Por séptima vez el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo ingresó para ser tratado por la Cámara de Diputados y por primera vez ya tiene fecha de tratamiento en reunión plenaria de las cuatro comisiones que deben emitir dictamen: será el próximo 20 de marzo. Y un compromiso: que llegue a ser votado en el recinto antes del Mundial.
El aborto legal, seguro y gratuito entró hoy formalmente en la Cámara de Diputados de la Nación por séptima vez y por primera vez ya tiene fecha de tratamiento en plenario de las cuatro comisiones que deben emitir dictamen para que llegue a recinto. Será el 20 de marzo y tiene como objetivo elaborar el cronograma de trabajo que –también por primera vez- tiene un horizonte definido: llegar a votación antes de mitad de año. “Hay hoy un olor diferente que nos indica que esta vez vamos a salir con la media sanción”, definió el clima de esta presentación la primera de las 71 firmas del proyecto, la diputada Victoria Donda, quien también sintetizó el eje del debate legislativo: “o estamos a favor del aborto legal, seguro y gratuito o se está a favor del aborto clandestino. No hay otra discusión”. También señaló que esta ley debería llevar el nombre de la última mujer muerta en un aborto sin ley: María Campos, madre de 5 hijos, santiagueña. Ese clima de tratamiento inevitable, esta séptima oportunidad tuvo también una característica única: la voz de una nueva generación de referentes que desde la práctica concreta expuso en ese salón legislativo la experiencia de una larga batalla. “Quiero recordar hoy a Dora Coledesky”, señaló mirando hacia el cielo una de las jóvenes integrantes de la Campaña Nacional para traer así al presente la memoria de una de sus legendarias fundadoras. Antes, otra de las veteranas luchadoras de la Campaña, Marta Alanis –integrante de Católicas por el Derecho a Decidir- había señalado de dónde provenía ese perfume: “Este proyecto entra a la agenda parlamentaria por la fuerza del movimiento feminista”.
Con esa fuerza, María Elena Alé, integrante de Socorristas en Red, puso el dedo en la llaga que más duele: “Nuestro reproche a las y los legisladores es que nuestros derechos están ahora en el Código Penal y eso es intolerable”. Esa misma urgencia fue señalada por una de las 700 Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, cuando recordó la cifra de mujeres muertas en abortos clandestinos desde la recuperación de la democracia: 3.030. También reclamó la producción nacional de las drogas necesarias para garantizar que las prácticas se realicen en forma segura y accesible “y para que no sigan lucrando con nuestros cuerpos los laboratorios”.
En la calle, una adolescente señalaba exactamente lo mismo desde el micrófono abierto montando por la Campaña Nacional: “No podemos tolerar que el misoprostol salga 3 mil pesos y lo comercialice un solo laboratorio, porque esto no es algo que pueda pasar sin que la indiferencia estatal sea, en realidad, complicidad para que se lucre a costa de nuestro derecho a la salud”.
Así, el adentro y el afuera del Congreso de la Nación sintonizaba una misma fragancia. Esa que nos hace sentir que el tiempo llegó. Y comenzó otra etapa. Una que la diputada Donda definió así: “Ahora es nuestra responsabilidad como legisladoras y legisladores que el debate se dé dónde se tiene que dar: en el recinto”.
En la calle, cientos de jóvenes con su pañuelo verde estaban allí para garantizar que así sea.
Por La vaca.org