Con una marcha organizada por los familiares de Rafael Nahuel Salvo se recordaron los 5 meses de su muerte y se exigió justicia para el joven asesinado por el grupo Albatros de la Prefectura Naval. Graciela Salvo mamá de Rafita hablo de su ausencia, de una familia destruida e interpeló al Presidente Macri y su ministra de Seguridad Patricia Bullrich a hacerse cargo de este crimen.
La convocatoria fue a las 5 de la tarde en Brown y Onelli donde la concentración no fue abundante, luego al llegar a la esquina de Moreno y Onelli se sumó una cantidad importante de manifestantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, CTEP quienes venían de realizar una jornada de formación junto al Secretario de la misma, Esteban “Gringo” Castro.
De la manifestación además participaron Isabel Huala y otros referentes de las comunidades mapuches, la diputada nacional Silvia Horne y referentes de organizaciones sociales y gremiales de la ciudad.
Ya en la Plaza de los Pañuelos Graciela Salvo se dirigió a los manifestantes y recordó como era Rafita, su pasión por Boca, la gran cantidad de amigos que tenía y como trataba salir adelante realizando changas. Habló que la familia quedó destruida y que todavía quienes le hicieron esto a su hijo gozan de libertad.
Por último Graciela responsabilizó al presidente Macri y a su Ministra de Seguridad Patricia Bullrich por la responsabilidad política de lo ocurrido el 25 de noviembre del año pasado en la Villa Mascardi.
Rafael Nahuel fue asesinado por un tiro en la espalda en circunstancias que todavía son investigadas el 25 de noviembre del año pasado cuando luego del desalojo de la comunidad Winkul Mapu el día 23 de noviembre se dirigió hasta el lugar de la reivindicación territorial para solidarizarse con la misma.
La justicia pudo determinar que el Grupo Albatros encargado del desalojo realizó 114 disparos con munición de 9 mm. Por otro lado la prueba de cinta de carbono realizada por un equipo perteneciente al Centro Atómico de Bariloche comprobó que Rafa Nahuel no realizó ningún disparo.
Rafa tenía 22 años vivía en el Barrio Nahuel Hue en el Alto de Bariloche, compartía su vivienda con algunos amigos y participaba del Espacio de Formación Integral el Semillero al Margen donde aprendía carpintería, entre otras cosas.
Al grito de : ¡Rafael Nahuel presente, ahora y siempre! culminó la manifestación sobre el filo de la noche.
Por Alejandro Palmas
Fotografías : Eugenia Neme y Roxana Sposaro.
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen