El Gobierno desmantela la agencia nacional de noticias Télam a través de un feroz plan de ajuste y vaciamiento. El manejo actual, que también se lleva adelante en Radio Nacional y la TV Pública, deja ver una clara decisión política para desaparecer los medios públicos.
Mientras crece la concentración de los grandes medios comerciales de la mano de las políticas que despliega el Gobierno, los medios públicos están sufriendo graves amenazas a su existencia.
El caso de Télam es emblema de esta situación. Así se desprende de la grave denuncia realizada por los trabajadores de la agencia, nucleados en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), en la cual se dio a conocer la existencia de un proyecto de ejecución inminente destinado a desmantelar este medio público fundamental del Estado.
El embate contra una agencia que tiene en su andar 73 años de vida es llevado adelante a través de la promoción de despidos masivos y la destrucción de su servicio federal, “con el objetivo de terminar de acomodar el ecosistema de medios y modelarlo al servicio del capital concentrado”, detallan.
“Tenemos un panorama bastante comprometido. Estamos asistiendo a la etapa final de un proceso de vaciamiento, de ajuste y reducción de Télam a la mínima expresión, no solo de la agencia periodística sino también la publicitaria del Estado argentino”, corrobora en diálogo con Al Margen Mariano Suarez, delegado del Sipreba en Telám y afirma: “Tenemos la certeza de que está prevista la ejecución de un plan para disminuir la estructura de la agencia durante este mes”.
El periodista señala que si bien desde hace meses vienen señalando el levantamiento de algunos productos periodísticos puntuales y los despidos en la redacción, ahora viven un conflicto de otra escala, con la promoción de despidos masivos y la eliminación de la función publicitaria de Télam, es decir, todo el trabajo de la agencia como intermediadora administrativa de la pauta publicitaria oficial, que el año pasado tuvo en sus manos la distribución de casi 3 mil millones de pesos. “Todo ese trabajo se hacía históricamente dentro de la agencia y el plan del Gobierno es tercerizar todo ese trabajo en agencias privadas y en otros organismos del gobierno, lo cual supone la eliminación de cientos de puestos de trabajo y además un debilitamiento de los controles sobre el manejo de los fondos públicos de la pauta publicitaria oficial. Es una situación doblemente grave”, recalca Suarez.
Así, si bien la pauta oficial ya se distribuye con un criterio político que es en parte discrecional y arbitrario, la situación ahora empeora aún más. “Desde siempre los trabajadores de Télam venimos reclamando que exista una Ley que regule la distribución de la pauta, eso no existe, hay solamente una decisión administrativa de la Jefatura de Gabinete, con criterios ambiguos. Pero el mínimo control que había ahora se suprime, porque el mismo organismo que pauta va a ser el organismo que controla. Hay un nuevo problema en materia de trasparecía en la información pública, además del conflicto laboral que supone”.
Medidas de fuerza
Por esta razón durante la jornada de este martes se dispuso la realización de una asamblea para definir las medidas de fuerza, en conjunto con trabajadores de la TV Pública y Radio Nacional, que se tomarían en lo inmediato, de cara a la escalada que ha adquirido el conflicto. Asimismo, está prevista la presentación de un proyecto de Ley, que ya tiene el apoyo de todos los bloques políticos, menos del PRO, para transformar a Télam en una empresa de servicio público con control parlamentario.
Vale la pena recordar que hace tres semanas se denunciaban despidos en el marco de una grave persecución ideológica. Esta situación se sumaba al cierre de distintos productos: en mayo se cerró el Reporte Nacional, un dosier de noticias nacionales que se hacía para los diarios de las provincias y también se dio de baja a un suplemento literario, también de distribución nacional que se cerró después de 336 ediciones. Asimismo, el servicio de radio cerró los fines de semana, feriados y el turno noche.
“Veníamos con un tremendo achicamiento de productos, pero después del acuerdo con el FMI el ajuste toma otro carisma”, señala Suarez y deja ver una clara decisión política: “Si se piensa en los medios públicos como medios que tienen una agenda diferencial de los medios comerciales, que integran una mayor diversidad de voces o expresan un carácter más plural que los medios tradicionales, obviamente el Gobierno tiene una visión diferente de los medios públicos y los quiere lo más débiles posibles, que sean funcionales a una lógica de concentración del mercado. En ese sentido, todos los medios públicos estamos bajo un proceso de ajuste”.
Es por eso que la convocatoria llama a todas las centrales sindicales y asociaciones gremiales de cualquier tradición política a advertir la gravedad de los hechos: “Las trabajadoras y los trabajadores de Télam vamos a defender, como ya lo hicimos ante otros proyectos de cierre en 1996 y 2000 frente a políticas del mismo cuño, la existencia y el valor social de la agencia pública y publicitaria de noticias. En ese sentido, llamamos a todas las representaciones sindicales de Télam a luchar de conjunto por una agencia al servicio de los argentinos”. Del mismo modo se convocó a colegas y asociaciones de periodistas a reaccionar ante la feroz limitación que el vaciamiento de Télam y su reducción a una expresión mínima, simbólica, supone para la libertad de expresión. “Sin trabajadores de prensa, no hay libertad de expresión. Sin medios públicos, tampoco”.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen