Al menos 350 familias se quedaron en la calle tras los despidos que llevó a cabo el gobierno en la Agencia de Noticias del Estado (Télam). Representan más del 40 por ciento del personal de la agencia federal de noticias.
El plan de ajuste y desguace, que ya había sido denunciado por los trabajadores semanas atrás, fue llevado adelante sin ningún tipo de explicación más que la “re-estructuración empresaria”, como mismo se argumentó en los telegramas que comenzaron a llegar desde temprano.
Por estas horas los trabajadores de la agencia se encuentran de paro y ocupando los dos edificios en que funciona la agencia oficial, denunciando un desmantelamiento que claramente forma parte de la persecución al pluralismo informativo.
Como denunció el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) los anuncios fueron hechos con un extraordinario nivel de cinismo y perversión: “Lombardi anunció los despidos masivos como una buena noticia, con un llamado a construir una “nueva Télam” luego de promover una suerte de limpieza ideológica de aquellos trabajadores que -dijo- ingresaron en el gobierno anterior. Un discurso insostenible y falso. “Los despidos consumados hoy responden a trabajadores de todos los sectores, de toda antigüedad, de todas las pertenencias políticas. Lo que hay es un desguace: un proyecto para desmantelar a los medios bajo gestión estatal y entregar el sistema de medios en favor del capital concentrado de la industria”, expresaron.
Asimismo, en Bariloche el Sindicato de Trabajadores de Prensa manifestó su enérgico repudio y señaló que “la decisión se enmarca claramente en un salvaje plan de ajuste y vaciamiento, que la gestión de Mauricio Macri /Hernán Lombardi comenzó a aplicar también sobre Radio Nacional y la Televisión Pública”. Desde el Sitrapren señalaron que esa política no puede responder a ningún “ordenamiento”, como pretenden argumentar los ajustadores, sino a los dictados del capital concentrado y el FMI. “Nos solidarizamos con los trabajadores cesanteados en Télam y en las empresas periodísticas de todo el país y exigimos su inmediata reincorporación”.
Como describía días atrás Mariano Suarez, trabajador de Telám en diálogo con Al Margen: “El Gobierno tiene una visión diferente de los medios públicos y los quiere lo más débiles posibles, que sean funcionales a una lógica de concentración del mercado. En ese sentido, todos los medios públicos estamos bajo un proceso de ajuste”. Así, anticipaba un plan para disminuir la estructura de la agencia durante este mes con la promoción de despidos masivos y la eliminación de la función publicitaria de Télam. “El plan del Gobierno es tercerizar todo ese trabajo en agencias privadas y en otros organismos del gobierno, lo cual supone la eliminación de cientos de puestos de trabajo y además un debilitamiento de los controles sobre el manejo de los fondos públicos de la pauta publicitaria oficial. Es una situación doblemente grave”.
Hoy, finalmente los trabajadores y trabajadoras debieron vivir una de las situaciones más difíciles, que es quedarse sin el sustento para sus familias. Por lo visto, al Gobierno no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones nunca vistas en democracia. Sin embargo, la organización y la solidaridad también toman fuerza por estas horas y en unidad los trabajadores y trabajadoras dan la pulseada como lo hicieron históricamente.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen