguno de los tres policías pueda señalarse o señalar a alguno de los otros dos como autor de la muerte de Sergio.
“Me refiero a que uno de ellos tres diga “yo fui”. Por que se pudo comprobar que la bala que mata a Sergio es disparada por uno de ellos tres, pero no por cuál de ellos. Lo mejor que nos podría pasar es que uno de ellos diga “fui yo” o “fue él”. No sé si lo van a hacer. No sé si van a llegar a ser capaces de mandarse al frente. Todo puede cambiar en el Juicio. Todo puede suceder.”
– ¿Crees que pueden seguir repitiéndose casos como éste en Bariloche?
Creo que va a seguir pasando si los Jueces no demuestran esto: que existen, que hay Justicia, que hay un poder que puede encarcelar a alguien por matar. Todos estos años he pensado ¿Cómo un pibe roba una casa va preso y un cana que mata no? ¿Por qué funciona todo así? Todo el sistema judicial está hecho para favorecer a los que pueden, a los que más tienen, a los que pueden pagar un abogado, a los que tienen uniforme. Va preso el pobre.
– ¿Cómo era tu situación familiar con Sergio al momento del asesinato?
Nosotros ya habíamos pasado la mitad de nuestras vidas juntos. Estábamos de novio de muy chicos, desde los 16 años, y el murio a los 29. Teníamos mis dos hijos, con los que me quedé. Teníamos nuestra casita, un autito, un proyecto de vida. Vivíamos acá y lo matan acá a cuatro cuadras.
Karina cree que a Sergio le había llegado su momento, porque sino no pude explicar el por qué de su muerte.
“Yo digo, en el momento que lo matan a Sergio, el estaba mirando frente a un paredón y había chicos que estaban a un metro de la cana que disparaba como locos. Y ninguno de esos chicos murió. ¿Cómo fue que a él le fue a caer una bala? Encima una bala que puede llegar a ayudarlos a ellos a que la condena sea menor. Por que la bala que lo mata a Sergio es una bala que pega en la cinta asfáltica y después va al cuerpo de él.”
-Cuando decís que la lucha por el juicio la llevaste sola, ¿no te pasó que te encontraste gente que te ayudó en el camino?
Sí, Al Margen, por ejemplo. Hubo mucha gente que se sumó a la causa y estoy muy agradecida. Y estoy muy agradecida con la gente de la Multisectorial. Algunos se quedaron en el camino pero los poquitos que quedaron, están. Y los que se fueron quedando, por ahí me los cruzo, se preocupan, me preguntan y están al tanto de la causa.
Al principio de su camino por Justicia Karina se encontró entre el enojo, el dolor y el resentimiento, con la Policía, pero también con los vecinos de Bariloche. ¿Cómo puede ser que la gente no se dé cuenta de la magnitud del caso?
– ¿Vos te acordás que en un momento estuvo la contramarcha? Eso me enojaba un montón. Por ahí a veces no tengo ni ganas de explicarles quién era Sergio y cómo fue el asesinato. Yo sé quién era Sergio, y que estaba yendo a buscar a mi hermana, y murió por casualidad, por que era su destino o su momento.
No te olvides que esto pasa a raíz de la muerte de Diego que fue la noche anterior. La gente ignorante cree que porque un pibe andaba robando había que matarlo. O merecía que lo maten. Y después los metieron a los tres en la misma bolsa. Dicen, “¿por qué los mataron? Por que los tres andaban robando”. Y no, la verdad que fueron en circunstancias diferentes. Así y todo hay muchos que no entienden que nadie merece morir de la manera que Diego murió.
Cuando pasó todo esto estaba tan dolida que quería salir con un arma y matarlos a todos … Y estaba como enfurecida y me llevó a vivir todo eso que no me hacía estar bien, hasta que hice un click. Me dije: “yo tengo dos hijos, no puedo vivir de esta manera”. Tenía un resentimiento terrible. No quería que anden resentidos por la vida porque les mataron a su papá. Me propuse, a partir de ese momento, hacer las cosas bien para que crezcan bien, para que esto les duela lo menos posible. Yo sé que a ellos les duele, que les hace falta su papá, claro que sí, como a todos. Pero son momentos. Después los veo bien, los veo felices y creo que tiene que ver con todo esto que vengo haciendo durante estos años. Eso me gratifica.
– ¿Pensás que el Juicio es un cierre?
Creo que el Juicio va a servir para descargar una mochila, pesadísima, enorme, que llevo hace años. ¿Qué va a cambiar mi vida o la vida de mis hijos? Creo que no, vengo manejando esto como paralelo. De Sergio no nos olvidamos. No nos vamos a olvidar nunca. Yo aprendí a vivir con ese dolor. No es que me olvidé. No me olvido de lo que pasó. Nunca me voy a olvidar. Parece que tengo mucha fuerza, pero en realidad no la tengo. Necesito terminar con esto.
Por Ramiro Sáenz
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen