Ayer, miércoles 11 de abril, se hizo público el Proyecto de Ley de Expropiación de todas las tierras en las que se asientan los Barrios Populares de Argentina. Esa ley, que tanto nos costó que vea la luz, es parte del proceso que iniciamos los movimientos populares el 7 de agosto de 2016. Esa ley es parte de nuestra lucha por tierra, techo y trabajo.
Hasta ahora las única políticas sostenidas para los asentamientos han sido los desalojos y, en escasa medida, la relocalización y construcción de viviendas sociales. La precariedad en algo básico como la vivienda trae numerosos problemas sociales, el 56% son niños que viven sin agua potable ni cloacas, con problemas en la piel, digestivos, sin acceder al sistema educativo, entre otras decenas de problemáticas. Por eso creemos que una política de integración urbana de los barrios populares es urgente.
Durante los años 2016 y 2017, miles de vecinos y vecinas recorrieron el país para encuestar casa por casa a más de 500.000 familias. Con el impulso de la CTEP, Techo, Barrios de Pie y CCC, y el acompañamiento de Cáritas Argentina, en mayo del año pasado, el decreto 358/2017 reconoció su existencia, a través del Registro Nacional de Barrios Populares y creó también el Certificado de Vivienda Familiar. Ese primer paso dio un diagnóstico claro de la situación y un marco de dificultades y caminos por donde avanzar. Este es el segundo paso.
La Ley declara de utilidad pública todos los bienes inmuebles sobre los que se asientan los barrios populares del RENABAP y suspende los desalojos por 2 años. También permite que las empresas prestadoras de servicios públicos realicen obras, más allá de cualquier marco regulatorio que hoy lo impida.
Integrar los barrios significa dejar de pensar a esa población como enemiga, como carente de derechos sino reconocer su posesión sobre las tierras que habitan y todos sus derechos como ciudadanos. Quiere decir obras para el acceso a los servicios públicos, establecimientos educativos y culturales, centros de salud, transporte público, recolección de residuos. Y sobre todo, que eso se decida en conjunto con los vecinos y genere trabajo para los habitantes de los barrios.
¡Sin poder popular, no hay justicia social!
CTEP – CCC – Barrios de Pie – Techo