FM Alas de Bolsón sufrió hoy un atentado en la construcción de su nueva sede. Sin embargo, lejos de acallar, la chispa multiplica las voces: el rechazo y la solidaridad se extiende en el territorio.
La escalada de violencia que viene sufriendo la Radio Comunitaria FM Alas (89.1) de la ciudad de El Bolsón llegó hoy a su punto más alto, al materializarse una de las tantas amenazas que viene sufriendo la emisora desde el año pasado a través de distintos mensajes telefónicos. Y es que esta mañana, al llegar al terreno donde se está construyendo la nueva casa-radio, se encontraron con un nuevo intento de amedrentamiento: durante la noche prendieron fuego los tirantes del piso de la nueva construcción.
“Estamos construyendo la nueva sede de la radio y ayer pusimos las maderas para el piso”, cuenta Celeste Tornero, referente de la emisora comunitaria. “Estuvimos hasta las diez de la noche trabajando con mucha gente de la comunidad y hoy cuando volvimos al terreno para continuar -porque estamos instalando la torre para la antena- nos encontramos con que está quemada parte de la estructura del piso de lo que va a ser la nueva radio. Es una amenaza más que en este caso se materializó y se suma a todas las que venimos sufriendo”, señala.
Referentes en la zona, con más de 30 años de trayectoria, FM Alas se encontraba realizando el año pasado una nutrida cobertura del caso Maldonado cuando comenzaron las amenazas que asentaron oportunamente ante la Fiscalía de esta ciudad. En aquel momento ya denunciaban que las mismas aumentaban su frecuencia y su tenor intimidatorio y por eso se hizo un llamado a no naturalizar el amedrentamiento a medios comunitarios. Vale la pena recordar que una de las amenazas llegó a través de un mensaje de texto cuando los periodistas finalizaban la reconstrucción de los hechos de la marcha que se llevó a cabo en la Comarca Andina el martes 5 de septiembre, para pedir la aparición con vida de Santiago Maldonado. “Hasta el momento no había pasado más que las amenazas, incluso de que nos iban a incendiar la radio, pero no se habían materializado”, explica Celeste. “Tenemos un abogado que se está encargando de llevar adelante las denuncias, pero viene bastante trabado, cuesta llevarlas adelante”.
Según se pudo saber, el siniestro de anoche se inició con una botella envuelta en una publicación de “prensa del pueblo”, por lo que se deduce desde la emisora el mensaje mafioso del suceso. Como salieron a denunciar hace algunas horas “este incendio no es un hecho aislado, sino parte de un proceso premeditado que intenta acallar las voces de quienes no tienen representación en los medios hegemónicos. Y es mucho más que eso: las amenazas y este incendio develan el objetivo de disuadir el proyecto politico-cultural-comunicacional de Alas”. Así también lo explica Celeste: “La radio abre el micrófono a las voces que no se suelen escuchar, sobre todo, este último tiempo, con los pueblos originarios en lucha. Nosotros lo relacionamos con eso y con que no sale por otros lados toda la información que circula por la radio”.
Sin embargo, la contracara es también la fortaleza que ninguna chispa podrá acallar: “Por suerte hay una red de radios que logramos juntarnos, como la Red Enfoques en la que participa Al Margen, que nos fortalece y con la cual podemos dar conocimiento todas estas situaciones. Estos sucesos nos indignan muchísimo, pero la respuesta es seguir encontrándonos y fortaleciéndonos con todos los que estamos enredados actualmente, con todos los medios alternativos de la comarca y mucho más allá”, dice y concluye: “Se ve ahora claramente con todas estas situaciones: estamos sin radio al aire peros seguimos sonando. Las voces, más allá de que Alas no esté al aire, siguen sonando por diferentes radios, medios gráficos, internet, y eso es lo importante. Más allá de una emisora en particular: que sigan sonando las voces y las noticias que no salen por otros medios”. Evidentemente, la labor de esta Radio Comunitaria y sus trabajadores incomoda a algunos sectores, pero no hay violencia que pueda callar las voces de una comunidad, que lejos de amedrentarse, está más en pie que nunca. Desde Al Margen, nuestro apoyo y solidaridad.
Por Violeta Moraga
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen