Daniela Liska se define como una “artivista”, esto es: una activista desde el arte. Y utiliza la fotografía como herramienta de comunicación para interpelar y reflexionar. En este momento, una muestra de sus fotos que lleva por nombre “Visibilizando las masculinidades trans”.
Se exhibe en una de las paredes del hall central de la Universidad Nacional del Comahue (UNCO), una de las 57 universidades que hoy están en lucha en nuestro país. Luchas que confluyen, que se acompañan, y que se visibilizan en las paredes. Para que nadie pueda distraerse, ni mirar para otro lado.
Un paseo por la muestra
La muestra de fotos está en una pared del hall central. La componen 12 fotos en blanco y negro que además de imágenes tienen frases, nombres, edades y el logo de una organización “Varones Trans de Neuquén y Río Negro”. Conmueven las sonrisas, las risas, y las carcajadas que se descubren en cada una de las fotos. Me pregunto cuanto influirá en esa felicidad el hecho de pertenecer a una organización que funciona como red, que te contiene, que te acompaña. Las frases en las fotos son fuertes, se te meten adentro. “Somos pura cicatriz que fortalece”, “Somos varones orgullosamente trans”, “No nací en un cuerpo equivocado, soy varón trans y este es mi cuerpo”. En los cuellos, enganchados en el pantalón, aparecen pañuelos de la campaña por el derecho a decidir. Decidir ser libres, poder acceder a tu propio cuerpo. La combinación de una imagen, una frase y una edad me detienen: una foto con un niño pequeño que contiene una frase “Ser un niño trans a mi me hace sentir bien”, y firma Julián 5 años. Voy acumulando preguntas. Justo llega Daniela, para que nos acerque algunas respuestas.
Visibilizar para garantizar derechos
– ¿Qué te llevó a preparar una muestra para visibilizar las masculinidades trans?
-Hace 3 años que vengo abordando varios proyectos sobre personas trans. Y es necesario empezar a interpelar en la comunidad. Tenemos desde el 2010 una ley, pero la ley sola es letra muerta. Es necesario profundizar, que se concientice la sociedad y que las personas trans estén visibilizadas y puedan acceder en sus derechos.
– ¿Y cómo surgió la producción de esta muestra?
-Fue algo particular. Me fui a Neuquén porque me había contactado con uno de los chicos, Benjamín, que es el referente de la organización “Varones Trans de Neuquén y Río Negro”. Benjamín viene desarrollando un trabajo de militancia desde su persona y cuando empezó a visibilizar su demanda, sus reclamos y sus avances, empezaron a acercarse otros chicos, a ponerse en contacto con él. Así es como surge la organización, y hoy son como 35 chicos. Se dio cuenta de la necesidad de visibilizarse para que otras personas que lo necesitan se acerquen. Todavía sigue habiendo mucha discriminación, de no reconocer, de callar, de desviar la mirada, desde las familias. Benjamín me decía hace un tiempo “a veces uno es discriminado por la sociedad, pero vos llegas a tu casa y tenés tu contención, pero cuando llegas y no tenés respaldo, contención, porque la familia no te acompaña, sos un paria”. Entonces bueno, esa red que se forma entre ellos es una gran familia. Es esa la fortaleza que tienen. Sienten la necesidad de visibilizarse para poder ir mejorando sus circunstancias, no tanto personales como sociales. Hay chicos que todavía no pueden hacer su transición porque no tienen el respaldo de su familia. Hay familias que se van acercando y pudiendo comprender a sus hijos al ver a otros.
-En las fotos hay una composición de imágenes, frases, nombres y edades ¿cómo armaste la producción?
-Arreglamos para que pueda ir a Neuquén. Y pensaba retratarlo a Benjamín nada más, pero me encontré con todo un grupo totalmente dispuesto a ser fotografiado. Y yo que venía con la idea de hacer retratos ambientados y no podía hacerlo en dos días; pero tampoco podía dejar pasar esa generosidad que me brindaban a abrirse así con tanta confianza para poder ser retratados. Estábamos en una casa compartiendo unas pizzas y el día estaba bárbaro, y tenía una pared y me puse a retratarlos ahí. Pero sentí que al material le falta sustento, sentía que le faltaba historia. Así que conversamos sobre poner palabras, porque la idea de ellos era poder armar un material para que ellos pudieran mostrarse y hacer que otros chicos se acerquen a la organización. Entonces surgió una pregunta: ¿Qué le quisieran decir ustedes a esos chicos que todavía no se acercaron, que no saben qué les pasa, que están solos, y que quizás están sufriendo? Mientras los retrataba ellos pensaban y escribían en un papel qué le quisieran decir a esos chicos que hoy no están acá. Y el más chiquito que tiene 5 años, y estaba entre medio jugando, dijo “yo les diría que a mi ser trans me hace sentir bien”. Ser reconocido por quien es lo hace sentir bien. Fue el hilo conductor de todos los retratos. Visibiliza todas esas masculinidades, no las estereotipadas, no las varoniles, sino todas.
-Veo que en muchas personas de las fotos tienen los pañuelos de la campaña por el derecho a decidir ¿por qué es recurrente en las fotos?
-Una de las cosas que trabajan en la organización es concientizarse y que conozcan sus necesidades y las militen. Ellos están muy conscientes de su capacidad de gestación. El día de mañana puede decidir o no gestar y también pueden decidir o no abortar. Sienten la necesidad que esto esté contemplado, porque si no la Ley va a salir sin esta parte y ellos van a quedar por fuera de la Ley.
-Tu muestra está hoy en una pared de la UNCO, y es una pared más que habla, porque vemos carteles en otras que dicen “defendamos la universidad”. ¿Por qué es importante que esta muestra este hoy en la UNCO?
-Me siento parte de la demanda, de la lucha, de estar interpelando en un espacio donde la educación es pública, de acceso para todas las personas. Esta muestra fue traída por una de las docentes de la carrera de enfermería, Pulmy Mendoza. Hace unos meses hubo una charla en la que participó una persona intersexual y generó un ruido en algunos alumnos. Y le preguntaron a su docente. Y ella ya había abordado el tema porque tuvo otros alumnos trans, y abrió la temática. Ella vio la producción, nos pusimos en contacto y decidimos poner este material ahora.
– ¿Cómo sigue esta muestra? ¿Tenés la idea de que rote y se muestre en otros lugares?
-Sí, tengo ganas de proponerlo para la Universidad de Río Negro y que circulen en las universidades de las dos provincias.
Al despedirnos, me contacto con Pulmy Mendoza, la docente que empujó para que esta muestra llegue a la UNCO. Le pregunto porque cree que es importante que una pared del hall central se llene con imágenes que visibilicen masculinidades trans. Nos cuenta que a partir de inquietudes de estudiantes y “situaciones concretas de los grupos a quienes les había pasado que en algunas cátedras el lenguaje inclusivo no era tomado como válido, se los corregían como faltas de ortografía. Entonces seguro que iban a desaprobar. Pero lo que se estaba desaprobando es otra cosa ahí. Hay todo un trabajo interno institucional que hacer, como en todos los ámbitos y organizaciones. El espíritu de esta muestra es seguir sosteniendo las actividades adentro de la UNCO que nos generen preguntas sobre la cuestión de la inclusión. Es importante que la pared se llene de estas fotos, para que nos interpele la imagen, que nos interpele la “e” y el discurso inclusivo”.
Por Florencia Taylor
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen