Más temprano que tarde será ley

El Senado rechazó por 38 votos a 31 el proyecto de legalización del aborto. Durante la jornada, miles de personas marcharon, cantaron y bailaron en las calles de nuestra ciudad reclamando la libertad de los cuerpos.

La marcha y vigilia en Bariloche empezó hace muchas semanas. Durante más de un mes las organizaciones y personas que luchan por los derechos humanos, específicamente los de las mujeres y personas gestantes, se reunieron todos los martes para discutir y encontrar diversas maneras de difundir el derecho a decidir. Realizaron un puentazo y pañuelazos en distintos puntos de la ciudad para que las calles se fueran, de a poco, pintando de verde.

El reclamo principal tiene que ver con poder decidir. Decidir la maternidad, y después decidir cuándo cómo y con quién. Y decidir interrumpir un embarazo que se provoca sin desearlo, porque falló el método anticonceptivo, porque no hubo consentimiento, porque atenta contra la vida, los proyectos de vida y la salud de las mujeres y personas gestantes. Esta nota se escribe desde la vigilia que en Bariloche mantuvo despiertas y juntas a las personas que luchan por el derecho a decidir.

Durante la marcha, conversamos con algunxs de las protagonistas de esta histórica jornada. Isa, de Lobo Suelto, nos cuenta que vino a la marcha para “que el aborto sea legal y para que todas podamos decidir sobre nuestros cuerpos, nuestro futuro. El movimiento feminista y de mujeres es masivo y tiene capacidad de construir poder popular y llegar a sectores a los que nunca antes había llegado el feminismo y eso es importante”. Romina de Mala Junta nos comenta que hoy esta en la calle porque “la historia demuestra que la lucha es lo que ha ampliado los derechos de las personas que viven en este mundo. Si bien el resultado esta tenso nuestra presencia puede dar vuelta la situación. Y si no sale la ley seguiremos en las calles reclamando por nuestros derechos”.

Jasmín de La Emergente nos dice “Estoy acá para que el aborto sea ley. Y por todas las mujeres que ya no pueden y que no tienen su voz y palabra para luchar por lo que estamos luchando hoy. Espero que los senadores puedan hablar por el pueblo y que representen a las personas que estamos luchando para que el aborto sea ley. En estos meses aprendí mucho. Logré sentir empatía y sororidad por mis compañeras”. Agos, que forma parte de la Comisión de Artística, habló sobre la intervención que iban a realizar durante la marcha “vamos a desplegar una bandera increíble verde y violeta en frente del hospital con compañeras y profesionales por el derecho a decidir. La vamos a desplegar en el hospital porque es el lugar de mayor impacto y porque tenemos la suerte de tener el Bariloche un equipo de médicos y médicas que siguen el protocolo de interrupción legal de embarazos que debería seguirse en todo el país”.

Laura, de la Comisión Pro-Encuentro, nos dice “estamos acá porque queremos que se respeten los derechos de las mujeres. Es importante estar en la calle porque es el pueblo que sale, que se rebela, para que esto salga. Las mujeres no podemos soportar más que la iglesia nos diga lo que tenemos que hacer, y que los gobernantes no hagan las leyes que el pueblo necesita. Esta es una causa de todos y todas y ha crecido este reclamo en las calles pero también en los colectivos de artistas, periodistas, hemos podido visualizar cuanta más gente está a favor de esto”.

Mientras caminamos por Moreno, Miriam, de Unter, nos cuenta “estoy acá porque no quiero más abortos clandestinos. Quiero que se defienda el derecho de la mujer a decidir por sus cuerpos. El debate no es aborto sí o aborto no, sino aborto legal o clandestino, y ese es el punto. No se está discutiendo la vida ni nada, sino la decisión que toma una persona, una decisión que ya está tomada. El tema es si le damos las garantías de salud y que no sea un negocio para unos pocos”. Delfina, de La Campora, nos dice que lo que hoy se está debatiendo “Es una cuestión pública y feminista. Sería bueno que otras jóvenes se sumen para hacer valer sus derechos y poder hacerse ver en un sistema patriarcal y opresor. Hacer valer los derechos para las mujeres, y más a nuestra edad que somos adolescentes, porque es nuestro futuro”.

Alex Anfuso, de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA), reflexiona con nosotrxs y nos dice: “Primero como persona gestante, con empatía con otras, entiendo que cada une tiene que tener la posibilidad de elegir que quiere hacer con su cuerpo, sin que un estado, una ley o una iglesia nos diga que tenemos que hacer. Somos libres de elegir que queremos. Como persona trans elegí quien quería ser, y cada persona tiene que ser libre. Estar en las calles con un pañuelo verde me hace sentir orgulloso de que muchas personas estén en el mismo camino. Cuando salgo y vengo es como que me siento identificado con una sociedad. También salgo a la calle para visibilizar a los hombres trans y decir que nosotros también podemos abortar, las lesbianas también pueden abortar. No solo les heterosexuales abortan”.

Hacía el final de la marcha, conversamos con Pipi, del Colectivo Al Margen, que nos comenta que “El movimiento de mujeres acá, y en todo el país, viene creciendo y fundamentalmente con la fuerza de las más jóvenes. En cada marcha somos más. Y hoy en el 8A es increíble lo que está sucediendo. El feminismo pelea en la calle. Somos un movimiento que está en la calle, que pone el cuerpo, y cuantas más seamos más vamos a poder presionar por nuestros derechos. Pase lo que pase hoy, a la clandestinidad no volvemos nunca más. Sino no sale mañana vamos a tener que descansar y después volver a ponernos los pañuelos y seguir luchando para poder decidir por nuestros cuerpos. Por nosotras, por las que ya no están y por las que vienen, por todas las más jóvenes”.

Muchxs feministas seguimos el debate en la Sala de Prensa de la Municipalidad, cada tanto se escuchaban aplausos, silbidos y cantos populares para digerir algunos argumentos en contra de la legalización.  La oleada verde es irreversible. Seguiremos juntxs, en las calles, hasta que sea ley.

por Florencia Taylor

Equipo de Comunicación Popular Al Margen